A por la fiesta completa

Las taquillas de los Campos de Sport de El Sardinero cerraron ayer con un total de 2.252 entradas vendidas -el club maliayo ha dispensado otras 350- para el encuentro de hoy en Les Caleyes. A esos habrá que añadir a quienes esperen para ver cómo amanece el día, antes de cubrir el cómodo trayecto que separa Cantabria de Villaviciosa. Desde Santander, poco más de una hora. Con ese multitudinario apoyo y con lo que hay en juego, no hay lugar para un resultado que no sea un triunfo visitante. Cualquier otra posibilidad será un fracaso.

La localidad asturiana se ha vestido de gala para la ocasión. El Ayuntamiento y la directiva del club se han desvivido para que todo salga perfecto en la jornada de hoy. Para todos. Para que los visitantes sientan una calurosa acogida y para que ese desembarco masivo repercuta en la economía local. «El modesto campo de Les Caleyes está preparado para acoger con mucho cariño y respeto a miles de racinguistas», rezaba en la tarde del viernes un tuit del Lealtad. Los cántabros jugarán casi como en casa.

Pero ya se sabe que este Racing tiene un grave problema con las responsabilidades. Esa «ansiedad» que Pedro Munitis ha «identificado» como el principal mal de este equipo. «Tenemos que resarcirnos», dijo el técnico verdiblanco en la previa. Evidentemente, un equipo que no es capaz de manejar las situaciones comprometidas tiene pocos visos de lograr el salto de categoría. Por eso, los cuatro próximos encuentros, los que cerrarán el campeonato regular, son «cuatro oportunidades para pulir nuestros defectos». A eso hay que añadirle el modesto escenario. Un pequeño estadio de esos que al Racing se le llevan atragantando a lo largo de toda la temporada. Otro aspecto en el que redimirse.

El técnico verdiblanco llega a Villaviciosa con la única baja entre sus hombres habituales de Mikel Santamaría. El central navarro vio la décima cartulina amarilla el pasado domingo frente al Tudelano y hoy le tocará cumplir un partido de sanción. Todo apunta a que su sustituto, para acompañar a César Caneda en el centro de la defensa, será Jon García. El vasco apenas ha tenido protagonismo desde que llegó en el mercado invernal, por lo que para él este encuentro también será una oportunidad.

Pedro Munitis ha manejado una variante distinta a su 4-4-2 híbrido en las dos últimas semanas. Un dibujo que el técnico lleva ensayando dos semanas, seguramente, con vistas a poder incluir en su once titular a los dos hermanos San Emeterio ahora que Borja empieza a ver la luz después de su latosa pubalgia. Un 3-5-2 puro. Así, Fede actuaría como tercer central y su gemelo sería el elegido para ejercer como carrilero derecho. Teniendo en cuenta que ambos andan aún renqueantes de sus respectivas molestias -Fede no entrenó el jueves por una sobrecarga en el adductor-, lo más lógico será que Fede sea titular en el lateral derecho y Borja entre en la segunda mitad como refresco.

El resto del once, a priori, no sufrirá cambios. La única duda será la de casi siempre: Dani Rodríguez o Artiles en el extremo izquierdo. De todas formas, Pedro Munitis desplazará a sus 18 futbolistas disponibles para hacer piña y por lo que pueda pasar. Tendrá que hacer dos descartes antes del inicio del encuentro.

Humilde, pero leal

Enfrente el Racing se encontrará a un rival que sí, es muy humilde, pero promete dar guerra pese a que ya ha cumplido con creces su cometido. Por algo se hacen llamar 'leales'. Los maliayos han certificado su permanencia un año más en la categoría con una holgura que nadie esperaba. De hecho, durante gran parte del campeonato se codearon con los aspirantes a las plazas del play off de ascenso. Una fortaleza basada especialmente en su feudo de Les Caleyes, donde no sufrió una derrota hasta la jornada 19, frente a la Unión Deportiva Logroñés. A partir de ahí, se ha ido debilitando, pero sumando también lo suficiente para no pasar apuros. Y sin bajar los brazos. El líder, el Racing de Ferrol, lo sabe bien. Hace dos semanas pasó por Villaviciosa y solo pudo arañar un empate. Una firme declaración de intenciones de cara al choque de hoy.

Si por algo destaca el Lealtad como club es por su forma de hacer las cosas. Con mimo. Con buena fe. De la misma manera en que ha preparado la llegada de unos 3.000 foráneos. Por eso, la entidad de Villaviciosa ha salido reforzada de la crisis económica y se ha quedado como único representante del fútbol asturiano en la Segunda División B. Un premio al trabajo bien hecho. Su milagro particular. «¿Sabías que el Lealtad y Racing han estado en esta categoría las mismas temporadas? Para unos es un sueño, para otros una pesadilla», reconocía el club maliayo en su cuenta de Twitter.

Todo está preparado para una nueva jornada histórica para el racinguismo. Más en lo social que en lo deportivo, cuando en el centro del debate de la calle y de las instituciones está esa repercusión de un club de fútbol como el verdiblanco. La fiesta está lista. Ahora solo resta que todos los implicados hagan lo posible para que las cosas salgan bien. Con diversión, emoción y una victoria racinguista.

Un triunfo que, de momento y más allá de la obligación de ganar, servirá al Racing únicamente para seguir a la estela del líder y mantenerle a la espera de un pinchazo que cada vez se antoja más complicado. Las oportunidades perdidas en Cáceres y ante el Tudelano, al final, pueden pasar factura. Pero bueno, eso es harina de otro costal. Primero, que el racinguismo disfrute de su fiesta. Ya tendrá tiempo de pensar en lo que se avecina.