Cuatro días de homenaje verdiblanco

En la fiesta verdiblanca de este fin de semana convergen dos iniciativas que aspiran a convertirse en tradiciones en el reinventado barrio santanderino. Por una parte, las estrellas con las que homenajea a cántabros destacados en cualquier ámbito, al estilo del Paseo de la Fama de Hollywoood. Por otra, su particular encierro, que celebró el año pasado su primera edición y que en un particular guiño a Pamplona ha aprovechado la visita del filial de Osasuna para cambiar el pañuelo rojo por el verde e involucrarse con el Racing.

Así será como de jueves a domingo se celebre una muy, pero que muy larga fiesta racinguista en la que se descubrirán las estrellas dedicadas a título póstumo a Manolo Preciado y Nando Yosu (la séptima y octava de una iniciativa que inauguró David Bustamante) y se conmemore el 104º aniversario del Racing en lo que ya es todo un clásico. Desde aquel centenario popular celebrado contra y a pesar de la directiva okupa de entonces en la plaza Pombo, el cumpleaños del club es ya una cita obligada, y los hosteleros de Tetuán se las han apañado para sustituir a la histórica Plaza Pombo como centro neurálgico de la celebración.

Al margen del fin de semana, la fiesta dejará una huella perenne en la ciudad con otros dos símbolos verdiblancos. Precisamente una de las etapas más oscuras del club en lo deportivo y lo económico han servido, sin embargo, para alimentar la identificación del club con Santander incluso en pequeños símbolos de su geografía urbana. Todo para completar una ruta que bien podría ya recorrerse en uno de esos autobuses turísticos descubiertos que rondan la ciudad en verano. Desde el banderín de córner del antiguo estadio en el Parque de Mesones al número 5 de Isabel la Católica, donde luce la placa de la que fue la primera sede (y casa del primer presidente).Y la Plaza Pombo en la que se conocieron y jugaban los fundadores, con su busto a Pancho Cossío y sus históricas Farmacia Breñosa y Fotografía Zubieta. Tres hitos que el racinguismo ha adoptado como propios pese a su nacimiento completamente ajeno al club.

La celebración arrancará el jueves y el viernes, además de las actividades infantiles en Tetuán, Juventudes Verdiblancas, que cumple su trigésimo aniversario, celebrará una jornada de puertas abiertas a la que invitarán a la familia Trío y Preciado y en la que participarán también el club y su Fundación.

El sábado llegará el Día de las Peñas, en el que los aficionados serán los grandes protagonistas de un evento que recordará al de ocasiones anteriores y que tendrá como epicentro la Plaza Pedro Poveda, en el corazón del barrio de Tetuán, a las 20.00 horas. El gancho, un concierto con Mother Funker y Coverage, que interpretarán distintos covers y temas con guiños verdiblancos. Será el epicentro de la noche, aderezado con sorteos de camisetas firmadas por los futbolistas de la primera plantilla, libros de la historia del club y pantalones que en su día lucieron los jugadores del Racing en una iniciativa que busca recaudar fondos para la estatua que se levantará en recuerdo de Nando Yosu.

El domingo la fiesta será mucho más madrugadora, como lo exigen la propia esencia de la celebración y el partido que a partir de las 17.00 horas enfrentará a los cántabros con el Osasuna B. Algo antes, a las 13.15 horas, se descubrirán las estrellas dedicadas a Nando Yosu y Manolo Preciado en el Paseo de la Fama de Tetuán. Lo harán, además de la familia, los presidentes del Racing, Manolo Higuera y Tuto Sañudo, junto al de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la alcaldesa de Santander,Gema Igual. Dos horas y media más tarde arrancará el corteo racinguista, que a partir de las 15.45 llevará a los aficionados desde la propia calle Tetuán a los Campos de Sport.

Hace ya semanas la Asociación de Hostelería de Tetuán, promotora del evento, se reunió tanto con el Ayuntamiento como con el Racing y sus peñas para organizar un evento que reeditará así las grandes convocatorias lúdicas de los últimos años. De hecho, se trata de la primera ocasión en que entregan estrellas a título póstumo, en un guiño a dos personajes fallecidos recientemente y que sigue además muy vivos en el recuerdo.