Fallece Víctor Sainz de la Maza, expresidente de Astillero

En el año que inauguraba la década más dura, la de la posguerra, Víctor Sainz de la Maza vino al mundo en una familia con otros diez hijos. Los más pequeños no acertaban con lo de Víctor y sus balbuceos en forma de 'Titín' se convirtieron en apodo para toda una vida. A pesar de ese gran número de hermanos y de la época, sus padres les dieron estudios a todos ellos. Víctor estuvo en la Escuela de Peritos de Santander, desde donde pasó a la facultad de Medicina de Bilbao. Una vez que se doctoró estuvo vinculado al servicio de Urgencias de Valdecilla. Pero la Medicina no era la única inquietud de su vida. Su vocación empresarial le animó a poner en marcha Talleres Joan y también a hacerse cargo del mantenimiento de Solvay. Años más tarde, regentó una gasolinera en Muriedas.

Pero en la vida de Víctor Sainz de la Maza había otra pasión. La cercanía de la ría de Astillero facilitaba la práctica de un deporte, el remo, en el que Víctor se convertiría en un hombre con mentalidad adelantada. En 1966 puso los pilares para la puesta en marcha de la que, con el tiempo, llegaría a ser la entidad más laureada de Cantabria, algo que coincidió con su presidencia. Basta un dato. En la temporada 2003, Astillero consigue 25 victorias... en 36 regatas. Entre ellas, los títulos de la Liga ACT, La Concha y los Campeonatos de España y Cantabria. No sólo presidente, sino en varias ocasiones mecenas del club, en una regata de La Concha 'Titín' movilizó más de treinta autobuses para que los aficionados acompañasen a San Sebastián a los remeros y trasladarles su apoyo. Los buenos aficionados aún recuerdan otra anécdota en la época de Sainz de la Maza y hablan de hasta 6.000 personas para recibir a Juan Mari Lujambio como nuevo patrón de los azules.

De fuerte personalidad, fue uno de los artífices de la creación de la Asociación de Clubes de Traineras, aunque luego salió de la misma. También con inquietudes políticas, Víctor Sainz de la Maza fue concejal por el PRC durante dos legislaturas en el Ayuntamiento de Astillero. En definitiva, una persona que sintió su pueblo y trabajó por él a destajo. Y sobre todo por un club, Astillero, que bajo su presidencia se convirtió en la envidia de todo el Cantábrico.

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