El surf en Cantabria lucha por seguir en la cresta de la ola

Ribamontán al Mar fue declarado Reserva Natural en 2012, por sus playas de Somo, Loredo, Los Tranquilos, Langre y Galizano. Parajes tan hermosos como salvajes, con olas que rozan la perfección para los surfistas más exigentes y también para los que buscan olas largas y tranquilas.

El año pasado fueron 6.000 alumnos los que pasaron por las escuelas de surf del municipio y cada temporada reciben un 5% más de grupos. El municipio está volcado en aprovechar todos los recursos que posee para mantenerse en la cresta de la ola y seguir creciendo en el negocio del surf.

Este deporte ha enganchado a 36 millones de personas en el mundo, a tres millones en Europa y crece una media del 1,5% al año. El perfil es gente de diversas nacionalidades que comparte un mismo estilo de vida desenfadado y viaja en furgonetas, donde guardan diferentes modelos de tablas y tienden sus trajes de agua. En la actualidad, este turismo surfero genera en el municipio cántabro unos ingresos anuales de 14,1 millones de euros y crea 689 empleos directos e indirectos.

No es casualidad que Cantabria tenga tanto tirón en este deporte, ya que es cuna del surf en España, con la figura de Jesús Fiochi, el cántabro y primer surfista en España.

En Somo y Loredo, hay olas 300 días al año. Uno de los logros del municipio ha sido desestacionalizar la actividad y extender su práctica a cuatro meses al año. Las escuelas de surf permanece abiertas todos los fines de semana del año y festivos. El número de éstas se ha triplicado en seis años, con cinco en 2009 a 15 en la actualidad. También hay cuatro surf house, ocho tiendas de surf con material y alquiler de equipos, y dos talleres de reparación de tablas.

Junto al surf, existe una variedad de modalidades como el bodyboard, el SUP, de pie en la tabla y con remo para coger olas de pie, o el longboard, una tabla más larga de lo habitual que se recorre de pie. La cuestión es disfrutar de las olas y luchar contra ellas, un reto que genera mucha adrenalina.

Grandes riders

El ritual comienza cuando se pone el pie en la arena, con la tabla bajo el brazo y se echa una carrera al agua para darte el baño con el que poner a prueba tu agilidad, persistencia y conocimientos del mar. La escapada de surf dura de media cuatro o cinco días, y el dinero por estancia de cada turista ronda los 285 euros.

Para aprender hay grandes figuras cántabras en las que fijarse y no te extrañe cruzarte en el agua con ellas. Pablo Solar, Pablo Gutiérrez, Dani García, que abanderan el surf cántabro, habituales de estos arenales de Ribamontán al Mar. También, Laura Revuelta, entre las féminas, o Mirka Martínez Solar, cinco veces campeona de España. La gran calidad de los picos de olas de Cantabria ha forjado a estos grandes riders.

La industria del surf en España se asienta en tres ejes: viajes, equipamiento y ropa. San Sebastián genera 14 millones de euros, Ribamontán al Mar, 3,8 millones de euros, por delante de Mundaka, con tres millones de euros.

El Centro del Surf de Somo se inauguró en 2012. Situado a pie de playa, es el primer centro receptor del surf en España y acoge una oficina de turismo, almacén de tablas, vestuarios, el museo de La Historia del Surf en Cantabria y es sede federativa. Este espacio es el epicentro de actividades y competiciones. Además, exite un un Skate Park de 600 metros cuadrados junto al centro que acoge campeonatos.