El Rayo Cantabria cosecha un empate ante el líder que sabe a poco

El conjunto chacinero arrancó con una premisa clara y meridiana: amenazar al poseedor del balón de tal modo que nunca ninguno se encontrase cómodo. Le salió bien, porque, a costa de esa presión, si bien no progresaron, no sufrieron tampoco en demasía, ya que los verdiblancos no encontraban fluidez en el juego al no ser capaz de activarse en los pasillos laterales. Un par de acciones que Dalisson resolvió por su cuenta y varios centros exteriores sin dirección fija se convirtieron en el escaso bagaje ofensivo del primer cuarto del partido.

Con el paso de los minutos, el técnico del conjunto cántabro ajustó el sistema, con una consigna, había que robar y ser verticales, y así lo hicieron, porque antes del descanso, Gete, de cabeza, pudo inaugurar el marcador, pero Montero sacó el remate del centrocampista debajo de su portería. Lo volvieron a intentar los de Loza, en esta ocasión por medio de Dalisson, pero el meta Johan desvió el disparo. Por su parte los salmantinos dispusieron de una gran ocasión en la primera mitad, pero el lanzamiento de Álex desde fuera del área lo desvió Germán a córner en una excepcional intervención.

El descanso sentó bien a los locales, que salieron a por todas tras el pitido inicial. Abrieron la segunda parte con sendas llegadas con peligro al área del Guijuelo. Yeray tendría una de las más claras del encuentro apenas al llegar el primer cuarto de hora. De nuevo el centrocampista cántabro dispuso de una nueva ocasión, pero su lanzamiento se fue al lateral de la red de la meta de Johan. Siendo el más activo de los suyos y un peligro para los salmantinos, disparó alto en un tramo en el que parecía que los visitantes pedían que acabase el partido con empate en el marcador.

Y eso fue lo que pasó. No hubo gol verdiblanco y no hubo victoria, lo que hizo que los aficionados se fueran a casa con la decepción de no haber visto al equipo ganar en un partido en que los de Loza merecieron más.