La exsecretaria de la Federación asegura que Peláez falsificó su firma y él anuncia que la denunciará por falso testimonio

Aquellas cuentas nunca se aprobaron, sino que se decidió, al contrario, remitirlas a la Fiscalía, como ha recordado el abogado de la acusación particular, Manolo Higuera, a Ortega. En este sentido, y ya finalizada la tercera sesión de la vista, Peláez ha anunciado a El Diario Montañés que la Federación interpondrá sendas denuncias contra Bárcena y la propia Ortega por lo que considera un falso testimonio ante el tribunal.

La exsecretaria ha afirmado no recordar ninguna auditoría en aquellos años antes de asegurar que en enero de 2013 se convocó una asamblea en la que no estuvo presente y en la que se aprobaron las cuentas del año anterior pese a su ausencia, dado que no quería darles el visto bueno. «Peláez la convocó poniendo mi firma sin que yo estuviera. Tenía mucho interés de que se celebrara esa asamblea aprobando las cuentas cuanto antes», ha dicho antes de narrar a la Sala cómo se encontró «un papel en el que se me dice que se aprobaron las cuentas sin mi consentimiento». Esa fue, dijo, la razón por la que abandonó la Federación.

Sin embargo, esas cuentas no están aprobadas. Al contrario, se denunciaron. Así se lo hizo constar la acusación particular, a lo que ha respondido que «en 2013 no se aprobaron las cuentas» para añadir con vehemencia: «La única persona que puede dar fe de ello soy yo, que soy la secretaria general en ese momento».

«Lo inhabilité yo, cómo no voy a conocer a Alberto Vilar», ha contestado Ortega a las preguntas de Higuera en las que se le señalaba a la testigo que «no conocía al presidente ni tenía ninguna influencia en la etapa que se juzga».

La otra testifical destacada ha sido la de Juan José Bárcena, asambleista entre 1996 y 2000. Ha recordado que en enero de 2013 el actual presidente de la FCF, recién llegado al cargo, convocó a una asamblea para aprobar una auditoría de la Federación. La juez ha tenido que interrumpir su declaración cuando ha lanzado unas acusaciones correspondientes a hechos que no se ajustaban a lo que se estaba enjuiciando y sobre los que no se le había preguntado. «Nosotros impugnamos la asamblea de 2013 porque no se aprobaron las cuentas –la causa contra Vilar se refiere al periodo 2010-2012–. Faltaban 150.000 euros de dinero que se ingresaban por parte de los clubes y que allí estaban desaparecidos», señaló antes de que la magistrada le interrumpiera.

Ha asegurado también que en la citación para la asamblea de 1999 no consultó si los planes de pensiones de Vilar estaban en el orden del día. «Tenía un plan de vida y un fondo de jubilación. Y supongo que esos pagos estaban en las cuentas y supongo que allí constarían», señaló el testigo, que ha protagonizado un momento de tensión cuando la acusación particular le ha insistido sobre si conocía o no el orden del día. «No. No lo miro», ha insistido antes de que la jueza diera por concluida su testifical.

José Saiz Gómez, responsable del vivero La Encina, ha sido cuestionado sobre los montos que se gastaba en jardinería: «Yo, cuando iba a los campos sí veía en los laterales que estaban plantadas las cosas». «Las baldosas de madera, las vallas… ¿Todo esto dice usted que era para los campos de fútbol?», insistió el fiscal; «sí», repitió Sainz Gómez, que no recuerda de si le pagaban en efectivo o con tarjeta.

La sesión ha continuado con el testimonio de José Zubieta, en su momento fue secretario del Bansander y asambleísta. Ha aducido problemas de visión para identificar su firma en unos documentos que la defensa le mostró y asegura no recordar haber firmado las actas de 2012 ni lo que declaró en 2014: «Si era uno o si eran dos planes –de pensiones y bahorro–… No recuerdo. Sé que estuve en esa declaración. Sé que ya reconocí mi firma en ese momento, pero no sé si eran uno o dos o qué era lo que allí se dijo».

El propietario de otro negocio de jardinería, Sergio Barrio, también ha explicado que la Federación le hacía encargos habituales de jardineras, plantas o coronas que eran llevadas a través de su propio servicio de reparto: «Los encargos de la Federación se facturaban a la Federación, y los encargos que hacía Alberto Vilar los pagaba el propio Vilar».

El último en declarar ha sido Antonio Montesinos, médico de Carlos Toledo, secretario de la Federación de Fútbol en época de Alberto Vilar y en la actualidad. «Recibí algunas entradas –para partidos– y no recuerdo haber abonado nada por ellas».

Mañana se reanuda el juicio con las pruebas periciales y las conclusiones finales.