Ganar en Estella, una misión complicada

La obsoleta superficie del terreno de juego, que hace que el balón bote mucho y de forma irregular, y las pequeñas dimensiones, condicionan el juego y favorecen a un equipo totalmente adaptado a las circunstancias. En su hábitat. Tanto es así que la complicación para los foráneos se extrapola, incluso, a la hora de tratar de marcar. Sólo once goles ha encajado el Izarra actuando como local. Como visitante ha recibido 31. Una diferencia abismal que da cuenta de lo complicado que es sacar rédito.

Los otros dos gallos del grupo I, que compiten con el Racing por el campeonato, Cultural Leonesa y Celta B, tampoco pudieron salir victoriosos de sus respectivas visitas a Merkatondoa. El actual líder, en la jornada 3, tuvo que conformarse con un empate a cero. Ni su buen juego ni su alta capacidad goleadora le sirvieron para deshacer el empate a cero inicial. Idéntico resultado obtuvo el filial celeste en la fecha 23. El otro equipo que se ha clasificado para el play off de ascenso, el Pontevedra, cayó por un gol a cero en la jornada 25.

Así se marchó el Racing la pasada temporada de su visita al Izarra. Fue un partido muy igualado, con mucho fútbol directo y sin apenas ocasiones de gol. Un disparo de Dani Rodríguez que sacó el portero local y un remate de Pito que estuvo a punto de dejar la victoria en casa, fueron las escasas ocasiones en la fría tarde de Estella.

Sin duda, esa fortaleza en casa es lo que le ha servido al Izarra para lograr la permanencia. De los 46 puntos que suma en la actualidad el cuadro estellés, treinta se han quedado en su propia casa y sólo 16 han sido rascados a domicilio. El rendimiento lejos de su feudo ha sido paupérrimo.

Como en Mieres

Al Racing se le había venido dando relativamente bien la hierba artificial hasta que cayó en Guijuelo hace un par de semanas. Hasta entonces, en sus penares por la Segunda División B, el conjunto cántabro nunca había perdido sobre césped sintético. De hecho, este año empató frente a Valladolid B (1-1) y Mutilvera (1-1) y ganó al Caudal (2-3). Precisamente, el estadio Hermanos Antuña, feudo del equipo de Mieres, es el más parecido a lo que se encontrarán los de Ángel Viadero el domingo en Estella.

Con todos estos condicionantes, dar por ganado el partido frente al Izarra antes de bajarse del autobús parece demasiado osado. El Racing necesita que la Cultural Leonesa pierda un encuentro que tiene muy a su favor frente a Osasuna B. Pero, primero, para aprovechar un hipotético y poco probable error del actual líder, tendrá que superar al cuadro de Estella.

Ángel Viadero, experimentado en estas lides y gran conocedor de la categoría, ya sabe lo que se va a encontrar allí. Por eso, la preparación semanal ha estado encaminada al fútbol directo, la defensa de balones frontales y los centros al área. Pocas veces tocará el balón el dichoso césped sintético del campo de Merkatondoa.

Cuando salió el calendario de la presente temporada, ya se puso un asterisco sobre este partido. Ya se sabía que llegar a Estella jugándose algo no sería una buena noticia. No tanto por el rival, como por el escenario. El gran protagonista. Algo que, por desgracia, en el fútbol modesto, se repite con demasiada asiduidad. Otro de los problemas de vivir en Segunda División B.