Orgullo y derrota para el Cayón en la Copa

A buen seguro que en Sarón se oirá este martes más de una vez una pregunta que empiece por 'Y si...'. Y tras ese encabezamiento, las más de las veces se hará alusión a la expulsión de Resines. Fue ese hecho, a los cinco minutos del segundo tiempo, lo que cercenó las opciones de un Cayón que se despidió de la

El Valle de Cayón olía este martes a partido grande. Y más en Sarón y cuando se aproximaba la hora de inicio del choque. No en vano, era un día histórico, el debut en la Copa y ante todo un Segunda que en los últimos tiempos también ha tenido su recorrido en Primera. Y para regocijo del millar de aficionados aurinegros, su equipo no comenzó nada mal. Durante los 20 primeros minutos, el Cayón mostró una buena imagen, con combinaciones rápidas y al primer toque ante un Huesca que se mostraba fiable y seguro, mientras se aclimataba al terreno de juego del Fernando Astobiza, bastante blando pero que aguantó el tipo a pesar de las mil lluvias caídas estos últimos días.

La primera gran ocasión del partido fue para los visitantes. En el minuto siete, Escriche recibió un pase filtrado del exracinguista Enzo Lombardo, pero el lanzamiento tropezó en un defensa aurinegro y el balón se marchó a córner. A modo de réplica, el cuadro de Sarón intentó llegar a la meta de San Román por medio de Jesús Laredo, pero un defensa oscense le derribó en el borde del área. La correspondiente falta la sacó Marcos, pero su lanzamiento se marchó alto.

El Cayón se convenció de sus posibilidades y no tardó en volver a intentarlo. La segunda ocasión la gestó por la banda derecha Quitora, que asistió tras un gran control al desmarque de Cagigas. La acción desembocó en Marcos, que dejó el balón muerto en el corazón del área esperando sin éxito a que llegase un compañero al primer palo. Poco después, el propio Cagigas se marchó de un par de rivales, puso el cuerpo para cortar el pelotazo con el que quería apagar el incendio la defensa y se vio controlando el balón en los primeros metros del área. No le cayó a la pierna buena y su tiro, cruzado, no cogió portería. Era el minuto 20.

El Cayón había borrado la diferencia entre categorías. El duelo estaba igualado. Pero con el paso de los minutos, el Huesca empezó a dominar con la activación de jugadores como Mikel Rico y Escriche, que poco a poco se iban haciendo dueños del balón y dirigían las ofensivas del equipo visitante. En una buena combinación del cuadro oscense, Esteban consiguió internarse por la banda derecha para poner un balón perfecto que Pitta remató raso dentro del área pequeña. Pero entre la defensa y Pablo evitaron una clara ocasión de los oscenses.

La oportunidad iba a ser la antesala de un auténtico asedio de los visitantes, que iban a gozar de hasta tres ocasiones más en las botas de Escriche, Lombardo y Barba antes de que se cumpliera la primera media hora de juego. El entrenador del Cayón, Luis Fernández, realizó un cambio en la demarcación de Cagigas, su extremo derecho, para colocarlo en muchas ocasiones de lateral derecho y tapar así las penetraciones de Barba, que estaba siendo un verdadero dolor de cabeza para Ricardo. El Cayón pudo estirarse un poco más en los últimos minutos de la primera mitad y disparar por tercera vez a la meta defendida por San Román. Fue en el minuto 38, justo después de que el Huesca adelantase su línea defensiva, cuando Quitora aprovechaba ese espacio para correr con el esférico y pasaba atrás a Marcos que, con mucha clase, se zafó de Barri. Pero su disparo lo detuvo San Román. Antes de que el primer acto llegara a su fin, Lombardo protagonizó otras dos llegadas de peligro en las que el centrocampista francés se topó con las manos de Pablo.

En el inicio de la segunda parte, el Huesca continuó desplegando su dominio, aunque dejando más espacios que el Cayón intentó aprovechar con salidas a la contra y jugadas a balón parado pese a encontrarse algo más cansado.

A los dos minutos de la reanudación, Resines veía la primera amarilla por derribar a un contrario. Y la cosa se puso mucho peor para los aurinegros cinco minutos después. Un balón dividido en el centro del campo y Resines que choca con un rival. De la Fuente Ramos se echó la mano al bolsillo para sacar la segunda amarilla y la roja que dejaba al Cayón con uno menos. La grada y los jugadores aurinegros sobre el campo protestaron mucho una decisión que ponía cuesta arriba una eliminatoria que aún no estaba decidida.

La superioridad numérica hizo al Huesca ponerse las pilas y asediar aún más la meta del Cayón. Así, en el minuto 57, apenas cinco después de la expulsión de Resines Mateu, que había entrado al terreno de juego tras el descanso, aprovechó uno de esos acercamientos para batir con un lanzamiento desde el vértice la portería local.

El gol del Huesca fue como un jarro de agua fría para los aficionados cayoneses. Tal y como estaba planteado el partido, la eliminatoria pintaba casi imposible. Aunque siguieron animando a sus futbolistas y aplaudían después de cada acción meritoria de los pupilos de Luis Fernández.

Lejos de bajar los brazos, los locales seguían dando muestras de querer seguir dentro de la eliminatoria. Justo después de la hora y cuarto de partido, llegó otro acercamiento del Cayón con una bonita jugada personal de Cagigas, que recibió el esférico de su propio portero para marcharse por la banda derecha y disparar demasiado cruzado.

El Huesca sólo pudo sentenciar la eliminatoria ya en el tiempo añadido. Manuel Rico aprovechó un centro con el que sólo tuvo que empujar el balón a la red en el área pequeña para cerrar el partido con un castigo demasiado injusto para los cayoneses. Se acabó así la participación del Cayón en la Copa del Rey, pero con una gran imagen de un equipo aurinegro que pudo disfrutar de un día histórico jugando contra un conjunto de Segunda División.

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