«Cogía el balón, echaba a correr... y adiós»

«Hablar de Francisco Gento es hacerlo de un deportista del mayor nivel mundial, al que yo seguí en su corta etapa en el Racing. Un paso efímero pero en el que dejó impronta, ya que enseguida vino a ficharlo el Real Madrid», recuerda el incombustible Pepe Barros. A él no se le escapa nadie que vista la camiseta verdiblanca y menos un futbolista de tales hechuras.

Así que, aunque ya lejos de Santander, no perdió su estela: «A partir de este instante lo seguí con su nuevo equipo. No siempre, ya que había partidos que coincidían con los del Racing, pero aún así seguí los pasos del que estaba llamado a ser un jugador irrepetible».

Barros recuerda «sus acciones por la banda y el dominio del balón, que le hacían insustituible. Cogía el balón, echaba a correr... y adiós. Llamaba la atención por su juego y con el tiempo fue mejorando hasta llegar a conseguir un currículum muy difícil de igualar, tanto a nivel individual como colectivo». El eterno viajero racinguista siempre barre para casa. «El traspaso de Gento sirvió al Racing para seguir en competición. Eran unos años muy complicados para los clubes modestos y sus directivos se veían obligados a traspasar a sus mejores jugadores para solventar la continuidad del club», recuerda.

Pedro Sainz de la Maza tiene además la ventaja de haber sido amigo personal de la familia Gento. Por eso, rememora algunas anécdotas de otra afición del mítico futbolista: los bolos. «Recuerdo que en dos campeonatos que se clasificó para la final estaba decidido a acudir a disputar las finales, pero tenía el problema de que le coincidía que tenía partido de fútbol. Aún así, prometía ir a jugar, que se iba a escapar para llegar a jugar las finales de bolos. Al final no vino a jugar».

Con motivo de la película 'Las Copas de Europa', que se proyectó en El Astillero con el apoyo del propio Gento, «se acordó que al final de la proyección habría un coloquio para que los aficionados preguntasen a jugadores del Real Madrid. Él tenía ya apalabrados a varios, pero finalmente no pudieron venir». «El que si estuvo fue Paco, y con los aficionados departió ampliamente. Resultó muy entrañable para todos los que asistieron», relata.

«Lo que sí se puede decir es que a toda la familia le gusta venir a Cantabria. Las playas de aquí les tienen enganchados. Es una familia que se reúne en su totalidad en Cantabria durante los veranos», completa Sainz de la Maza.

Otro veterano del racinguismo, el abonado número 1 del club, Mauricio Gómez, considera a Gento «un deportista de los mejores del mundo. Junto a Seve Ballesteros formaba parte de una generación fabulosa. La gente mayor que pudimos disfrutar de deportistas como ellos nos damos cuenta que Cantabria va a menos de forma alarmante». Gómez tira de recuerdos: «No hay más que mirar a los jugadores que han salido de nuestra cantera como Gento, Pachín, Santillana, Aguilar, Corral...». Y crítica la labor de los dirigentes verdiblancos, que, en su opinión, «no han hecho una buena gestión y han mirado más por sus negocios que por el club. Por eso nos hemos encontrado lejos de haber podido pelear con los más grandes».

En la mañana de ayer, Mauricio Gómez escuchó en una emisora de radio que Paco Gento «tiraba poco por Cantabria». «Nada más lejos de la realidad, ya que siempre ha tenido contactos con la tierra que le vio nacer. Cuando estaba lesionado, venía a recuperarse aquí y la gente le demostraba su cariño. Lo que se debía de haber hecho es haberle fichado como director deportivo del Racing, ya que con las relaciones que tenía nos podía haber ayudado», lamenta. «Me gustaría que se la hiciese un funeral en la Catedral para que todos los cántabros pudiésemos despedir a uno de nuestros deportistas más ilustres».

Por último, el que fuera presidente del Unión Club, Federico Díaz, recuerda «cuando Paco se apostaba con sus amigos a ver quién le ganaba a correr en el campo. No había quien le ganase y ya estaba retirado». Rememora los éxitos con los juvenil del Astillero y una comida que se organizó en la localidad con motivo de la Medalla de oro al Mérito deportivo en 1977. «Estuvo acompañado por algunos de sus compañeros del Real Madrid como Zoco, Di Stéfano, Pachín, Velázquez, Del Sol o Canario».