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Un millón y medio de euros. Ese es el precio que Racing y Eibar pactaron como cláusula de compra de los derechos federativos del Juan Carlos Arana cuando el verano pasado firmaron su contrato de cesión por una temporada. El club armero impuso además otra ... por la que los verdiblancos debían abonar otros 300.000 en caso de que el delantero se enfrente al Eibar en partido oficial. Será la que mañana, viernes, le impida jugar frente a los armeros. De hecho, consciente de que no iba a hacerlo, forzó la quinta tarjeta amarilla en el último partido de Liga. Será la primera y única vez que se utilice, puesto que en la primer vuelta Racing y Eibar se enfrentaron en la primera jornada, cuando aún no se había acordado el préstamo del atacante canario por una temporada.
Pese al excelente rendimiento del delantero, un millón y medio se antoja un pago excesivamente oneroso para que el Racing se plantee hacerse con sus servicios en propiedad. Se trata más de una medida de seguridad que Mikel Martija trata de incluir siempre que puede en sus operaciones en previsión de que un futbolista cedido pueda revalorizarse en el mercado. Así, en caso de que Arana protagonizara una segunda vuelta que le convirtiera en una pieza codiciada de mercado (por el momento su rendimiento en la primera ha sido bueno), el Racing estaría en condiciones de hacerse con sus servicios bien como ambiciosa inversión o bien para beneficiarse de una operación que en caso contrario solo revertiría beneficios para el Eibar.
15 millones
de euros. A estacantidad asciende la cláusula por la que el Racing puede hacerse con los derechosdel delantero de formaautomática.
300.000 euros
debía abonar el Racing para que el canario jugaramañana, viernes, en Ipurua,al que todavía es el equipo propietario de sus derechos.
7,358 millones
de euros es el límite salarial que maneja el Racing, que previsiblemente se verá incrementado en estemercado de invierno.
Ya la temporada pasada Martija consiguió incluir una cláusula de compra por su delantero estrella, en aquel caso un Roko Baturina que llegó en el mercado de invierno. El croata tenía un precio de entre 800.000 y 900.000 euros que el Racing trató de rebajar al máximo sin poder finalmente hacerse con sus derechos en un momento, además, de transición en la propiedad.
Lo mismo ocurrió con Juergen Elitim, un mediocentro a préstamo cuya propiedad costaba medio millón de euros y al que los verdiblancos tuvieron que renunciar en verano pese a la buena predisposición de ambas partes ante la falta de liquidez en ese momento y la oferta del Legia de Varsovia, mucho mas ventajosa que la cántabra para el futbolista y su club de origen.
En consecuencia, el Racing no se encuentra en estos momentos en una situación en la que pueda llevar a cabo ese tipo de desembolso. La economía verdiblanca esta ahora ligeramente más desahogada –aunque la deuda con sus propietarios sigue rondando los veinte millones de euros–, pero no tanto como para abordar un pago de un millón y medio de euros, una cantidad solo asumible a pérdidas – al menos a corto plazo– o en caso de que el equipo ascendiera a Primera División.
La de delantero centro es la demarcación más cara en el mercado y la peor cubierta en la primera plantilla del Racing. Arana es el único 'nueve' puro del primer equipo y se trata de un jugador a préstamo. Al margen de él, José Alberto dispone de un segundo delantero como Ekain. También Cedric, con contrato en vigor hasta 2025, comenzó la temporada en los Campos de Sport, pero el hispano-nigeriano no convence al asturiano y esta temporada juega como cedido en el Girona.
Además de Arana, el Racing tiene esta temporada otros dos jugadores a préstamo: Andrés Martín, extremo cedido por el Rayo Vallecano, en este caso sin opción de compra y que ha sido titular desde su llegada hasta su lesión en diciembre, e Iván Morante, en su caso cedido por el Ibiza y cuya continuidad pueden intentar los verdiblancos a final de temporada.
El Racing tienen actualmente un techo salarial de 7,358 que confía en ver incrementado cuando en las próximas semanas LaLiga actualice las cifras coincidiendo con el mercado de invierno. Al menos en esta línea han trabajado el presidente, Manolo Higuera, y el vicepresidente, Juanjo Uriel, optimistas respecto a conseguir un mayor margen, aunque conscientes de que el equipo no se podrá mover en el margen de hace un año, cuando el techo llegó a rondar los diez millones al contabilizarse el traspaso de Pablo Torre.
Esto tampoco debe suponer un grave problema en la búsqueda de un delantero, puesto que aún en el caso de que tuviera esa disponibilidad, la economía del Racing no recomienda efectuar una inversión tan fuerte. De hecho, el año pasado la plantilla tuvo un precio sensiblemente inferior al máximo autorizado por la patronal del fútbol. La probable salida de Jorge Pombo antes de que concluya el mes de enero liberará también, según el acuerdo al que se llegue con el aragonés, alguna cantidad para que Martija siga rastreando el mercado en busca de ese atacante que complete la plantilla, una vez descartada esa mínima posibilidad a la que permanecía atento el Racing de que Pablo Torre regresara a Santander para finalizar el curso en los Campos de Sport. Aun así la directiva lo tiene claro: hace falta un refuerzo.
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