Jon Ander Pérez (Vitoria, 1990) pasa sin demasiados síntomas, o al menos sin síntomas graves, el covid en Puente Arce. El vitoriano sigue estrictamente todas las instrucciones de Sanidad en su casa. Sin la familia y sin síntomas graves, aunque sí con malestar físico. ... El delantero del Racing ha conocido íntimamente una enfermedad que le ha cogido querencia pese a haberse ganado fama, quizá por su jovencísima hija, de ser uno de los más obsesionados en cumplir y elevar al extremo todos los protocolos anticontagio. Pero al mismo tiempo es consciente de que «a cualquiera le puede pasar», como le ha ocurrido precisamente a él. «Hasta cuando bebo algo me pongo la mascarilla entre trago y trago», se lamenta, aunque por fortuna su caso no es en absoluto grave. Sabe también de los contagios en otros partidos del mismo grupo del Racing. El último de ellos el Barakaldo-Portugalete de esta misma jornada. «Quién sabe de dónde pueden venir», reflexiona.
-En primer lugar, y lo más importante: ¿Qué tal se encuentra?
-Bien; en líneas generales bien. Con bastante dolor de cabeza y un poco de fiebre, pero afortunadamente nada que no se me pase con un poco de reposo. Descansando en casa, a ver si se me pasa.
-Así que dentro de la preocupación, todo bien de salud...
-Sí; ya le digo que me duele mucho la cabeza, pero como quien pasa una gripe y lo pasa algo mal. A mí lo que me preocupa es que mi mujer y mi hija se infecten, y que tampoco se lo haya contagiado a mis compañeros. En general y con esos síntomas yo me encuentro bien, y en lo que pienso es en la familia; en mis padres, en los compañeros; sin haber hecho nada mal te sientes un poco culpable por si les pudiera pasar algo.
-Lo que está claro es que el covid se ha cebado con usted. Ya dos veces...
-Sí, la verdad es que sí. La primera vez es verdad que no tuvo apenas ni síntomas; lo pasé como lo que yo en ese momento creía que era un catarro. Fueron solo un par de días y ni me imaginaba haberlo tenido. Fue después, cuando vi los test serológicos, cuando supe que lo había pasado. Y ahora me ha tocado otra vez...
-Pero por lo que me dice, y dentro de la lógica preocupación por la enfermedad, se encuentra bien...
-Sí; estoy muy tranquilo; nada por lo que preocuparse. Sí que en algún momento igual me ha dolido un poco el pecho o me ha faltado un poco el aire, pero nada que me haya preocupado. Estoy más preocupado por mi mujer y por mi hija, pero no por mí, porque con todo eso me encuentro bien.
-¿Y los compañeros del Racing?
-Pues lo normal; todos me han escrito en cuanto lo supieron, apoyándome y dándome ánimos. En general me han dicho que esperan que no vaya a más y me han dicho que ánimo y que cuente con ellos; lo normal.
«Todos ellos me han escrito en cuanto lo supieron. Están apoyándome y dándome ánimos»
-Le veo animado,,,
-Sí, claro. Lo más complicado es no poder ver a la familia. Mi mujer y la niña estaban en Vitoria y ella quería venirse aquí a estar conmigo, pero le he dicho que para qué iba a venir, que tampoco íbamos a solucionar nada. Ella me ha insistido; que quería venir a Santander a cuidarme, pero la he convencido de que es un riego innecesario; que mejor que esté ella allí y yo pasar la enfermedad sin correr riesgos. Es lo que más me incomoda; no ver a la familia, pero también tengo la tranquilidad de que no les ha afectado.
-Y usted, dentro de la mala fortuna, está pasando la enfermedad de modo leve...
-Esos es. Hay que tenerlo en cuenta. Ya lo he pasado dos veces y las dos asintomático o con pocos síntomas, o al menos no graves. Pero, claro, aunque la haya pasado dos veces, está claro que es mucho mejor pasarla así...
«Bastante dolor de cabeza y un poco de fiebre. Afortunadamente nada que no se me pase con reposo»
-Al final, frío van a pasar tanto en Santander como en 'Siberia-Gasteiz'...
-Sí; ya me ha dicho que allí hace mucho frío, pero también lo tenemos aquí y yo la verdad es que llevo muy bien el frío, así que no tengo problemas con eso.
-Dentro de esa mala fortuna, se le ve animado...
-Intento ser positivo y eso mismo me han dicho los compañero; que intente pasarlo lo mejor posible. Además, si fuera una persona que saliera a tomar algo todos los días o no tomara precauciones podría quizá sentirme un poco culpable, pero es que mi vida en estos últimos meses ha sido ir de La Albericia a casa y viceversa, así que mira qué riesgo he podido correr. Lo que más me preocupa es que haya podido contagiar a mi hija, aunque parece que no. Es que hasta el míster me lo ha dicho: 'Parece mentira que te haya pasado a ti, que eres el que más precauciones tiene'. Si llevo siempre la mascarilla puesta; hasta cuando no es obligatoria.
«Lo que más me preocupa es que mi esposa y mi hija no se hayan infectado»PRUDENCIA «Mi vida en estos últimos meses ha sido ir de La Albericia a casa y viceversa»
-¿No piensa: 'Pero qué he hecho yo?'
-Pues alguna vez sí, porque no me esperaba estar reinfectado, pero como ha tocado vivirlo, pues alguna vez sí que bromeamos con ellos con la familia e incluso nos reímos.
-Además de su entorno personal, el del Racing también le ha mostrado su apoyo...
-Sí; la gente se ha volcado conmigo y eso es muy bonito. La verdad es que desde el mismo momento en que se supo que había dado positivo toda la gente con la que he tenido contacto me ha animado y se ha volcado conmigo, y eso se agradece mucho.
-También ha habido quien., en redes, ha ejercido de trol, dándole lecciones por el hecho de estar enfermo. ¿Cómo se gestiona eso?
-Sí que lo he visto, pero aparte de que han sido muy pocos y escudados en el anonimato, no le doy importancia. Son gente que ni me conoce ni sabe nada de mí; gente que se refugia en que no se sepa quiénes son, y si tengo que poner en una balanza una y otra parte lo tengo muy claro: siempre se va a decantar del lado de la gente que te da cariño. En ese partido ganan a tope los que te apoyan.
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