Pablo Torre jugará en el Barça

«El Racing y el Fútbol Club Barcelona han llegado a un acuerdo para el traspaso del futbolist Pablo Torre, que finalizará la temporada 21-22 en el conjunto cántabro. La operación, que parte de una cantidad fija de cinco millones de euros, puede superar los 20 en función de otras variables vinculadas al desarrollo individual de la carrera del jugador formado en las Instalaciones Nando Yosu», informó anoche el club.

Tanto el Barça como el jugador acordaron con el Racing, siempre consciente de la situación, los términos de su salida, que ha sido por lo tanto pactada. El futbolista tenía una cláusula de rescisión de diez millones de euros y contrato en vigor hasta 2025, aunque ya en el mismo momento en que se firmó se daba por hecho que no iba a cumplirse, dada la progresión del canterano y el compromiso tácito de no retenerle contra su voluntad si aceptaba seguir en Santander pese al interés de otros clubes.

El Racing decidió así rebajar sustancialmente sus pretensiones a cambio de una serie de bonificaciones en función del rendimiento del futbolista y en cumplimiento del pacto que alcanzó en su momento con el futbolista para que no abandonara las categorías inferiores, en primera instancia, y para que firmara su primer contrato profesional con el primer equipo en 2020.

En consecuencia, y respetando ese acuerdo, el Racing rebajó sus pretensiones hasta los cinco millones de euros, pero con infinidad de primas que pueden llegar, si se cumple la previsión más optimista, a 20, al menos según el club verdiblanco. No se exigió la cláusula, pero en su momento Pablo Torre podía haberse marchado de La Albericia sin dejar un solo céntimo ni haber debutado siquiera con el primer equipo. Ahora, el futbolista puede seguir generando ingresos en los Campos de Sport en temporadas venideras si se confirma su progresión.

El objetivo, «obtener un mayor rendimiento a medio plazo ante el convencimiento de que la evolución futbolística de Pablo Torre será exponencial y contribuir a su crecimiento en un club como el FC Barcelona que le puede permitir seguir su desarrollo y competir al máximo nivel internacional», según el mismo comunicado.

Lo que está descartado, salvo un giro de 180 grados en los acontecimientos, es que Torre juegue en Santander la próxima temporada. El acuerdo no contempla una cesión en el curso 22-23, independientemente de que el Racing ascienda o no a Segunda División, con lo que, tras las vacaciones de verano, el cántabro se incorporará a la disciplina del primer equipo del Barcelona, si bien puede tener ficha del filial. Los catorce partidos que restan hasta que concluya la Liga (y los de la fase de ascenso, en caso de que el Racing tenga que jugarlos) serán la última oportunidad de ver al de Soto de la Marina vestido de verdiblanco en competición oficial.

Tampoco está en la hoja de ruta, en principio, la cesión a otro equipo en Segunda División, máxime cuando se ha descartado que el mediapunta continúe a préstamo en Santander durante una temporada más aun en el caso de que el Racing, en estos momentos líder del Grupo 1 de Primera RFEF, ascendiera a la categoría de plata.

También el entrenador, Guillermo Fernández Romo, conocía ayer la situación, hasta el extremo de que se refirió a ella en la sala de prensa de La Albericia, en su habitual rueda de prensa de los viernes. Ya era consciente de que iba a tener que preparar la próxima temporada sin el de Soto de la Marina, que como se esperaba se ha convertido en el buque insignia del Racing.De hecho, y aunque esta no es su función principal, es también el máximo goleador del equipo, con seis tantos en Liga, por delante de los nueves específicos. Tanto de Cedric, titular habitual, como de Manu Justo.

Una vez confirmado que su futuro está en el Camp Nou, ahora resta por conocer el rol que el cántabro tendrá en los planes de su nuevo entrenador.Por su perfil y características, el de Pablo Torre no es un fichaje para el filial, que esta temporada juega en Primera RFEF y todo indica que lo hará también el próximo curso.

Los cambios que ha impulsado Xavi Hernández a su regreso al club de la mano de Joan Laporta apuntan a que el cántabro se integre a la dinámica del primer equipo barcelonista, independientemente de que tenga o no ficha del filial y de que exista la posibilidad de que dispute partidos con la segunda formación en caso de que no tenga continuidad.

Según la prensa catalana, ha sido el propio Xavi Hernández el que ha mediado personalmente para que Torre se incorporara al Barça, máxime conociendo el interés del Real Madrid, con lo que todo apunta a que trabajará a diario a sus órdenes. De hecho, la trayectoria del de Soto y su fichaje por el Barcelona mantienen cierto paralelismo con el camino que siguió Pedri. El canario, formado en la cantera de Las Palmas, rechazó en su momento ofertas de algunos clubes –y también fue descartado por otros en algunas pruebas– antes de comprometerse con el Barça, jugar una temporada en Segunda División en elEstadio Gran Canaria e incorporarse de inmediato, sin haber cumplido aún los 18 años, al primer equipo barcelonista, en el que fue ya la pasada temporada titular.

También Gavi es a sus 17 años titular con Xavi Hernández, en su caso tras debutar incluso con la selección española antes de asentarse en el primer equipo culé. Se trata de dos talentos precoces, puesto que la evolución de otros futbolistas es más lenta, pero al mismo tiempo ejemplos claros de cuál es la apuesta del Barça y de que la edad no debe ser un impedimento para que Pablo Torre compita por un puesto en el primer equipo. Claro que esos dos grandes talentos incipientes del fútbol español serán precisamente dos de los futbolistas que le puedan tapar el paso.

El tiempo juega a favor de un jugador que también muestra cada vez una mayor madurez física. Su talento siempre ha llamado la atención, pero cuando comenzó a jugar en el Racing, aún en pleno crecimiento, debía aún ganar fondo y peso para seguir progresando. Así era consciente tanto el club como su entorno, entre otros su propio padre, el exjugador del Racing Esteban Torre, que ha tutelado una carrera siempre muy protegida y meditada. La pasada temporada se le dosificaban los minutos y aunque este año ya ha sido titular habitual también suele ser sustituido y en algunas ocasiones se le ha visto con dificultades para terminar al mismo ritmo los partidos. Nada que preocupe en un futbolista que aún no ha alcanzado la plenitud física –técnicamente ofrece recitales– y que este verano regresó de las vacaciones con tres centímetros más de altura de los que tenía cuando comenzó el curso 20-21.

En cualquier caso, la operación supone un crecimiento deportivo para Pablo Torre y una importante inyección económica para el Racing, que tiene una deuda de alrededor de 20 millones de euros con su matriz, el Grupo Pitma, aunque formalmente el club está desgajado del conglomerado y es propiedad personal, a través de una sociedad limitada, de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz.

Tanto si asciende a Segunda como si no, los ingresos servirán al Racing para alimentar su estrangulada economía y afrontar un proyecto más ambicioso. O bien para pagar parte de la deuda que tiene con sus propietarios, si bien esta segunda opción dejaría al Racing en un escenario muy similar al actual: sin disponibilidad económica y aún con un fuerte pasivo con sus propietarios.