Competición anuncia hoy si sanciona o no a Íñigo

La sanción habitual por una expulsión por roja directa es de dos partidos, pero el Racing confía en que no se le imponga y, en caso de suceder, ya ha anunciado que la recurrirá. De hecho, el acta del partido ni siquiera refleja lo que en realidad sucedió en la banda, junto al terreno de juego.

El documento enviado por el árbitro, Jon Ander González Esteban, señala que se expulsa a Íñigo «por levantarse del banquillo y salir del área técnica reclamando al cuarto árbitro que se parase el partido insistentemente por un incidente médico en la grada. Cuando se detiene el juego continuaba de pie, fuera del área técnica, sin llegar a oír lo que decía».

En realidad el juego no se detuvo, el capitán verdiblanco estaba hablando con el director de partido que envía LaLiga y no con el cuarto árbitro -quien se estaba dirigiendo a él era el técnico verdiblanco, José Alberto López- y el club sostiene que se trataba sencillamente de una conversación. De hecho, pese a referir «un incidente médico en la grada», en el capítulo de incidencias indica «ninguna» y en el del público señala «normal».

La expulsión se produjo cuando la grada de los Campos de Sport y el banquillo verdiblanco reclamaban, cuando estaba a punto de cumplirse el minuto 90 de juego, que se detuviera el partido para atender a un espectador de Preferencia Sur que se había sentido indispuesto, y a quien el médico del Racing, José Fernández-Divar, había corrido a auxiliar. Al llegar comprobó que había sufrido una parada cardiorrespiratoria y tuvo que reanimarle hasta en dos ocasiones.

Sin embargo, el juego no se detuvo en ningún momento después de que se comunicara al árbitro que la situación estaba «controlada», según señaló el propio Racing que se le había informado al final del partido. «Es probable que el personal encargado de LaLiga pensase que la situación estaba controlada, pero no fue así. Clínicamente no estaba controlada, sí estaba supervisada, pero obviamente hubo que intervenir en dos ocasiones con masaje cardiaco y la situación era seria», explicaba el lunes a El Diario Montañés el propio doctor Divar.

Sobre la decisión de detener o no el juego, todo apunta a que Jon Ander González Esteban no estaba al tanto de lo que realmente estaba ocurriendo o que no se le informó con suficiente detalle. Además, dado que el partido estaba al borde del final, con ventaja de 2-1 para el Racing y se había producido alguna pérdida de tiempo -se añadieron nueve minutos- pudo interpretar que las protestas del banquillo estaban encaminadas precisamente a perder tiempo.

En cuanto a la expulsión en sí, Íñigo no estaba protestando, hablando con quien señala el acta ni tratando de perder tiempo, sino reclamando por qué no se paraba el partido para atender al espectador. Además, existen antecedentes en los que no ha ocurrido nada o solo se ha amonestado a un jugador por salir del área técnica. Íñigo lo había hecho, pero no para acercarse a la banda, tratar de perder tiempo o protestar, sino que estaba conversando al lado de la boca del túnel de vestuarios, el lugar más alejado posible en esa zona del terreno de juego.

«Fuera es probable que no supieran realmente que la situación era crítica. De haberse parado el partido se hubiera utilizado la ambulancia que estaba en el estadio y todo hubiese sido más rápido, pero no puedo reprocharle al árbitro nada; él bastante tiene con lo que está haciendo y con controlar su función. Ahí es difícil que pueda saber de primera mano lo que ocurre», explicaba Divar.

Para tomar su decisión, el Comité de Competición tendrá que solicitar el informe del director de partido, Juan Calero, elaboró el sábado. No se trata de un documento específico sobre lo acontecido en la grada, sino que una de las funciones de esta figura es precisamente redactar un informe estandarizado sobre cada partido en Primera y Segunda División. De hecho, y a petición del Racing, Calero accedió al final del encuentro al vestuario arbitral para explicar a González Esteban lo que había sucedido.

El club ya anunció que iba a solicitar ese informe, que por el momento no ha recibido y que espera obtener a través del propio Comité de Competición de LaLiga, aunque asegura que se le trasmitió verbalmente y describe una situación diferente a la que señala el acta arbitral.