Secciones
Servicios
Destacamos
El premio gordo que le ha tocado al Cayón en forma de emparejamiento con el Athletic en Copa tiene muchos impuestos. Los cántabros, que ya eran conscientes de esa posibilidad -casi certidumbre, si el rival eran los vascos- tendrán que jugar en los Campos de ... Sport al no disponer el Fernando Astobiza de iluminación artificial. El Cayón confirmó ayer, a través de un comunicado, que el partido de la segunda ronda de la Copa del Rey que le enfrentará al Athletic se jugará definitivamente en los Campos de Sport. Una posibilidad que ya adelantó El Diario el mismo día del sorteo. El club de Sarón ha agradecido al Racing «las facilidades mostradas desde el primer momento» y ha querido pedir disculpas a «todos los socios y comercios de Sarón, ante la imposibilidad de disputar el encuentro en el Fernando Astobiza».
Todos los partidos de equipos de la máxima categoría en esta segunda jornada de Copa serán televisados, e instalar una iluminación ad hoc para el partido que cumpliera las exigencias de las que ya se ha informado al club supondría un desembolso mayor incluso de lo que se prevé cobrar por taquilla e ingresos federativos.
Así, los aurinegros deberán jugar en el exilio de Santander por imposición de las televisiones. Si en Liga se ha institucionalizado el fútbol los lunes y viernes a las nueve de la noche, echando a la afición de los estadios, también la Copa sufre esta imposición. De hecho, el Cayón había solicitado jugar el miércoles a mediodía, de modo que pudiera hacerlo en su estadio. Además, la mayor parte de sus futbolistas -todos los que no son estudiantes- tiene otro trabajo, de modo que un día festivo les permitía estar más descansados para el partido. Ahora deberán cambiar turnos, pedir un día libre o jugar ante el Athletic, el cuarto equipo en la clasificación histórica de Primera División y con 23 títulos en su palmarés, al salir de trabajar.
El cambio de sede desvirtúa una competición que la propia Federación Española presenta como una oportunidad para que los equipos modestos jueguen contra clubes profesionales y llevar el fútbol de élite a esos campos. Sin embargo, en Sarón no será así. El Cayón deberá jugar el partido en otro campo, a 25 kilómetros de distancia, y el pueblo y todo el Valle se quedarán sin ese ambiente copero. A cambio, no deberá afrontar la inversión necesaria en gradas supletorias y no tendrá un aforo limitado, con lo que los ingresos por taquilla pueden ser mucho mayores, pero el club lo que quería era jugar en su campo y en su pueblo. Así lo solicitó y así se le denegó.
El motivo por el que no se concedió la petición cántabra es sencillo: la televisión. Y así de claro se lo transmitió la RFEF: la tele manda. En una eliminatoria en la que aún no han entrado en el bombo Barcelona, Real Madrid y Atlético, el Athletic es uno de los equipos más atractivos desde el punto de vista de audiencia.
Curiosamente, los vascos sufrieron este mismo problema hace dos años, cuando protestaron formalmente por el número de partidos de Liga que se les asignaba en el horario de viernes y, sobre todo, lunes por la noche. El motivo, el mismo: que ofrecían buenos índices.
Hace dos años, cuando también en Copa recibió al Huesca de Segunda División, el Cayón no tuvo el mismo problema. En aquella ocasión, al no ser un partido televisado, pudo jugar en horario diurno, con lo que no fue necesario trasladar el partido a otro estadio. Se instalaron gradas supletorias que ampliaron el aforo hasta superar las 2.000 localidades y Sarón vivió una gran jornada de fútbol.
En aquel momento ya se anunció la instalación de iluminación, pero al asignarse un horario diurno, el proyecto se quedó en nada. Ahora las obras están presupuestadas y licitadas, pero no han llegado a tiempo para la eliminatoria copera -ni siquiera han comenzado- y el club permanece, dados los antecedentes, a la expectativa.
Porque no es que el Fernando Astobiza no disponga de una iluminación que permita una buena retransmisión televisiva; es que sencillamente no tiene. De hecho, en aquella eliminatoria contra el Huesca los últimos minutos de partidos se jugaron ya con una ligera penumbra, cuando comenzaba a anochecer. En invierno el equipo debe jugar sus partidos por la mañana -la otra alternativa es hacerlo en el incómodo horario de las 15.30 horas, que no gusta a entrenador ni a la afición- y entrenar en el campo anexo de césped artificial, más moderno y, este sí, con torretas.
Pero más allá de los problemas del campo, el horario del único equipo cántabro presente en esta segunda eliminatoria copera pone de manifiesto unas estructuras de decisión en el fútbol que desvirtúan la competición y anulan la propia filosofía de la Copa. Un sorteo dirigido para enfrentar a equipos de Tercera y Segunda RFEF con clubes profesionales ha desembocado, en el caso aurinegro, en no poder jugar en su estadio en una situación que era además reversible, porque hubiera bastado con aceptar la propuesta de jugar el miércoles 6 de diciembre, día festivo, a mediodía. Pero la televisión paga. Y la televisión, que no entiende ni atiende a la filosofía copera, manda.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.