Luis Palomeque, el héroe inesperado

«Me entero el sábado. Y ese día, algo nervioso sí que estoy», señala el cancerbero blanquiazul. «Pero el domingo ya estuve más tranquilo». Para calmar esos nervios, nada mejor que la rutina a seguir en un día de partido. «Por la mañana, estirar un poco, dar un paseo por Suances... Y al llegar a casa, preparar el equipo, comer, y luego, para el campo».

Sus nuevos compañeros del domingo, los mayores del club, no le eran tan desconocidos. No era la primera vez que Luis Palomeque compartía un terreno de juego con ellos. «Hice la pretemporada con el primer equipo y a lo largo del curso, de vez en cuando, entreno con ellos». La cosa sí cambió un poco al saltar a El Malecón. «Había jugado allí algún torneo, pero sin gente en la grada. Pero esta vez, con el público... Sí impone un poco». Los compañeros arropaban a su joven guardameta. «Me decían que tenían mucha confianza en mí y que lo hiciera como si fuese un partido más». Junto a él, su compañero de fatigas en el juvenil, ya que Paul Pazos -«nos turnamos en el equipo en la portería», comenta Palomeque- era el portero suplente el domingo.

El pitido de la árbitra Gil Soriano marcó el debut oficial de Luis Palomeque como portero de la Gimnástica. Y un partido de Segunda RFEF es muy diferente a los de juveniles a los que él está acostumbrado. «Tienes que estar concentrado al 100%, no parar de moverte, de hablar. Porque los rivales son más fuertes, más potentes, más precisos...». En el minuto siete llegó el primer espaldarazo en forma de confianza. A un disparo raso y cruzado por parte de un jugador asturiano responde con solvencia el cancerbero. «Eso ayudó. Parar esa primera acción. Creo que lo hago bien». Con varias intervenciones demostrando seguridad, Luis se ganó a toda la grada al final del choque. Con la Gimnástica por delante desde el minuto 50 tras el gol de Tobar, una parada en el tiempo añadido evitó el tanto del Covadonga y dejó los tres puntos en El Malecón.

Las felicitaciones de público y compañeros tras el partido, la petición de fotos... Y las de ayer ya en el instituto Nuestra Señora de la Paz, «donde me han felicitado compañeros y profesores», señala un Luis Palomeque que empezó a jugar al fútbol «a los cuatro años, en el colegio de La Paz», y ya con siete llegó «a la Gimnástica. Siempre he estado aquí». De pequeño, su referente es un Iker Casillas con el que guarda cierta similitud en cuanto a debut inesperado. «Ahora, me fijo en Courtois y también en Ter Stegen, por su juego de pies». Como portero, «no soy muy alto. Mido 1,74», apunta, «Pero creo que soy rápido, tengo reflejos y un buen juego de pies».

Tras el instituto, vendrá la Universidad. «Aún no tengo claro lo que hacer. Pero primero, los estudios, que esto del fútbol... A ver cómo sale». Pero por el momento, no puede salir mejor. Palomeque es consciente de que volverá con sus compañeros al juvenil, pero se apunta a otro partido con el primer equipo. «Si hace falta estar de segundo en el siguiente partido, que cuenten conmigo». En este tramo final de la temporada en el que la Gimnástica se juega la permanencia, en la portería hay recambio de garantías para afrontar cualquier imprevisto.