La larga resaca del Cayón

Héctor Alonso, autor del gol, del golazo, de la clasificación (valía tanto como el primero, pero fue el que desequilibró definitivamente el marcador) era uno de los protagonistas. Lo observaba Luis Fernández, un clásico que después de tres lustros en la élite como futbolista volverá a medirse a un rival de la máxima categoría, esta vez desde el banquillo. El hermano gemelo de Raúl Domínguez, que defendió las porterías de Sporting y Racing, fue otro de los protagonistas. Como Luis Fernández, un clásico de LaLiga con tres lustros en la élite como futbolista que volverá a medirse a un Primera División, esta vez desde del banquillo.

Era un día especial para Chili, uno de los capitanes que cumplía años precisamente el día de la eliminatoria y tuvo la mejor celebración posible. Los invitados, sus compañeros e incluso la hinchada (unas 50 personas se habían desplazado en autobús y coches particulares desde Sarón). Acto seguido, la plantilla enfiló el camino hacia Cantabria. Cansancio y buen ambiente. Tanto como para que el jefe de prensa ejerciera como fotógrafo para dejar constancia del momento en el autobús.

El sorteo de la segunda ronda de Copa, en la que tras el fiasco del Racing el Cayón será el único representante cántabro, tendrá lugar el martes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Los aurinegros tienen asegurado, esta vez sí, un adversario de Primera División en una eliminatoria a partido único en el Fernando Astobiza. Esta vez es imposible que los bombos les jueguen una mala pasada (aunque sobre el césped la tornaron en buena fortuna): un rival de la máxima categoría. Solo resta saber cuál será. El premio gordo, por proximidad, es el Athletic, pero existen otras posibilidades golosas.

La paliza mereció la pena. Porque aunque por normativa el Cayón debe inscribir un puñado de futbolistas como profesionales, en la práctica casi todos tienen una segunda ocupación (también conocida como trabajo) o son estudiantes. Como el héroe de la tarde, un Héctor Alonso que a su regreso no podía perder mucho tiempo, porque tenía que trabajar desde primera hora en la panadería de Puentenansa.