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José Alberto da instrucciones a sus jugadores Daniel Pedriza
«No me cambio por nadie, pero fuera la euforia»

«No me cambio por nadie, pero fuera la euforia»

José Alberto, que admite que el partido se ganó «por pequeños detalles», advierte de que «el equipo va primero, tiene veinte puntos, pero no debe distraerse»

Marcos Menocal

Santander

Domingo, 13 de octubre 2024, 21:52

«Entiendo que todos estén muy ilusionados por lo que transmite el equipo, por cómo juega, pero la línea es muy delgada entre la ilusión y la euforia y ahí es donde no podemos caer porque la euforia es mala», señaló José Alberto al acabar el partido ayer en El Sardinero. No quiso, ni mucho menos, decirle al racinguismo que se fuera para casa y que dejase de disfrutar lo que está disfrutando, pero sí estar en su sitio de entrenador y rebajar la presión que da ser líder.

«Quedan 33 partidos y ahora mismo estamos líderes, pero no vale de nada», añadió. Eso sí, también dejó claro que la situación es privilegiada. «No me cambio por ningún equipo; vamos primeros, tenemos 20 puntos en la jornada nueve, pero hasta ahí, porque en lo que hay que pensar es en recuperar y en hacer una buena semana y no distraernos». Es su labor y hace bien. Calma y paso a paso.

Al margen de la situación general del equipo, sí que admitió que ayer «en la primera parte el Racing tuvo superioridad en el juego, pero poca finalización y fuimos pocos agresivos en el área». Esa fue la opinión del míster racinguista sobre su equipo, que «merodeó, pero sin disparar a puerta». Eso le dejó descontento. La segunda mitad, en cambio, «ha sido más abierta para los dos equipos y nosotros hemos tenido cuatro muy claras y ellos dos para hacer gol». Hubo más fútbol en el segundo acto y por todo ello José Alberto señaló que «el resultado puede ser justo, pero fueron pequeños detalles». El entrenador dio la clave del duelo de ayer y eso debe hacer reflexionar sobre lo que puede venir más adelante. «Fijaos en las repeticiones y en los goles; el de ellos ha sido fuera de juego y el nuestro no. Eso es lo que ha dado la victoria». Ni más ni menos.

La delgada línea

José Alberto insistió en que «la diferencia entre ganar y perder es mínima». Por más se puede decir, cuando realmente antes que el Racing pudo marcar el Levante y no lo hizo. «En el momento en que haya un jugador que se borre del trabajo defensivo estamos muertos» –señaló con contundencia– y algo debió ver porque indicó que «hubo momentos en la segunda parte con los que no estoy contento porque podemos dar mucho más en el aspecto defensivo».

Ahora que el equipo es líder «se ve todo de otro color», dijo el míster, pero el entrenador aludió a que todo es fruto del trabajo. No hay más secretos. «Este equipo lleva la misma idea desde hace mucho tiempo y yo no sé venderme, yo solo me dedico a trabajar y a que los jugadores hablen en el campo». Añadió que «ser líder facilita las cosas para que la gente se fije más, pero la verdad es que llevamos mucho tiempo haciendo las cosas bien y esa es la única diferencia». Le volvió a quitar importancia a quién juega y quién no y ejerció de técnico o más bien de gestor de grupo. «Titulares y suplentes son etiquetas y decisiones, pero solo hay que ver cómo es el nivel del equipo» . Agradeció lo importante que es que «los jugadores acepten las decisiones», porque realmente es difícil que «futbolistas que fueron muy importantes ahora se quedan fuera, ya tendrán su oportunidad, pero no es fácil». Buena parte del éxito de este equipo se da en el equilibrio que aporta que nadie levante la voz. Todos a una.

Dio la enhorabuena a Javi Castro, del que admitió que «ya sabemos el nivel que tiene y la confianza que tenemos en él» y confirmó lo que todo el mundo pensaba cuando Íñigo Vicente se fue del campo echándose la mano al muslo. «Nada. Ya había marcado y debió pensar que había que correr mucho y él ya estaba desgastado». Por cierto, al vasco, con buenas palabras, le dijo que espabilase, porque le volvieron a sacar una amarilla absurda por protestar: «Si el árbitro te dice que te pongas un paso atrás, te pones y ya está. Al final te suman una tarjeta sin sentido y ya tienes tres. Los árbitros son los que mandan y nosotros debemos dedicarnos a jugar», sentenció José Alberto. Pues eso. No se hable más.

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