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«No podemos olvidar la semana que llevamos. Con mucho esfuerzo, la hemos sacado adelante», aseguró Guille Romo al sentarse en la sala de prensa tras ganar al Calahorra. Del partido ante los riojanos destacó que, «una vez más, fuimos los que más hicimos ... por ganar. Nos faltó definir, pero es cierto que todo esto ayuda a que estés más cerca de ganar», añadió. Después de su primer análisis, el míster tuvo que contestar sobre los silbidos que se escucharon en la grada tras los cambios de Pablo Torre e Íñigo, antes de nada. «Me han pedido el cambio. Arrastran problemas físicos», señaló y puntualizó. «Me quito el sombrero con Íñigo, que además ha tenido fiebre estos días».
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A Guille Romo se le reprochó en la sala de prensa la posible falta de alma y de intensidad del equipo, pero respondió con contundencia. «No, para nada. Son partidos que, sin la brillantez que quieres, vas sacando. El gol ha sido por cosas que preparamos y que intentamos que salgan más veces. Me gustaría hacer más cosas como esas. No estoy de acuerdo con que los resultados lo aguantan todo...Me gustaría ser más armónico, pero los partidos salen como salen». El entrenador racinguista sí que agradeció que, «desde la victoria, es más fácil todo y se está más tranquilo».
Volvió a ser preguntado por los silbidos recibidos de la grada, que pese a que su equipo ganó al Calahorra, la afición no se marchó contenta. Y en la segunda ocasión fue más ilustrativo:«Recomiendo a la gente que vea el último reportaje de Luis Aragonés. Fernando Torres dijo que en el sitio donde más les silbaron fue Santander. Aquí la gente es exigente. Sólo puedo agradecer a la Gradona, que no ha callado ni un minuto. Enhorabuena a ellos», explicó con cierta ironía, a lo que añadió que «el público es soberano, pero a lo mejor no tienen la misma información que yo y no puedo poner en peligro a ningún jugador».
Su comparecencia finalizó confirmando que el cambio de Unai Medina «fue porque tenía molestias desde el calentamiento» y que Jorrín «estará para cuando sea necesario». Finalizó con que «la presión nos obliga a estar todos altos y corremos algún riesgo».
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