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BORJA CAVIA
Santander.
Jueves, 30 de diciembre 2021, 07:19
Sandra Sánchez (Talavera de la Reina, 1981), disfruta estos días del bien ganado reconocimiento a su labor y visitó la región para recoger el premio Cantabria que le otorgaron en la Gala del Deporte Cántabro.
-Finaliza el 2021, el año de su oro olímpico. ¿ ... Cómo le ha cambiado la vida la medalla?
-Yo quiero que la gente piense que Sandra no ha cambiado, sigue siendo la misma, pero sí que es verdad que mi vida social se ha multiplicado por un millón. Llegan los reconocimientos y el momento de poder compartir la parte distendida de ganar un oro olímpico.
-Alberto Ginés ha ganado el oro siendo casi un niño. Usted, tras ganar todos los títulos y medallas posibles, dígame ¿Tiene que ver ganar un oro olímpico con cualquier otro tipo de título?
-Nada, y eso que yo valoro un montón cada medalla, sea la que sea. Llegas a unos Juegos y no sé qué pasa que se multiplica todo, los sentimientos, las emociones y, además, como compartes todo con todos los deportes, llegar con la medalla a la Villa y sentir el reconocimiento de todos los compañeros es especial. Se viven cosas únicas.
-Además del reconocimiento que da y del cambio de vida social, la medalla le ha permitido cumplir el sueño de su vida, comprar una casa a sus padres.
-He dado el primer pasito del sueño, hay que convertir esa casa en algo habitable. Es algo que me hace mucha ilusión, es muy difícil vivir del kárate, y todo ha venido gracias a ellos. Yo recuerdo a mi padre sentado con la factura del teléfono y nos reunía a todos para ver quién había hecho las llamadas más caras. Ellos me han dado todo y yo quiero devolvérselo.
-Primera y, de momento, última campeona olímpica de kata. ¿Cómo se explica que el kárate sea parte del programa en una sola ocasión?
-Ojalá tuviera una explicación. Nos merecíamos estar desde hace mucho, cumplíamos todos los requisitos para ello, pero no lo hacíamos, y cuando lo conseguimos nos sacan antes de hacer nuestra puesta en escena en Tokio. No nos han dado tiempo para ver si iba bien o mal. Todo lo cuantificable, como audiencias o impacto en redes, ha sido un éxito, con ello y cumpliendo los requisitos no sé a qué se debe que estemos fuera. Yo tengo una sensación de impotencia, de injusticia.
El ahora
FUTURO
REPERCUSIÓN
AUSENCIA
-¿Cuál es el secreto de un buen kata?
-Jesús (Del Moral, su pareja y entrenador), siempre dice que cuando se hace un kata con el corazón se suda con el alma. El secreto es entrenar, trabajar y estar dispuesto a lo que eso significa. Entrenar no es solo lo que se ve en las redes o el minuto que dura un vídeo, es hacerlo todos los días, cuando duele, y resistir cuando las cosas no salen bien.
-Ha pasado por Australia, por Dubai... Con usted se cumple aquello de: 'Es difícil ser profeta en tu tierra'.
-Sí que es verdad. Me siento muy querida en mi ciudad, Talavera, pero el cariño que recibo, por ejemplo, en Japón, y eso que les gané una final, fue muy grande. Ahora en Santander he visto también que la gente me quiere.
-Uno de los deportistas más grandes de la historia de Cantabria, Severiano Ballesteros, era más conocido en el Reino Unido que en España. ¿Le sucede a usted lo mismo, que le reconocen más por la calle fuera?
-Sí que me ha pasado un poco eso. En Japón nos recibían a lo grande, con regalos, y como que en España costaba más. El cariño lo he recibido a lo grande, pero muchas de las críticas o comentarios más feos también los he recibido en España, a gente que parece que le sienta mal. Quiero creer que son los menos.
-Es la ganadora del premio Cantabria. Además de haber podido entrenar en El Sardinero, ¿qué relación le unía con Cantabria?
-Había estado aquí en Campeonatos de España infantiles y, además, cuando llegábamos recordé sitios donde había comido o por donde había pasado. De niño estás en muchos sitios, pero de aquí tenía recuerdos de los restaurantes del Barrio Pesquero. También tengo compañeras de aquí, como Nadia Gómez o Carlota Fernández, que siempre hablan auténticas maravillas de Cantabria.
-Ha insinuado que 2022 puede ser su último año. ¿Qué estímulos necesita para continuar?
-No sé, yo también quiero vivir cosas en la vida que no se pueden hacer cuando entrenas siete horas diarias. Quiero despedirme de una forma bonita, ojalá en 2022 pueda hacerse con el pabellón lleno, que estén mis amigos, familia, la gente contra la que he competido toda la vida. Hay Campeonato de Europa y Juegos Mundiales, sería una bonita forma de despedirme no solo del público, sino de las compañeras contra las que llevo compitiendo toda la vida y que gracias a ellas yo he seguido mejorando. No sé si habría un 2023, nunca una decisión es al cien por cien.
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