El partido entre el Laredo y el Langreo, «en serio peligro» de no celebrarse

Otro de los problemas que también ha traído la borrasca Gérard, seguida de otra, Fein, al club pejino es que los vestuarios del pabellón Emilio Amavisca, que utiliza el Charles en sus partidos de Segunda Federación, también están inundados. En esas dependencias continúa penetrando el agua, por lo que el nivel aumentará en las próximas horas. Las tareas de organización del partido podrían verse «aún más dificultadas», señala San Román.

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El máximo mandatario del Charles añade que cuando este martes llegó al campo se encontró con un terreno de juego inundado y unos 40 centímetros de agua en la zona de vestuarios. «Todo se debe a que el nivel freático del campo, donde están instalados los vestuarios, está más bajo que el de la carretera y cuando se desborda el río Mantilla y se tapona todo, el agua sale a la carretera y posteriormente entra al campo al estar más bajo», explica.

El nuevo edificio construido dentro de las instalaciones de San Lorenzo ha permitido que los desperfectos no hayan sido más cuantiosos, ya que «las lavadoras y la ropa de los futbolistas están en el edificio nuevo». Aunque la ropa del último entrenamiento que realizó la plantilla en Castillo «no se ha podido lavar porque están todas las tuberías anegadas», confirma el propio José Miguel San Román. También han sufrido desperfectos los bancos y el material que hay dentro de los vestuarios. «Es lo de siempre», se lamenta el presidente del cuadro pejino.