La Federación decide la semana que viene si da por acabada la Segunda B y la Tercera

La Federación Española de Fútbol mantiene varios frentes abiertos, y mientras parece haber resuelto la vuelta a los entrenamientos trabaja ahora en el modo de finalizar sus competiciones de Segunda B en adelante. Ahora baraja dar por finalizada la temporada en Segunda B y Tercera, lo que abre un nuevo debate: los ascensos y descensos. Las dos alternativas más sólidas en caso de que no se vuelva a jugar -al menos en la competición oficial- son la de ascender a los líderes de grupo o jugar un play off reducido. Esta última se articularía con unas semifinales primero contra cuarto y segundo contra tercero a partido único y una final también a un solo partido. La decisión se debía haber anunciado esta semana, como su resolución sobre la propuesta de reestructurar la Segunda B, pero a la espera de nuevas instrucciones y de una mayor seguridad jurídica ha decidido retrasarlo hasta el viernes, día 8.

Traducido al fútbol cántabro, ascenso directo del Laredo, lo que provocaría la inmediata reacción de la Gimnástica, segunda, o esa pequeña fase de ascenso. Con la clasificación actual, las semifinales enfrentarían a Laredo y Tropezón y a la Gimnástica con el Rayo Cantabria, que no tendría problema en tomar parte a pesar de las opciones de descenso del Racing a Segunda B. Si se tomara la tabla al final de la primera vuelta, las semifinales serían Laredo-Rayo y Gimnástica-Tropezón.

El Laredo es partidario de que no se juegue. «No hemos tomado esta postura por subir directamente, sino porque nuestro campo, vestuario e instalaciones, y las de la mayoría de los clubes de Cantabria, si no todos, no reúnen las condiciones que exige Sanidad», explica el presidente del Charles, José Miguel San Román. «Proponemos -añade- que no se juegue, aunque acataremos lo que se decida. Si deciden que no haya ascensos, lo aceptaremos, y si deben ascender los primeros lo haremos, pero creemos que no se debe competir».

No se le escapa que esta situación beneficiaría deportivamente a los pejinos. «Lo fácil es pensar: 'Que va a decir el Laredo, que va líder', pero nosotros hemos jugado el 75% de la competición, hemos sido los primeros durante la mayor parte y no nos han regalado el liderato. Nuestro merecimiento deportivo es mayor que el de cualquier otro, pero aunque haya gente lo pueda entender así no proponemos que se termine la competición por eso, sino porque creemos que es lo más adecuado. No podemos permitirnos entrenamientos individualizados y limpiar la zona después de que trabaje cada deportista, ni tener un médico para los test. Además, nuestro campo lo abren voluntarios que pueden decir que no se sientes seguros en esas condiciones», reflexiona San Miguel.

Muy distinta es la perspectiva de la Gimnástica. «Nos han transmitido que hasta la semana que viene, y a la espera de nuevas instrucciones del Gobierno, no se decide nada», explica el presidente de la Gimnástica, Tomás Bustamante. «Nosotros lo único que queremos es que sean coherentes. Si quieren que se dé por finalizada la Liga, que lo hagan, pero si sube un equipo -el líder-, de igual modo tendrán que bajar tres, aunque no haya concluido el calendario. Si no quieren que baje nadie, lo que tendrán que hacer es el play off a cuatro. Es lo que hace un tiempo nos decían que querían hacer, y si el 25 de junio ya se puede jugar al fútbol, nosotros lo que queremos es que se celebre», añade.

Bustamente explica que «cada día surgen nuevas propuestas; es un juego de intereses, y considera que dar por finalizada la competición con el ascenso directo de las campeones, sin dejar opciones a segundos, terceros y cuartos (la reglamentación establece que hay una fase de ascenso que ni siquiera garantiza a los campeones subir de categoría).

«El play off es lo más justo -insiste-, aunque se jugara a partidos únicos en San Lorenzo, por ser el Laredo líder, y sin prórrogas ni penaltis; que en caso de empate se clasificara y subiera el que mejor posición ocupara en la Liga», concluye Bustamente.

Siempre con el amparo del CSD, la RFEF suspendería el final exprés barajado en su día -si es que esta postura finalmente se impone- para determinar los ascensos y estos serían otorgados directamente a los campeones de cada grupo. La próxima temporada estaríamos ante una Segunda B con 96 equipos (posiblemente con cinco grupos) y en grupos de Tercera con más de veinte competidores.

El CSD rechazaría todos los recursos, quedando expedita la vía de la jurisdicción contencioso-administrativa, pero esto no preocupa a las federaciones porque las sentencias, en caso de ser desfavorables a sus intereses, llegarían en uno o dos años y ya no se podría volver atrás. La Federación se ampara para tomar esta decisión, entre otros apartados, en que debido a los plazos para la vuelta al trabajo de los deportistas no profesionales que ha marcado el Gobierno central, el tiempo para acabar la presente campaña sería mínimo. De hecho, los cálculos señalan que no podría jugarse partido alguno hasta bien entrado el mes junio.