«Hace ocho años que salí de Cantabria y ahora soy campeón de Europa»

Raba es uno de esos talentos precoces que salieron de la tierruca en esa época de desdicha para La Albericia. A sus 26 años fue uno de esos once futbolistas del Villarreal que cogió el balón y se fue al punto de penalti con decisión. «No miras a nadie ni a nada. Piensas en que el balón toque la red y punto». Su lanzamiento, efectivo. Quizás a algún seguidor amarillo se le heló la sangre por momentos, pero... De Gea, el portero del Manchester United, tuvo que darse la vuelta para sacar el balón de su portería.

Raba se proclamó campeón de la Liga Europa después de «un año difícil, duro y después de que durante muchos años el club apostara por conseguirlo». El santanderino llegó a la cantera del conjunto amarillo con todo por hacer. Había roto ya alguna bota en el campo de la Atlético Albericia y debían estar a otras cosas a unos cien metros de allí, en las oficinas de las Instalaciones Nando Yosu. «El Villarreal es el equipo que me lo ha dado todo y aquí estoy muy a gusto», explica mientras se prepara para festejar «como se pueda, con el pueblo, con la familia y los compañeros» un título europeo que se le había negado en varias ocasiones a un club emergido desde la buena gestión de sus dueños.

No confiesa cuánto de larga se le hizo a él y a todos los triunfadores la noche después de derrotar al todopoderoso Manchester United. No hace falta. Se lo merecen todos y cada uno de ellos. «Ha sido una pena no poder celebrarlo como queríamos, pero no pasa nada», añade.

Sonríe. Echa la vista atrás. Visualiza el partido y ... «Nos adelantamos, peleamos y supimos sufrir. Fue muy complicado, lo sabíamos y luego la tanda de penaltis fue de locos. Con gol de nuestro portero». Un guión de película. Raba recuerda que «la temporada ha sido larga, con altibajos, pero siempre hemos creído en nosotros y por fin lo hemos conseguido». El cántabro es un futbolista de esos que no se rinden, que confían en sí mismo y que terminan convenciendo. Así ha hecho este curso con Unai Emery, el técnico del Villarreal que al principio de temporada no tenía claro si contar con él o no. Pudo marcharse cedido al Levante en el mercado invernal, pero finalmente se quedó en su club y el miércoles fue uno de los protagonistas. Hizo historia.

Desde 2015 tan solo ha dejado de vestir de amarillo un curso, prestado en el Huesca. «Aquí se han hecho cosas muy bien y ahora llegan los frutos. La gente está volcada. Hemos logrado conformar un grupo increíble y se merecía algo así». Ni Barcelona, ni Real Madrid... El Villarreal ha sido el único equipo español que ha sellado su nombre en el continente esta temporada. «Está muy de moda pero es la verdad. Hemos ido eliminatoria a eliminatoria, partido a partido y cuando hemos llegado a la final hemos confiado en ganarla», explica con la contundencia de alguien que sabe que nadie podrá quitarle su hueco en la historia de un club ejemplar.

Su Villarreal está ahora en el cielo y el Racing se arrastra por el infierno, sin embargo no renuncia a «un partido entre el equipo de mi tierra y el que me lo ha dado todo. Seguramente algún día volverá a darse. Yo cuando era pequeño los vi y el Racing volverá a estar donde estaba. Es cuestión de tiempo». Y una vez despierto... A celebrarlo. «Lo vamos a pasar bien. Como se pueda, pero bien». No hay duda.