"Llamé a las peñas y les dije que el horario del partido lo pusieran ellas"

Con poco menos de un mes de antelación, el presidente del humilde club vecino trabaja en lo que espera que sea «una fiesta por todo lo alto». Pedro Menéndez Pedrín como le llaman en el pueblo quiere aprovechar lo que «no deja de ser un orgullo. No todos los días juega aquí un equipo como el Racing».

El polifacético mandatario, «aquí todos hacemos de todo; soy presidente, director deportivo y si hay que adecentar el campo pues a por ello», llamó personalmente a la consejera racinguista Miriam Peña para preguntar cuál era la mejor hora para jugar el partido. «A nosotros nos da igual. Tenemos 44 puntos, estamos salvados y se trata de que sea una fiesta». Por esa razón, a Pedrín y a ninguno de los simpatizantes del Lealtad les importó cambiar su habitual horario de las 12.00 por el de las 17.00 horas.«De esta manera los aficionados pueden disfrutar del día en Villaviciosa».

Viendo el reciente espectáculo de los más de 2.000 aficionados que acudieron a Burgos y los 2.400 que desembarcaron en Logroño, el presidente asturiano llamó también a las peñas del Racing. «Me dijeron que seguro que organizarían un viaje masivo, así que nos pusimos a trabajar», señala. Desde entonces Pedrín negocia con los hosteleros de la zona «ofertas y promociones gastronómicas», para que a los visitantes no les falte de nada. «Ya lo hicimos cuando el año pasado vino el Oviedo. Un menú de fútbol para que por cuatro perras se coma bien y se disfrute del día». Cuestión de ganas. El partido ante los carbayones reunió a 3.000 simpatizantes, pero el directivo del Lealtad confía en que «se supere y sea el récord. El partido pasará a la historia de este club».

A Pedrín le gusta ir de cara. «Ya les he dicho que aquí es lo que hay. La mayoría tendrá que ver el partido de pie, como antaño». Y eso que una de las misiones en las que ahora mismo se afana es en alquilar unas gradas supletorias para dar cabida al mayor número de espectadores. «Nos cuestan alrededor de 9.000 euros y aquí no da un duro nadie, así que nos tenemos que autofinanciar». Precisamente, en ese capítulo, el club asturiano ve en el paso del Racing la gallina de los huevos de oro. El precio de las entradas en la venta anticipada será de doce euros que por más de 3.000 supuestos visitantes puede significar «la vida y algo más para nosotros». Al conjunto santanderino empieza a quererle todo el mundo. Basta un dato como ejemplo. «La semana pasada nos visitó el Tudelano, el cuarto clasificado, y nos dejó 80 euros de taquilla». Con esos antecedentes, el éxodo verdiblanco que se espera para el día 24 de abril es poco menos que el maná caído del cielo.

En el Lealtad hay tres jugadores que son de fuera, el resto pertenecen de una u otra manera al fútbol asturiano. El que más cobra son 1.500 euros al mes y el sueldo medio es de 500, por lo que el dinero que puede entrar en las arcas «nos daría casi para pagar a todo el mundo».

El resto de ocupaciones en el sencillo club de Villaviciosa salen baratas. «Aquí no cobra nadie.La ropa nos la lava un amigo; el campo lo arreglan gratis unos del pueblo... Todos estamos por amor al arte», señala Pedrín, amigo íntimo de Marcelino García Toral y al que le parece mentira que «el Racing que yo iba a ver a El Sardinero cuando lo entrenaba Marce juegue ahora en Les Caleyes, ¡manda...!». Cosas de fútbol.