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A más de 41 kilómetros por hora de media se plantó en la meta de Maliaño Francisco Galván (Lizarte) para llevarse la primera etapa de la Vuelta a Cantabria-Gran Premio Gobierno de Cantabria y con ello el liderato de la ronda que ... este lunes empezó de manera vertiginosa y que este martes tendrá su segunda función en Vioño de Piélagos. El ganador impuso su punta de velocidad ante Josu Echeverria (Caja Rural), que le puso contra las cuerdas en la subida final al Alto de El Churi donde logró soltarle de rueda, pero el corredor del Lizarte logró, con sangre fría, echarle mano en el descenso e incluso,aguantarle un nuevo ataque ya en las calles de Maliaño.
A 41 segundos entró el grupo principal, de apenas cuarenta unidades, y después un rosario de grupos que daba la impresión exacta de lo que había sido la primera etapa de la Vuelta. Un día sin tregua.
La de este lunes, como las dos siguientes, fue jornada con más de 140 kilómetros plagada de trampas. La primera, el ascenso a Esles y Llerana, una subida dura y de rampas exigentes que estiró la carrera para no volver a reagruparla más. Allí los equipos fuertes, al ser la jornada inaugural, no hicieron ningún desgaste. A más de 44 kilómetros de media se llegó a las faldas del que sería el encargado de seleccionar la carrera: el puerto de La Braguía. El ritmo fue feroz, con continuos demarrajes que hicieron saltar por los aires la disciplina medio pactada hasta entonces. Lizarte, Supermercados Froiz, Caja Rural... Ninguno quería quedarse sin representación en las unidades que tomaban la cabeza de carrera. Aún así, ninguna de las avanzadillas lograba tomar distancia. El ritmo cada vez era más duro y mientras los primeros hacían camino, por detrás se iban organizando grupos. El pelotón ya no superaba las cincuenta unidades y eso que quedaba más de media carrera.
El descenso y el trazado favorable a través de la carretera nacional de Burgos convirtió en un tren expreso a la etapa. Nadie parecía guardar fuerzas para lo que todavía quedaba, sabedores de que cualquier fuga en esos momentos podía ser buena. Al ser la primera etapa los roles de las escuadras y la supremacía de alguna de ellas no están nunca definidos. En esa anarquía, un grupo de nueve unidades fue tomando tiempo al resto. En principio hubo entendimiento, pero al llegar a las proximidades de Camargo saltó por los aires. Así comenzó la primera de las ascensiones al Alto de El Churi, que esta vez se subía por su vertiente de Parbayón, dura y exigente. Allí puso tierra de por medio Daniel Mellado (La Tova), que coronó en primer lugar y se lanzó en un descenso peligroso. Sin embargo por detrás le dieron caza, primero tres unidades y por detrás marchaban otras cinco, entre los que se encontraba el cántabro Diego Noriega (Supermercados Froiz) e Iván Treceño (Nesta), el veterano e incombustible asturiano que disputaría la carrera hasta el final.
Entre todos hicieron piña con apenas 22 segundos entre los dos grupos y poco más de cuarenta con respecto a un grupo principal que apretaba, pero sin entendimiento. Se cruzó Maliaño camino de la segunda ascensión a El Churi, que sería definitiva y que esta vez se acometería por su vertiente de Escobedo, la más clásica en el ciclismo cántabro.
Empezaron cuatro unidades primero. Treceño fue el que puso el ritmo desde abajo. En fila superaron las curvas iniciales y parecía que los cuatro llegarían juntos a la cima, pero en la rampa más dura Echeverria arrancó con una fuerza tremenda marchándose por delante. Sólo Galván pudo seguirle en un primer momento. Por detrás Treceño y Mellado se retorcían para dar alcance a la pareja cabeza de carrera. Más atrás marchaban Noriega y sus compañeros de fuga y un pelotón en fila india.
A no más de 150 metros para la cumbre, en la última curva, la que más se empina, Echeverria volvió a lanzar un nuevo demarraje para descolgar a Galván. Sabía el del Caja Rural que su compañero era más rápido que él y no quería llegar a la meta de Maliaño con él. Siete segundos fue la renta que le sacó en la cumbre, pero Galván supo leer la carrera y le dio alcance en el descenso. Juntos se entendieron hasta la entrada a Maliaño, en el que un exceso de confianza permitió a Treceño y Mellado quedarse a veinte metros, pero otra arrancada a la desesperada de Echeverria lo impidió. Con tanto desgaste, Galván llegó a la recta final mucho más entero y le batió aunque no con excesiva superioridad.
A cinco segundos entraron Treceño y Mellado y a 41 el pelotón, en el que Kevin Suárez (Nesta) fue el primer cántabro al clasificarse décimo.
Este martes, la segunda etapa arrancará desde Vioño de Piélagos, a las 15.30 horas y después de cuatro ascensiones a La Montaña y un repecho final de 800 metros en Salcedo de rampas casi verticales regresará de nuevo a Vioño de Piélagos, tras recorrer 145 kilómetros. Posiblemente será la etapa reina por el desnivel acumulado y la orografía, pese a no tener puertos excesivamente largos.
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