Punto final a una temporada brillante

El choque comenzó con los zamoranos un poco más templados. Un par de errores no forzados de la primera línea cántabra otorgaban el mando del partido al conjunto de Edu García Valiente para no abandonarlo en todo el choque. Con Nico Colunga al mando de las operaciones, el ataque naranja se estrellaba continuamente contra la zaga rival. Costaba circular la pelota y las opciones de lanzamiento no aparecían con claridad. Así fue Hernández el encargado de descerrajar la tensión con un gol desde el extremo.

Los primeros minutos fueron de dominio del Zamora, que sorprendía con dos goles de Magadán y Carballo para ponerse con 0-2. La primera línea de los de Diego Soto compuesta por Colunga en el centro, Sergio en el lateral izquierdo y Cancio en la derecha encontraban en estos minutos iniciales mucha dificultades para superar la defensa rival que, incluso en inferioridad, lograba bloquear los lanzamientos del Torrelavega y lograba por medio de Martín el 0-3 en el minuto siete.

El ataque de los zamoranos contaba con más fluidez en su juego posicional y superaba a Luis de Vega en la portería de los torrelaveguenses. La defensa de los naranjas no acertaba a parara el ataque rival y el marcador a los catorce minutos -con un parcial de 3-8- obligó a Diego Soto a pedir tiempo muerto para recomponer el juego de los cántabros, ya que el equipo no funcionaba ni en ataque ni en defensa. Con el 4-10 hubo cambio en la dirección del equipo de Soto, que dio entrada a Genio González para tratar de conseguir más efectividad, pero el meta del Zamora, Maciel, desbarató cada ocasión de peligro sobre su arco.

En los últimos diez minutos de la primera mitad la ventaja era clara para los zamoranos que jugaban con 6-12 a su favor. El cambio de la defensa 5-1 y en la portería no dio el resultado apetecido ya que la ventaja se mantenía en siete goles a favor de los zamoranos dentro de los últimos cinco minutos de este periodo, que finalizó con 11-16.

Mejoría insuficiente

El paso por los vestuario propicio una ligera mejoría en los de Diego Soto, la defensa se mostró algo más contundente y ello les permitió acercarse en el marcador, pero los zamoranos seguían controlando el encuentro gracias a las finalizaciones de Magadán y Cangiani.

Con 24-18, no había nada que perder y los naranjas se vaciaron en busca de una remontada que parecía inalcanzable. Una diana de Edu Fernández más un penalti transformado por Vicente Benito cambiaron el tiempo muerto de banquillo. Quedaban 5:30 y la fe de los naranjas seguía intacta. Sin embargo, un latigazo de Prieto y el enésimo vuelo de Facu Cangiani desde el extremo enterraron la ilusión del Balonmano Torrelavega de soñar con el ascenso.