Fernando Alonso y la sonrisa que todos añoraban
Las sensaciones con las que sale Aston Martin de Canadá despejan las dudas que generó la cita en España
David Sánchez de Castro
Lunes, 19 de junio 2023, 15:10
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David Sánchez de Castro
Lunes, 19 de junio 2023, 15:10
Seis podios en ocho carreras es algo novedoso para los nuevos aficionados a la Fórmula 1 que se han subido al carro del cuarentón Fernando Alonso. Hay que irse más de una década atrás en el tiempo para encontrar una campaña similar. En 2013 logró ... subirse al podio nueve veces en todo el año, incluidas dos victorias, pero no con una media de resultados tan alta como ahora. En las ocho primeras carreras de ese año abandonó en una ocasión e hizo un octavo y un séptimo puesto, aunque también ganó dos citas. Acabó la temporada como subcampeón solo superado por el entonces imbatible Sebastian Vettel.
Este año será otro piloto de Red Bull el que impida que Alonso se alce con la corona mundial. Aunque quedan 14 grandes premios por delante, varios de ellos con oportunidades dobles de puntuar con carreras sprint como el siguiente del calendario en Austria, nada hace pensar que Max Verstappen vaya a aflojar. Cuando lleguen los problemas o los errores, que por pura estadística llegarán, Alonso se acercará un poco pero no será suficiente. El dato está ahí: mientras que el español se ha subido en seis de ocho domingos al cajón, el neerlandés lo ha hecho los ocho, de los cuales seis han sido en lo más alto.
Aunque el neerlandés vaya de manera incuestionada encaminado hacia su tercer título mundial, tampoco es menos cierto que Fernando Alonso es el único capaz de perseguir su estela. De no tener ese séptimo puesto en Montmeló, porque no siempre se es profeta en la propia tierra, habría consumado un año siempre en el 'top 5', algo que no ocurre desde aquel memorable comienzo de 2006, cuando ganó cinco de las ocho primeras y fue segundo en las otras tres.
Ya lo advertía Alonso: la de Barcelona fue la última carrera sin podio. Más que una advertencia, una promesa. Incluso una amenaza. Y es que las declaraciones de Alonso van acompañadas de las sensaciones que transmite el Aston Martin AMR23, un monoplaza que no solo es justo lo que venía pidiendo el asturiano desde hace una década, sino que además le permite volver a disfrutar como nunca. No lucha por victorias porque Verstappen está a un mundo del resto, pero pulgada a pulgada se acerca mucho más.
El relato de esta temporada está siendo difícilmente mejorable desde el punto de vista cinematográfico. Muy mal lo tendrían que hacer los guionistas de Netflix para que la próxima temporada de la maniquea y manipulada 'Drive to Survive' no salga redonda.
Prueba de que no van a necesitar falsear nada, como en temporadas anteriores de la serie, es que Alonso está dándoles una cantidad inusitada de contenido. Frases memorables como la citada de Barcelona, o este mismo fin de semana cuando se preguntaba «¿quién es ese piloto ciego?» sobre Yuki Tsunoda, cuando pedía información al equipo asegurando su objetivo con un elocuente «quiero ganar esta carrera» o cuando le advirtieron de que Hamilton venía por detrás muy fuerte y, tras un contundente «yo me encargo», dejó sin opciones a su viejo rival.
Y es que otro de los grandes focos de interés de esta Fórmula 1 de 2023 es ver de nuevo a Hamilton y a Alonso rueda a rueda. Si fuera por victorias posiblemente en cada carrera habría que colocar una advertencia previa a las retransmisiones para personas con problemas cardíacos, ya que ambos han dejado ya imágenes con las que los aficionados llevaban soñando mucho tiempo.
El pique sano, de momento, entre los que fueron enemigos declarados en 2007 se ha resuelto entre risas y algunos comentarios jocosos, como ese «reaccionó lento, será cosa de la edad» que le dedicó Hamilton a Alonso en el corralito de prensa. La respuesta del asturiano: «Austria, en dos semanas».
Y todo ello sin perder la sonrisa. Alonso disfruta, hace disfrutar y además se ha encontrado con un ejército de mecánicos que beben los vientos por él, y que están gozando de los podios del español como si se subieran ellos mismos. Alonso no solo disfruta, sino que obtiene resultados en un ambiente distendido y abrazando el meme de la 33 como si fuera uno de esos esquizofrénicos seguidores que inundan las redes. Porque, a sus 41 años, vuelve a ser un niño… aunque con la experiencia de todo un maestro.
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