Secciones
Servicios
Destacamos
Álvaro G. Polavieja
Viernes, 23 de diciembre 2016, 12:06
Aunque el fútbol sigue siendo el deporte rey, cada vez son más los que, como el joven surfista cántabro Miguel Betegón, deciden colgar definitivamente las botas en el armario y meter la tabla y el traje en el coche. En su caso, la apuesta, vista ... con perspectiva, estaba más que justificada: campeón de España junior en los años 2012 y 2013 y subcampeón absoluto en 2015. Este año fue invitado a participar en La Vaca Gigante, pero decidió esperar al año que viene. La suya es una pasión, el surf, que compagina como puede con el grado de Telecomunicaciones y por la que sigue apostando sin dudar pese a las dificultades que entraña su práctica a nivel profesional.
¿Cómo conoció y se aficionó al surf?
Yo estudiaba en un colegio de Monte y los hermanos mayores de mis amigos empezaron a surfear en la zona de La Maruca, que es donde empecé yo. Después ya seguí practicándolo y mis padres me dejaron abandonar otros deportes como el karate o el fútbol, para poder centrarme en surfear.
¿Qué le aporta el surf?
Creo que es importante que ya que estamos en Cantabria conozcamos sus playas. Yo gracias al surf he podido viajar a sitios maravillosos como Indonesia o Australia, y en esos viajes he hecho algunos de mis mejores amigos.
¿Cómo ha sido su evolución en este deporte?
Cuando empecé sólo podía ir los fines de semana porque salía tarde del colegio. Un invierno mis padres, que siempre me han apoyado mucho, me compraron un traje más gordo y empecé a entrar al agua todo el año. Recuerdo que al principio mi padre forraba el asiento del coche con un plástico y me llevaba y me traía de surfear con el traje puesto. Después conocí a Ricardo Bilbao, un entrenador profesional, y empecé a entrenar con él. Entonces empecé a competir, primero en los nacionales y después en los europeos, llegaron los primeros títulos y... hasta ahora.
¿Qué supuso dar el salto a la competición?
La verdad es que tienes que tener tiempo, porque en el surf tiene unos condicionantes que en otros deportes como el fútbol no existe. Si te gusta el balón, el campo los tienes siempre ahí, pero en el surf dependes del mar y te obliga a moverte buscando la playa en la que hay buenas olas; también tienes que esperar a la que la marea sea propicia, y entre unas cosas y otras inviertes mucho tiempo. Además en mi caso, que estoy estudiando la carrera de Telecomunicaciones, me obliga a combinar los estudios y el deporte de una forma extrema. Por suerte, las ayudas del Gobierno de Cantabria como deportista de alto rendimiento me facilitan bastante el conciliar ambos aspectos.
¿Cómo se viven los títulos?
Empecé el circuito nacional y conseguí clasificarme entre los 24 finalistas. Entonces tuve que ir una semana en Galicia, que es donde suele realizarse la final. Llegar ahí ya era algo increíble, hay mucha gente y mucho nivel, gracias a lo cual hice muchos amigos y aprendí un montón. Yo entonces no tenía ningún apoyo ni sponsor y a raíz de aquello empecé a contactar con patrocinadores. Desde aquel momento fue todo hacia arriba, hasta que mi actual patrocinador, RVCA, se fijó y apostó por mi a nivel europeo.
¿Tan vital es el asunto de los patrocinios?
Sí, porque para estar en circuitos profesionales hace falta dinero. Además son un impulso porque te motivan para seguir mejorando y a seguir compitiendo, porque si yo estoy aquí ahora es gracias a ellos. Ellos me patrocinan, yo les doy repercusión, así que es algo muy positivo para las dos partes.
¿Qué retos de futuro tiene?
Me gustaría competir en el circuito mundial , pero para eso hace falta mucho dinero y con los patrocinios que hay ahora en España y en Europa es bastante difícil conseguirlo. Como competir a nivel profesional es tan complicado, me dedico bastante al free surf, que es una modalidad centrada en generar contenidos y reportajes sobre viajes, playas, olas, etc., para revistas y otros medios. Cuando las marcas ven que tienes seguidores en las redes sociales y gente que te conoce, es más fácil que apuesten por ti. En tema de competición, de momento me dedico a hacer el circuito europeo y de sobra.
¿Cómo ve el surf en Cantabria? ¿Cómo ha evolucionado?
La gente lo empieza a ver como un deporte, no como cuando empecé yo, que decía a mis amigos que iba a entrenar y me decían que en el surf no había entrenar, sólo meterse en el mar y coger olas. Ahora ya se ve como algo más serio y profesional, que se ha extendido mucho. Ahora coges a cien personas de Cantabria y veinte cogen olas. Tenemos mucha suerte, porque tenemos muchas playas y muy accesibles; también hay muchas escuelas, muchas tiendas de surf y sobre todo buen material para pasar los inviernos, que es lo único un poco peliagudo para hacer surfing aquí. La verdad que cada año se ve que viene más gente a coger olas a Cantabria, y eso a nivel económico se nota mucho.
Mirando hacia atrás, ¿de quién se acuerda?
De todos los que han hecho posible que pueda vivir disfrutando de este deporte único. Si hay que poner nombres, de EduSánchez, de Fuel Surf, de la gente de Go Surfing, de la Escuela Cántabra de Surf y por supuesto de mi familia.A nivel de patrocinios estoy muy agradecido a RVCA, a Feather Fins, a SurfEars y a Stickybumps Surfwax. Sin ellos sería imposible poder dedicarme al surf como lo hago. ¡Y que dure!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.