Tres hermanos en verde y blanco

A Julio Gento (Guarnizo, 24 de abril de 1939-14 de septiembre de 2016), conocido como Gento II en un fútbol en el que se estilaba eso de los ordinales, tampoco se le daba mal lo del balón y con solo 18 años llegó, tras pasar por el Unión Club, al Plus Ultra de la mano de su hermano. Incluso jugó algún amistoso con el primer equipo blanco, pero sin debutar nunca en partido oficial. Tres temporadas de formación en Segunda hasta que debutó en Primera con el Elche en la 61-62. No jugó demasiado, así que pasó al Deportivo, en Segunda, y al Málaga, en Primera, con la misma brevedad de un solo curso e intermitencia en las alineaciones.

Fue así como en 1963 regresó a Cantabria para incorporarse al Racing, en el que completó un lustro, siempre en Segunda División, para sumar 122 partidos de Liga en los que marcó quince goles. Con 29 años se marchó al Palencia, donde vivió su etapa más larga como futbolista en Tercera División (no existían ni la Segunda B ni la Primera RFEF) y se retiró en 1976.

El más joven, Antonio Gento (Guarnizo, 25 de octubre de 1940-22 de diciembre de 2020) tuvo una carrera algo más larga. Gento III, en aplicación de la misma lógica fraternal de sus mayores, también emigró a Madrid a los 18 años tras seguir los mismos pasos que el mediano de la saga; sin pasar por las categorías inferiores del Racing.

En la temporada 59-60 ya debutó con el Plus Ultra con un solitario partido de Liga que después tuvo continuidad en las dos campañas posteriores, la primera de ellas, junto a su hermano.

El 11 de febrero de 1962, cuando aún era jugador del filial, Miguel Muñoz le dio la oportunidad de debutar en Liga con el primer equipo. Jugó todavía otros dos partidos de blanco, pero al terminar el curso también abandonó Chamartín para seguir con una larga carrera que se desarrolló siempre en Segunda División.

Llegó en primer lugar al Levante, con el que jugó 11 partidos y marcó tres goles en la temporada 62-63.

Fue entonces cuando llegó a un Racing que celebraba el cincuentenario con ciertas dificultades económicas, y que tuvo en los hermanos Gento a sus fichaje estrella para el centro del campo la delantera. Cinco temporadas estuvo en los viejos Campos de Sport, exactamente las mismas que su hermano, pero a diferencia de él comenzó a jugar ya con la temporada arrancada. A lo largo de ese lustro disputó 117 partidos de Liga y demostró tener cierto olfato goleador: 40 tantos como verdiblanco.

Abandonó Santander en 1968 para jugar tres temporadas en el Oviedo, antes de regresar a los Campos de Sport, con una presencia testimonial en la temporada 1971-72 y ya algo más de protagonismo en la siguiente, la del ascenso a Primera, antes de retirarse en el Unión Club.