El Cayón espera la Copa a portagayola

El vestuario del Fernando Astobiza será el punto de encuentro y el lugar escogido para seguir en directo cómo gira el bombo y qué bolita les toca en suerte. El diván de las confidencias, el coto privado de los futbolistas se abre al público para recoger los nervios, en chandal y sin botas, que a granel circulan por cada uno de los miembros del club. «Yo no lo puedo ver. Salgo a las 14.00 de trabajar», reconocía Héctor, a quien le cogerá con las manos en la masa el anunció del rival de postín que les espera a él y a sus compañeros.

La hoja de ruta es la que es. El sorteo emparejará hoy al Cayón con un equipo de Primera División, a excepción del Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Osasuna, que juegan la Supercopa y están exentos en este viaje. Hay una duda con el Granada, que por alineación indebida lo han descalificado, pero que sigue apareciendo por ahí en un intento de recurrir la decisión. «Si tuviera que hacer algo para motivar a mis jugadores ante un equipo profesional y en nuestro campo, algo iría mal», reflexiona Luis Fernández, el míster, con más 'mili' como futbolista que el palo de la bandera y curtido en este tipo de líos. El carismático técnico se siente confiado y admite que «será muy especial, para nosotros y para nuestros aficionados y lo que queremos es que el pueblo disfrute». De eso puede estar seguro. Estos días en Sarón y en las zonas de alrededor no se hablaba de otra cosa. Que si dónde se juega, que si aquí no entramos, que ya verás que follón... Lo de la Copa no deja de ser la mejor manera de romper la monotonía. «Sería la leche eliminar a un Primera», anuncia Héctor Alonso, que se ve marcando otro gol «y disfrutando de las historias otra vez».

Sergio Domínguez, 'Chili', es uno de los capitanes de la plantilla y ya ha pedido salir antes del trabajo, en la fábrica MAES de Guarnizo, para no perderse el jaleo en el vestuario donde tantas tardes disfruta a otro nivel. Lleva doce años «y sería estupendo retirarme después de eliminar a un Primera». Piensa en grande el 'capi', desde luego. A eso de las doce del mediodía irán llegando los que puedan y el resto apurará para apretarse en la caseta y pasarlo en grande. En un principio querían haber seguido el sorteo en el bar de enfrente del estadio, el Buda, una especie de oficina permanente para los jugadores, aficionados y espectadores, pero la Federación Española de Fútbol mandará hoy una cámara de televisión para meterse en las entrañas de la plantilla, al más puro estilo americano, y tendrán que modificar el paso.

Otro de los de brazalete en ristre es Marcos, que lleva 17 años en el club, y cuyo trabajo como empleado de mantenimiento en la empresa Servifrío de Guarnizo no le permite tampoco estar en la caseta hoy. A Marcos se le endulza el paladar y señala «el Athletic como el rival que más gusta». Le tocó estar en el banquillo ante el Ursaria y «sufrí más que en el campo, pero los compañeros lo hicieron bien». También con galones de capitán está Cagigas, quien tampoco podrá estar hoy en el alboroto padre del vestuario. Es profesor en el colegio Calasanz de Villacarriedo y estará a esas horas dando clase. No obstante, el 'profe' lo único que quiere es «pasar y que nos toque quien nos tenga que tocar. Que disfrute Sarón, que últimamente está haciendo las cosas muy bien y se lo merece».

Lo que se estila por el Valle de Cayón es que lo importante es que el rival sea un «cercanías». Que sea de por aquí, y así «se traiga una buena entrada, que será muy importante también para las arcas del club», explica Luis Fernández. Para el entrenador «da igual quien sea», porque realmente el premio que se consiguió al pasar de ronda «llega ahora». No obstante, el míster, que solo quiere que se disfrute y «que la gente se lo pase bien», cuando le preguntan por el rival deseado tiene uno que lo elige con el corazón y otros dos con la cabeza. «El Betis, obviamente, por lo que siento por ese club y por lo que viví allí. Pero si no fuera posible, me gustaría el Athletic o la Real», señala alguien que sabe lo que es no solo jugar la Copa, sino ganarla. Fue en aquella temporada 2004-05, ante Osasuna, en la final, con su Betis (2-1).

Hoy está todo permitido. Cuando las bolas empiecen a salir del bombo seguro que se irán escapando preferencias, pero lo bueno de todo es que el vestuario del Cayón hoy no se pierde. Toque quien toque será una fiesta. Pero a pesar de la licencia para soñar que esta competición copera siempre da, los hay que piden cordura detrás de tanta algarabía. «Somos una plantilla corta, vamos a intentar disfrutar con la Copa, pero lo nuestro, sin desviarnos, tiene que ser salvarnos esta temporada», recuerda Héctor, el panadero, que entre gallofa y gallofa piensa más allá. A Marcos, sin embargo, le va la marcha e indica que, «si suena la flauta», lo mismo se repite otra jugada como la de hoy y como la que se espera llegue el 6 de diciembre cuando toque saltar al verde.

Por eso, cuando se celebran los sorteos, los nervios son distintos a los del partido. Hoy hay bromas, risas y buen rollo. Porque antes de que se celebre, los jugadores del Cayón se sienten premiados sin que salga la bola. Todo es ya una fábula, pero cuando llega el partido, «ya que está, pues quieres hacerlo bien», adelanta Cagigas, quien también asegura, como no podía ser de otra manera, que «la mala suerte del primer sorteo sea completamente diferente en el segundo y nuestros aficionados puedan disfrutar de un equipo de Primera en el Fernando Astobiza». Dice mala, por lo de viajar a Madrid, que para un club como el suyo fue un dispendio gordo, pero las cosas son así; como la bolita se ponga caprichosa, hoy lo mismo lo recuperan con creces. Y si superan la ronda... «Será la leche si hacemos historia y nos metemos por primera vez en la siguiente fase». De momento, que vayan calentando el vestuario para hoy.