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Cuando se juega al fútbol solo se puede ganar o morir. No hay puntos intermedios. Al menos cuando las castas verdiblancas son las que son. Un Racing al que a ritmo de empate no le llega para la permanencia afronta hoy un partido con ... muchas connotaciones y características para convertirse, para bien o para mal en punto de inflexión. En descenso, pero con mejor imagen -o eso se quiere ver- tras el cambio de entrenador. Frente a un rival difícil, mucho, pero el mismo ante el que evitó el naufragio en la quinta jornada, cuando después de cuatro derrotas consecutivas ganó por fin en su regreso a Segunda División.
Hablar del Sporting se ha convertido en la última década y media en un guiño permanente y casi recidivante a Manolo Preciado y al Pacto de Llanes, a aquellas dos temporadas consecutivas en las que se fraguaron las permanencias de unos clubes antaño adversarios y que de pronto se hacían y devolvían favores. Pero hoy el protagonista es otro. Responde al nombre de José Alberto López Menéndez, que debuta como entrenador del Racing en los Campos de Sport. Lo hace precisamente ante el Sporting en el que se formó como técnico y le convirtió en entrenador profesional. Y lo hace con tres partidos a las espaldas, siempre a domicilio, y un fuerte contraste: cuatro puntos en Liga, donde sigue invicto, y la eliminación ante el Linares de Primera RFEF en Copa.
El Racing de Romo era como los Stark de Invernalia. Sobrio, austero y rocoso. Pero al margen de unos videoarbitrajes que le perjudicaron, y mucho, le faltaba imaginación para ganar en el juego del fútbol. Tanto que la cabeza del madrileño terminó rodando.
El de José Alberto tiene más imaginación e incluso alegría. Ya lo ha dicho claramente uno de los beneficiados con el cambio: un Saúl que contaba poco y ahora es titular. Pero a pesar de los tres tantos al Cartagena el gol sigue sin ser lo suyo, al menos por el momento. Sus dos delanteros (incluir a Cedric en la estadística, con los pocos minutos que ha disputado, sería mezquino) suman dos tantos, uno cada uno. Poco, muy poco, con el escaso valor que tienen las tablas en Liga. Es la asignatura pendiente y lo sabe. Como lo sabía Romo, aunque le costara reconocerlo.
Frente al Sporting el bregador Matheus será, salvo sorpresa, el ariete. Quizá un jugador más apto para la Romoneta, pero con Gassama lesionado y Cedric aún en progresión tras su larga convalecencia por su operación de hernia cervical es el 'nueve' de cabecera.
Por lo demás, el técnico asturiano echará mano, si puede, de los mismos futbolistas con los que empató en Las Palmas. Con una excepción: Íñigo Vicente, ya recuperado de la gastroenteritis que le dejó fuera el domingo pasado, será previsiblemente titular en lugar de Yeray, que no desentonó en su debut en Segunda -ya había jugado con el primer equipo en Primera RFEF-. Aquello fue un buen indicio; una pista de que José Alberto no tiene problemas en mirar al Rayo Cantabria, aunque también un pequeño varapalo para otro canterano: Marco Camus. Sin embargo, Íñigo Vicente es uno de los jugadores en los que el nuevo entrenador, que ya empieza a no serlo tanto, tiene puesta más confianza. Uno de sus elegidos para poner fin a esa sequía goleadora que asuela al rey en el Norte, que pone en juego su corona ante sus vecinos del oeste.
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Sergio Herrero
La otra gran incógnita es el estado de Juergen Elitim, que con una sobrecarga muscular no se entrenó ni el jueves ni este viernes. El colombiano, que desde esta semana tiene también pasaporte español, está convocado, pero no es problable que sea titular. Y nadie mejor que Aritz Aldasoro para suplirle en un clásico norteño.
En defensa no se prevén cambios, con Dani Fernández, Germán, Rubén Alves y Saúl escoltando a Miquel Parera. Por delante de ellos Íñigo tendrá que asumir distintas responsabilidades según le acompañe el creativo Juergen o Aritz Aldasoro, aunque el donostiarra también ha actuado puntualmente como mediapunta de urgencia. Los flancos son para Mboula e Íñigo Vicente, mientras que la parcela central de la línea de tres cuartos tiene hace mucho tiempo nombre propio: el de Jorge Pombo.
Con estos argumentos afronta el ovetense sportinguista su primer partido ante su nueva afición. y de paso con la necesidad de sumar tres puntos para que su equipo no se quede descolgado. Siempre, claro, que no haya jugado al escondite y tenga alguna jugada escondida.
El Pitu Abelardo conoce bien a José Alberto y puede cambiar su táctica de los últimos partidos para tratar de neutralizar su estrategia. El Sporting ha jugado los dos últimos encuentros con una defensa de cinco, pero el gijonés ha ensayado de nuevo con la que hasta hace muy poco era su línea habitual de cuatro zagueros aprovechando el regreso de uno de sus banderizos, Cali Izquierdoz, que ya recuperado es la gran novedad en la convocatoria junto a otro jugador muy importante para los asturianos, el uruguayo Zarfino, y apunta a titular en los Campos de Sport junto a Pablo Insúa. Buenas noticias para el Sporting y malas para un Racing que ve cómo su rival recupera a dos jugadores claves precisamente en su visita a Santander.
En la grada, unos Campos de Sport que pueden rondar los 20.000 espectadores devolverán el ambiente de Primera División que siempre destila un clásico centenario y darán color a una cita casi agónica para los verdiblancos, a pesar de ello con buen estado anímico y a priori algo menos trascendente para los rojiblancos. Sin embargo, si el Sporting quiere seguir optando a entrar en la fase de ascenso a Primera, tampoco puede dejarse ya demasiados puntos por el camino, obligado como está a remontar desde la duodécima posición.
Las cuentas se hacen en la jornada 42, pero ya en la segunda vuelta de la Liga los puntos parecen, conforme se reduce el margen de error, cada vez más importantes. Las tres derrotas seguidas ante rivales del descenso terminaron con la anterior mano del rey, pero ahora las sensaciones son otras y -alerta spoiler- al final los Stark ganan.
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