Secciones
Servicios
Destacamos
Jon Rivas
Lunes, 19 de agosto 2024, 19:01
Se acaba la diversión, dice Wout van Aert, que ha disfrutado de los albores de la Vuelta en su inicio portugués, primero quedándose a un paso de recibir la túnica sagrada que distingue al número uno en la contrarreloj del estreno; después ya con el ... jersey de líder, aunque sin ganar la etapa, y a la tercera, con ambos propósitos cumplidos. Solo tiene un pesar el líder, porque su familia, que estuvo el primer día en Lisboa, le tuvo que ver subido al podio por televisión. Pero les llevará el jersey cuando regrese a casa. «Tendrán que esperar un poco para poder ver el maillot rojo desde cerca».
Desde el 16 de febrero no conseguía vencer Van Aert en una carrera, cuestión atípica para un ganador como él, que acumula 47 triunfos desde que es profesional, pero su durísima caída en A Través de Flandes le ha impedido rendir como otros años. Sin embargo, el sprint de Castelo Branco es un indicio de su recuperación.
«Está bien llevar el maillot, pero mejor ganar vestido de rojo», sentencia sonriente su compañero y jefe de filas Sepp Kuss, pero los dos saben que aquí se acaba lo entretenido para el belga y empieza lo interesante para el estadounidense, y para quienes lo ven desde fuera, claro está, porque dos etapas consecutivas culminadas con retraso apagan la emoción e inducen a la siesta. Atraviesan la frontera ambos, y el resto del pelotón, y cambia la perspectiva, porque de las carreteras amables del lado portugués se pasa a los riscos abruptos del territorio español. Es ahora cuando comienza la Vuelta y finaliza la diversión para Van Aert y otros secundarios de menos relumbrón, que ven en cada jornada como la de ayer la oportunidad de brillar.
Es la necesidad, esa que empuja a los equipos modestos a buscarse la vida como si fueran emigrantes camino de un futuro incierto, con la maleta de cartón y un par de mudas. Están el Euskaltel y el Kern Pharma en esas desde que comenzó la Vuelta. Nada les importa, ni el calor extremo que llega en algunos momentos a los 40 grados ni la falta de expectativas.
Fueron el domingo Luis Ángel Maté e Ibon Ruiz quienes partieron a una aventura sin retorno, y volvieron ambos a reincidir al día siguiente, cuando las piernas todavía están relativamente frescas y el termómetro de la ilusión sube tantos grados como el meteorológico, aunque esta vez acompañados, cada uno de ellos, por un lugarteniente. A Maté le escoltó Xabier Isasa y a Ruiz, el prometedor Unai Iribar. Hicieron camino, se disputaron, como rivales leales, los puntos de la montaña que sirven para que Maté vista el jersey de puntos azules en la cuarta etapa, y después cayeron víctimas de la implacable eficacia de los equipos con posibles en la llegada masiva.
Después, lo de siempre, los llegadores con las orejas tiesas, acelerando para el último esfuerzo, una tentativa de desequilibrio de Campenaerts y los metros finales a todo o nada, con Wout van Aert moviendo sus alas poderosas al atravesar la meta con Kaden Groves segundo y Jon Aberasturi tercero, mostrando otra vez los colores del Euskaltel. Para ellos, al menos por ahora, se acaba la diversión. Pero que les quiten lo 'bailao'. «El equipo estaba muy fuerte, teníamos toda la carrera bajo control. Me llevaron a la posición perfecta al final. Me dieron la confianza para culminar», dijo Van Aert.
Recibió el premio y se fue al hotel a descansar y a pensar en la cuarta etapa, que se inicia en Plasencia y culmina en el Pico Villuercas, un puerto de primera categoría, después de atravesar otros tres durante el recorrido, en el que se esperan máximas de 35 grados de temperatura. «No sé si Wout podrá mantener el jersey rojo», dice Sepp Kuss, que ya conoce la ascensión final «de cuando se subió en 2021». «Es una subida corta, pero tiene tres kilómetros de hormigón que son muy duros», analiza. Se acaba la diversión para unos, comienza para otros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.