Lavid y Óscar salen por la puerta grande

Con casi 700 personas presenciando el evento, tan solo dos bolos decidieron el pase a la final. Aunque la tarde había comenzado con una bola queda de cuatro de Rubén Rodríguez, entre el capitán de Roper y Carlos García, su compañero, no solo lograron levantar la tirada inicial sino que consiguieron un concurso suficiente, al menos, para poner en apuros a los que tenían que tirar detrás. Sus 285 bolos iban a marcar el corte y llegaban después de que el bolista zurdo apenas fallara abriendo y tras dos grandes tiradas, una de cuarenta y otra de cuarenta y cinco, la tercera, en la que Carlos supo rematar birlando desde tablón lateral de la mano. De no ser por su mal segundo concurso de ayer, los jugadores del cuadro camargués podían haber peleado el campeonato hasta el final. Ambos vivieron una situación similar en el Regional celebrado en Oruña.

Los líderes antes de comenzar la tarde eran Óscar González y Lolo Lavid. Los de Borbolla poseían 22 bolos de ventaja sobre sus perseguidores, una renta que de no ser por las bolas quedas habría aumentado. El de Liérganes dejó dos bolas en la caldera que, sin embargo, no les impidieron llegar al ecuador del concurso con 139 bolos, después de salvar las dos manos en las que tuvieron una bola menos y tras superar los 40 en las otras dos. Desde atrás tuvieron algún fallo más desde el birle, la última bola se les marchó de uno, pero, aun así, lograron una cifra de 267 bolos que les iba a permitir enfocar la final con una importante ventaja de 21 bolos.

Más allá del rédito con el que los jugadores nojeños iban a arrancar el concurso decisivo, el principal aliciente en la segunda semifinal fue comprobar si Víctor y Salmón iba a poder pelear el título. Desde los dieciséis metros, con emboque del astillerense incluido, la tirada fue por los derroteros habituales en la pareja, pese a una mano de 26 que lastró su cifra a raya alta. Desde dieciocho metros, sin embargo, comenzaron los problemas. Salmón no encontraba el sitio en la bolera y pese a los aplausos y ánimos del respetable, que poblaba en buen número el graderío de la Mateo Grijuela, el camargués lanzó varias bolas blancas desde el tiro, aunque de birle se mostró algo más acertado.

Fue ahí, cuando peor estaba su compañero, cuando surgió la gigante figura de Víctor, que tiro de la pareja para que no solo lograran, por dos bolos, superar a Carlos y Rubén Rodríguez, sino incluso recortar un bolo a la pareja de Borbolla de cara a la final, después de tener la necesidad de derribar 27 en la última mano. Pese a todo, 21 palos parecían suficiente ventaja para que Lolo y Óscar no tuvieran que arriesgar con la raya alta.

Los de Peñacastillo cambiaron de táctica y fue Salmón el encargado de abrir cada tirada de la final. Pese al cansancio, el camargués se vino arriba y desde tiro cercano volvió a sumar bolos, lo único que al martillo pilón que es Víctor les hizo comenzar con dos tiradas de 38. En ellas lograron recortar siete bolos a los líderes, que jugando con su ventaja fueron cumpliendo de tiro y brillando de birle para no dejar acercarse a sus perseguidores.

En la tercera mano, una bola baja de Víctor cogió madera y se quedó, lastrando una tirada que pese a ello fue de 34, aunque sirvió para que los de Borbolla volvieran a ampliar su ventaja. En la siguiente fue Salmón el que sufrió los inconvenientes de la raya alta con una bola que se quedó a escasos milímetros de la cinta y que sirvió para que los nojeños dieran un paso más hacia el campeonato, eso sí, después de que una bola de Lolo estuviera a punto de quedarse con el panojo tras cruzarse un bolo y de otra, del mismo bolista, que estacó hacia el lado del emboque y se quedó de caja.

El campeonato llegaba a sus cuatro últimas tiradas con 30 bolos de ventaja para Lolo y Óscar, una cifra refrendada por el ritmo de birle de un Óscar González que apenas falló bola a ambas manos. Con el paso de las bolas reapareció el cansancio de Salmón y aumentaron los lanzamientos en busca del emboque, que a punto estuvo de lograr Víctor con la última de la sexta mano. Precisamente en la misma tirada llegó el único pinchazo de los de Borbolla, que tras un caballo de Lolo y una mala subida se quedaron en 22.

En las dos últimas tiradas al pulgar no llegó el ansiado emboque para los de Peñacastillo, que pese a quemar sus lanzamientos en busca del cachi, lograron hacer 32 y 33 respectivamente.

Noveno título nacional de peñas por parejas para Hermanos Borbolla, que logró su primer entorchado por medio de Raúl de Juana y Alfonso Díaz en Renedo en 1999. El próximo año el Junco buscará repetir triunfo con un nuevo compañero, mientras que Lavid lo intentará alcanzar vistiendo la elástica de Las Fraguas.