

Secciones
Servicios
Destacamos
El Real Madrid acudió este lunes a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para escuchar, tal y como había exigido, los audios de la conversación que mantuvieron Alejandro Muñiz Ruiz, árbitro del partido que enfrentó a los blancos con el Espanyol el 1 de febrero en Cornellà, y Javier Iglesias Villanueva, responsable de la sala VOR en aquel polémico encuentro que motivó una carta sin precedentes por parte del club que preside Florentino Pérez en la que denunciaba la existencia de una presunta «adulteración de la competición» y un sistema «viciado» en contra de sus intereses. La reunión, que se desarrolló en un clima cordial y de «respeto absoluto por las dos partes», según destacó el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, no sirvió sin embargo para mitigar el enfado del Real Madrid, que tomó nota pero se mantiene firme en su cruzada contra el estamento.
«La reunión se ha celebrado de una manera muy cordial, con respeto absoluto por las dos partes. Yo creo que siempre es bueno. Nunca está de más sentarnos, exponer nuestro punto de vista», señaló Medina Cantalejo al término de una cita en la que también estuvo presente por parte del colectivo Clos Gómez, director del proyecto VAR, y en la que la delegación del Real Madrid estuvo liderada por José Ángel Sánchez, director general de la entidad de Chamartín y mano derecha de Florentino Pérez.
El encuentro venía marcado por un clima de elevadísima tensión después de tres jornadas que han aumentado considerablemente el grado de crispación del Real Madrid a cuenta de los arbitrajes y que han colocado entre la espada y la pared a los trencillas, objeto de una presión asfixiante por parte del club de Concha Espina.
Pesaba sobre la cumbre no solo la decisión de Muñiz Ruiz de no expulsar al espanyolista Carlos Romero por la brusca entrada que realizó a Mbappé en el citado partido disputado en Cornellà, sino también el gol anulado a Vinicius por falta previa del '9' del Real Madrid sobre Pol Lozano en ese mismo encuentro, el penalti señalado por un pisotón de Tchouaméni sobre Samuel Lino en el derbi capitalino celebrado una semana después y otro penalti decretado, esta vez por un pisotón de Camavinga sobre Budimir, en el Osasuna-Real Madrid que tuvo lugar el pasado sábado, choque que también suscitó las iras de los blancos a causa de la expulsión de Bellingham por un presunto menosprecio a Munuera Montero. «Han pasado cosas en los tres últimos partidos que han visto todos», aseveró Carlo Ancelotti para resumir ese descontento.
«Se ha hablado de las jugadas oportunas. Hemos ofrecido que cualquier otra cuestión que tuvieran curiosidad o quisieran tener el conocimiento de lo que se ha determinado en el terreno de juego o desde la sala VOR, que estamos abiertos, igual que con todos los equipos. Es lo habitual en esta casa y les hemos dicho que aquí tienen las puertas abiertas e igual que el resto de equipos serán bienvenidos», explicó Medina Cantalejo en referencia a una reunión que no apacigua los ánimos de un club que reclamó hace dos semanas «una reforma estructural» dentro de un sistema arbitral que considera «viciado» y se mantiene firme en sus trece.
«El procedimiento ha sido el mismo que con otros equipos. Se habla de una jugada determinada y de otras circunstancias que suceden», argumentó Medina Cantalejo acerca de una cumbre que no altera la hoja de ruta del Real Madrid.
En la 'casa blanca' se sienten perjudicados por una serie de decisiones arbitrales y siguen exigiendo una «reforma integral» del sistema arbitral, sin que las explicaciones que ofrecieron este lunes Medina Cantalejo y Clos Gómez hayan hecho variar un ápice el disgusto del Real Madrid con los arbitrajes sufridos en las últimas semanas. «Hay un sesgo negativo», deslizan desde el club que preside Florentino Pérez, el cual sigue sin entender cómo es posible que Romero no fuese expulsado en el reseñado pleito contra el Espanyol y se considera víctima de una caza premeditada por parte de los árbitros.
Una teoría de la conspiración que se ha visto abonada por los dos penaltis en contra que ha sufrido el Real Madrid después de la polémica carta que envió a la Federación Española de Fútbol (FEF) y al Consejo Superior de Deportes (CSD), cuando en las 22 jornadas restantes no se les había señalado ni una sola pena máxima favorable a sus rivales.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.