La cántabra Sara Fernández, recibida como una campeona

Fernández ha llegado al aeropuerto, acompañada por su compañero Llarena, procedente de las isla Canarias, donde no solo puso un broche de oro a la temporada, sino que además ha hecho historia en el automovilismo cántabro. En la terminal de llegadas estaban esperándola casi cien personas, entre las que había familiares, amigos, compañeros del motor y algún aficionado que no quiso perderse la emocionante llegada de la cántabra. También estaba el piloto Óscar Corona, con el que Sara comenzó en el mundo del motor hace 16 años.

Uno de los primeros en abrazar a la copiloto ha sido su abuelo, uno de sus más fieles seguidores y el que la ha acompañado desde que en 2005 Sara Fernández se pusiera el casco por primera vez para competir en el asiento de la derecha.

A su llegada, Sara, muy emocionada por el recibimiento, ha expresado la felicidad que siente con el título conseguido. «Casi no me lo puedo creer, estoy todavía en una nube», ha afirmado. La deportistas cántabra ya habló el sábado, instantes después de acabar la prueba con este periódico y señaló que este título es «un premio a todos estos años de trabajo, esfuerzo y sacrificios, que ahora veo recompensados». Con respecto al Rally de Canarias explicó que había sido «un rally muy difícil y con mucha tensión, además de todo lo vivido las semanas anteriores para poder reunir el presupuesto mínimo para estar aquí. Creo que hemos estado a la altura y en el último tramo lo hemos dado todo. No podíamos fallar a todos los que nos han ayudado».

Sara además ha recibido muchas felicitaciones públicas, a través de las redes sociales, entre ellas, la del presidente Miguel Ángel Revilla.