De Guijuelo al cielo

Se jugaba la jornada 13 mal número y el Racing viajó a la localidad salmantina a tres puntos del descenso, con solo cuatro victorias en doce partidos, con el entrenador sentenciado y con un cambio a la desesperada en la portería. Un poema. El Guijuelo era quinto y practicaba el mejor fútbol del grupo. Sin embargo, este deporte tiene estas cosas. El partido fue muy distinto a lo que hasta el momento se pudo ver. Óscar Santiago debutó en la portería sustituyendo a Dani Sotres. Para él fue el debut soñado; su equipo ganó, él realizó una buena actuación y se ganó el puesto. 19 partidos después sigue como titular. Curioso, porque dos años antes también debutó con el Racing bajo palos en ese césped un desconocido, Sergio Pérez, por la expulsión de Mario Fernández, aunque el andaluz fue flor de un día. Ese 15 de noviembre, por primera vez, el equipo se sobrepuso a un marcador adverso, después de que los charros neutralizaran el primer gol racinguista. «Mostramos carácter», declaró Munitis. Ya era hora.

Al final, el triunfo abrió el camino de seis victorias consecutivas; Guijuelo (1-2), Cacereño (4-0), Tudelano (1-2), Lealtad (2-0), Compostela (1-2) y Racing de Ferrol (3-1). Algo inédito en el grupo hasta el momento. Munitis, como era lógico, salvó su puesto y comenzó la mejor racha de la temporada, algo a lo que si hoy el equipo gana se podría acercar ya que sumaría cinco triunfos seguidos. Además, fue en Guijuelo donde empezó un periplo que solo el Tudelano supera: 19 partidos y tan solo una derrota. Con el Racing desde aquel punto de inflexión marcado en la localidad de los jamones solo ha podido hasta la fecha el Coruxo, que supo adaptarse mejor que los racinguistas al barro y al regreso de las navidades. El Tudelano, un rival más que directo de los cántabros, suma 15 partidos sin perder. Precisamente no lo hace desde que los de Munitis visitaron su casa.

El Racing solo pagó un tributo en el modesto estadio castellano; a Artiles se le salió el hombro. Un susto. Por el contrario, el Guijuelo se hundió y encadenó una racha de dos triunfos en nueve jornadas. Lo que pasó aquel día son cosas del fútbol. El jamón no tuvo nada que ver.