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«Completamente agradecido». A todo y a todos. Así terminó Sergio García su debut en Los Ángeles ante Sebastian Fundora. Vencido, que no derrotado. Demostró su valía y que en Estados Unidos para convencer a los jueces locales hay que destruir al oponente. Satisfecho pese ... a perder a los puntos, eso sí «reventado». «Me voy a echar ahora mismo a la cama», decía poco después de terminar el combate.
«Hemos hecho todo lo que habíamos planeado y a pesar del resultado, que sabíamos que podía ser ese, ha salido todo bien. Los promotores me han dicho que están muy contentos y que me van a volver a dar la oportunidad de pelear en Estados Unidos», explicaba el Niño entre la emoción, el agotamiento y la entereza para encajar la primera derrota de su carrera. «La promotora me ha dicho que, con una pelea como esta, seguro que podemos volver; que no se puede perder todo por una sola derrota y que tengo que estar orgulloso de lo que he hecho. El público estadounidense es muy exigente y me ha tratado muy bien; creo que nos agradecía la valentía y lo bien preparados que hemos llegado al combate».
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Mario Cerro
Sus palabras resumen lo ocurrido en la madrugada del domingo al lunes en el Staples Center y despejan la gran incógnita que se planteaba en torno a su carrera en caso de derrota. Ese '¿Y ahora qué?'.
Una opción era volver al circuito europeo. Otra, seguir asaltando la capital del boxeo, pero para eso había que salir muy entero del debut, y el Niño lo ha hecho.
«Va a haber novedades», explicaba en breves mensajes a su entorno. Ahora toca el tiempo de la reflexión y de planear el futuro, pero ese Sergio García «eternamente agradecido» no parece haber dicho su última palabra.
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