Pedreña se vuelca con los suyos

Pedreña ya vive por y para su trainera. Ayer los remeros estuvieron arropados por sus vecinos; sus paisanos, su pueblo, en el último entrenamiento antes de jugarse el ascenso a ACT. Hace ocho años que los pedreñeros, que entonces bogaban a bordo de la 'Seve Ballesteros' y la 'Marina de Cudeyo', perdieron la categoría. Desde entonces han luchado por reinventarse en medio de la crisis del remo cántabro. Para ello recuperaron hace tres años a un histórico: el pasaitarra Joseba Fernández, que aspira a llevar a los suyos a la élite cuando, tal vez, menos se esperaba.

Pedreña rezuma remo y un apellido lo hace especialmente: Bedia. Ángel Gómez lo lleva como segundo y fue proel y preparador de la trainera. Ahora sigue a los suyos desde la distancia, entre la esperanza, la añoranza y la preocupación por la situación que atraviesa el remo en Cantabria: «En Pedreña la afición siempre está latente, y cuando llegan los buenos resultados siempre se despierta más, como ocurre en todos los deportes».

Reconoce que aún siente las ganas de embarcar en la trainera, pero «los años pasan y hay que aceptarlo», lo que no impide que preste atención al equipo y siga conversando con los remeros, algunos de ellos excompañeros, cuando se cruzan en el pueblo o por la zona del club de remo. Lo lleva en la sangre, como no podía ser de otro modo cuando se habla del nieto del mítico Pepe Bedia.

«Está todo muy igualado. Normalmente el que viene de ACT suele estar más fuerte. Después están San Pedro y Pedreña, que ha terminado muy bien la temporada». No descarta tampoco a Meira y prevé un play off muy abierto en el que ni siquiera da por completamente seguro que Lekitarra, undécima en ACT, tenga asegurada la continuidad en la élite. El caso es que 'La Pedreñera' busca recuperar el puesto que perdió hace ocho años y, de paso, devolver al remo cántabro la representación en ACT, algo que no ocurre desde que en 2017 perdió la categoría Astillero. Tiempos muy diferentes a los quince primeros años del siglo, en los que el remo cántabro era pujante, cuando Castro y Astillero ganaron la Liga y La Concha, Pedreña era habitual entre los grandes. En 2011 llegó incluso a haber cuatro barcos cántabros en la ACT. Los tres clásicos y Camargo.

La falta de financiación es un problema, pero no el único: «El remo está un poco olvidado -se lamenta Ángel Gómez Bedia- y no solo es asunto de dinero y de trabajar la cantera. Hay clubes que lo hacen muy bien, pero, ¿donde están después esos remeros? Hemos perdido una o dos generaciones. Quizá hay menos afección por el remo y si además se le quita uno de los incentivos que pueden tener la gente joven, que es un pequeño ingreso para tener cierta independencia, todo cuesta más. Y en esta situación cualquier remero que destaque y reciba una oferta del País Vasco tiene que irse».

Aun así, disfruta con la ilusión que transpira su pueblo y confía en un ascenso que sea, además, positivo: «Esperemos que sí y que sea bueno, porque este año ha sido complicado. Yo les he visto tener que salir a entrenar muchos días sin completar la trainera y hay muchos remeros en la frontera de los cuarenta, así que va a ser difícil afrontar la exigencia de la ACT, pero esperemos que, si se asciende, sea para bien».

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