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Una acogida al estilo racinguista. Es lo que ocurrió este domingo en los Campos de Sport de El Sardinero horas antes de que comenzase el encuentro entre el Racing y el Zaragoza. Aprovechando la fiesta de la 'Fan Zone', los aficionados se apelotonaron en las puertas del estadio para dar la mejor de las bienvenidas a los jugadores. El club no había previsto llegada en autobús, lo que hubiera desatado otra locura más, pero daba igual. Había que recibir a los protagonistas.
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El primero en llegar fue Peque, dos horas antes del partido. Vítores de la hinchada. Pasaban los minutos y cada vez se acercaban más racinguistas. El ambiente crecía cada vez más en los aledaños de los Campos de Sport. Marco Sangalli también fue de los primeros en llegar. «¡Sangalli, quédate!», gritaban algunos. No faltaron las fotos y los autógrafos. Cientos de niños que se concentraban tras las vallas. Un mar de camisetas verdiblancas y... mucha gente sin entrada. «No he conseguido, pero venir a animar a mi equipo es obligatorio y más en estos momentos que rozamos la Primera División con los dedos», contaba emocionado Daniel Sánchez, que acudió con su mujer y sus dos hijas. Otros no fallan. Da igual el día. «Nosotros venimos siempre a recibirlos, al niño casi le gusta más esto que el partido», decía Raúl Vázquez. Entre ovación y ovación se iban dejando ver también aficionados del Zaragoza. A las 17.00 horas en punto llegaba el autobús del Zaragoza y, como ya se vio en la 'Fan Zone', aplausos también para ellos de la parroquia maña.
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Y a falta de aproximadamente una hora y media para el comienzo, goteo hacia el estadio. Claro que también los hubo que prefirieron volver al Palacio de Deportes para seguir un rato más con la fiesta, programada hasta media hora antes del comienzo del partido. «Hay que apurar al máximo para luego dar todo de nosotros», alentaba Daniel Ruiz. Pasaban los minutos y cada vez se repiraban más nervios en los alrededores de El Sardinero. Todos confiaban en el Racing y la Gradona preparaba ya el ambiente. Ese ambiente festivo que en los últimos meses caracteriza a los Campos de Sport y que se ha trasladado ya a toda la ciudad.
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