Un partido casi perfecto del Textil vale un ascenso

Un Matilde de la Torre ya con una temperatura de lo más alta, producto de la anterior semifinal en la que animaba al Sanaya Libby's La Laguna ante el Barça, recibía a los suyos en el partido con mayúsculas. Quien ganase, a Superliga la próxima temporada. Ylos de Cabezón de la Sal salieron mucho más entonados que el L'Illa Grau. La primera ventaja apreciable fue de los locales (4-1), y aunque los castellonenses querían agarrarse al partido, entre los bloqueos de Dos Santos y los puntos de Contreras, el Textil estiraba la ventaja hasta el 10-5 que hacía a Carlos Cavalli, el preparador de los levantinos, pedir su primer tiempo muerto de la ya tarde-noche en Cabezón. No sirvió de nada, porque el 'Coco' Linares se convirtió a partir de ahí en el protagonista estelar, con esos remates marca de la casa llenos de potencia. Con 17-8, el L'Illa Grau paró de nuevo el partido. Algo más se entonaron los visitantes, pero la renta del Textil era demasiado cómoda como para que se le complicase un set que cerró por 25-16. El primer paso ya estaba dado.

Noticia Relacionada

El regreso a la élite tras una temporada histórica

El segundo set sí estuvo bastante más igualado. Con el 3-4, el L'Illa Grau cogía el mando en el marcador por primera vez en el choque. Con empate a 18, ahí se decidió el parcial. Cuatro puntos seguidos del Textil abrieron ya una brecha insalvable. Los de Cabezón ganaban por 25-21 entre el delirio del Matilde de la Torre. Faltaba el último esfuerzo.

Pero las buenas sensaciones que los castellonenses mostraron en ese segundo parcial las aumentaron en el tercero. De nuevo fue de lo más igualado, pero casi siempre con ventaja foránea, aunque nunca superó los tres puntos (10-13). El marcador registró un empate a 20, y ayudados por su bloqueo, los visitantes ya se adelantaron con un 21-24, para cerrar el set por 22-25. Tocaba seguir trabajando.

Y para cerrar el choque, tocó sufrir de nuevo. Otra vez un set igualado a más no poder. Aunque a diferencia del terceo, esta vez eran los de Cabezón de la Sal los que casi siempre llevaban la iniciativa en el luminoso del Matilde de la Torre. Tras un tiempo muerto del L'Illa Grau, llegó el primer estirón en el marcador de los de Marcelo de Stéfano (15-11). El L'Illa Grau seguía intentando acortar distancias y engancharse al partido. Pero el Textil cogió la máxima renta en el momento preciso. Villarruel, con un gran punto, lograba el 20-15 para levantar de sus asientos a todo el público, consciente de la importancia del punto. Con la grada más que enardecida, se sucedieron las anotaciones hasta llegar a un 24-18, la primera bola de ascenso a la Superliga Masculina. No hizo falta más. El Textil ganaba ese cuarto set por 25-18 y volvía al cielo del voleibol español.