El Desafío Óscar Freire regresa el 6 de abril

El italiano Paolo Bettini había aceptado la invitación, pero el cambio de calendario ha provocado que el desafío coincidiera con la carrera que él mismo organiza en su Cecina natal, de modo que el campeón olímpico de 2004 no podrá estar en la competición-homenaje a quien fue su compañero de equipo en el Mapei.

En el año en que se conmemora el vigésimo aniversario de la primera victoria del torrelaveguense en el Mundial, aquel primer título de Verona que impulsó definitivamente su carrera cuando aún corría en el Vitalicio, el Desafío Óscar Feire aspira a reunir a varios cientos de participantes (cerca de un millar, según la organización) sumando las tres pruebas en las que se divide esta singular competición que combina la carretera y el BTT. De hecho, una de las tres carreras, la más larga y exigente, combina ambas modalidades, mientras que las otras dos resultan más adecuadas para los aficionados y participantes menos preparados.

El Desafío Óscar Freire nació hace dos años como proyecto personal del propio ciclista y se presenta como una marcha cicloturista abierta al máximo de público posible (aunque en ningún caso supera el millar de inscritos por motivos de seguridad) y con un recorrido, eso sí, bastante exigente, por la costa cántabra y con centro de operaciones en Torrelavega, donde están fijadas la salida y la meta.

Aunque la faceta competitiva no es en absoluto la prioridad del Desafío, sí que se participa con dorsal y se cronometra en lo que supone un aliciente para los participantes no profesionales más preparados; aquellos que están en condiciones de luchar por la victoria o por estar entre los puestos de privilegio.

Con salida y meta en el Velódromo Óscar Freire, la prueba de carretera se articula sobre un circuito de 120 kilómetros típico de las clásicas de primavera: ningún puerto puntuable pero muchos repechos en un trazado rompepiernas.

El cuanto a la prueba de BTT, 36 kilómetros por los bosques de los alrededores de Torrelavega, no se trata de un circuito extremadamente técnico, aunque sí previsiblemente con mucho barro y muy exigente para los participantes, como lo es también el de asfalto. Y por último destaca el plato fuerte del programa, al menos en lo que a exigencia deportiva supone: la prueba combinada, que combina el trazado de carretera con otros 25 kilómetros de BTT en una competición mixta y, esta sí, ya de cierta dureza.

Como añadido para esta edición, y con motivo de la efeméride del primer maillot arcoíris del cántabro (el 10 de octubre de 1999), se ha preparado un evento especial en la que va a ser la fiesta del ciclismo cántabro. Se trata de un Desafío en el Velódromo en el que el propio Freire, junto con amigos y excompañeros de pelotón y ciclistas aficionados que hayan realizado la prueba de carretera, formarán equipos para competir en el velódromo en un formato aún no desvelado.

Además, habrá un espacio para que niños de todas las edades compitan en el propio velódromo, exhibiciones como la del subcampeón del mundo de biketrial Raúl Gutiérrez, sorteos, diferentes puestos de venta y conciertos gratuitos en el propio velódromo. Las inscripciones ya se encuentran abiertas y se pueden adquirir a través del portal oficial de venta de la prueba www.sportrooms.com.