Cristóbal y la búsqueda de un revulsivo

Un técnico al que le gusta la circulación, el fútbol elaborado y la posesión. No se espera tampoco posesiones eternas sin acabar, aunque el Racing tenga un problema de finalización que nada tiene que ver con el estilo y sí con los nombres y apellidos de los delanteros. La escuela del Barça imprime carácter y Cristóbal, aunque andaluz, allí se formó. Llegó a las categorías inferiores barcelonistas en la época anterior a Johan Cruyff, todavía en plena etapa inglesa de Terry Venables, pero ya el paso del holandés como futbolistas, como el de Rinus Michels y el cántabro Laureano Ruiz habían comenzado a dejar huella en el concepto de fútbol blaugrana. Con Venables debutó en el primer equipo antes de foguearse en Oviedo y Logroñés para regresar al Barcelona en el año mágico del Dream Team. Allí se forjó un discípulo de Cruyff, en el equipo que en aquel 1992 se proclamó campeón de Europa ante la Sampdoria. Su puesto era el de suplente natural de Chapi Ferrer. No duró mucho esa etapa. Salió delBarcelona ese mismo verano para seguir su carrera en elOviedo, el Espanyol y el PSG, donde se retiró, además de jugar en la selección española.

Como técnico, Parralo ha pasado casi cualquier puesto que se pueda ocupar en un club: director deportivo, auxiliar, segundo entrenador, máximo responsable... Además de Camacho, del que fue segundo en el Benfica, y Cruyff, también aprendió de otro fútbol: el del francés Luis Fernández, de quien fue número dos en el Espanyol. Y si de una escuela le vino el concepto, de otra el sistema, porque no ha sido nunca Parralo un entrenador de 3-4-3, aunque puntualmente sí ha echado mano del 4-3-3.

Tras una etapa de tres años como director deportivo del Espanyol, su primera experiencia como primer entrenador le llegó en la temporada 2008-09, cuando suplió a fin de curso a Luis Elchano como entrenador delSanta Eulalia, en Segunda B. Ya al año siguiente recibió el banquillo del Girona, en Segunda División, donde ya dejó ver su gusto por ese juego de la escuela del Barça, aunque sin echar mano de su sistema, sino del 4-4-2 o del 4-2-3-1. No le fue bien.Un partido ganado en nueve jornadas terminó prematuramente con su debut como técnico en la categoría de plata.

Y así empezó otra etapa de un hombre de fútbol que ha asumido casi todos los roles. El nuevo fue el de entrenador de categorías inferiores, lo que hizo en la Damm. Una labor que le sirvió para hacerse cargo delFabril y después del primer equipo del Deportivo en sustitución de Pepe Mel. Pero aquel Dépor ya era muy difícil de revitalizar y tampoco él terminó la que era su temporada de debut en Primera.

El año pasado se hizo cargo del Alcorcón con bastante éxito, si bien el equipo fue de más a menos a lo largo del curso, y demostrando además capacidad para adaptar el 4-2-3-1 que dispone habitualmente a otros sistemas que en determinado momento de la competición. Con el club madrileño, un modesto de la categoría de plata, consiguió terminar en una buena 14ª plaza, aunque con un saldo goleador algo escaso: 36 tantos a favor frente a los 42 encajados.

Si algo está claro es que Molina ha buscado un revulsivo desde el punto de vista anímico, deportivo e incluso de dinámica de grupos, pero manteniéndose fiel al estilo que siempre quiso que se diera al equipo.De ahí que en lo que a estilo de juego e incluso sistema se refiere la llegada del andaluz no suponga ningún cambio brusco en el Racing. Todo un desafío, porque las quince primeras jornadas han dejado la incógnita de si el club cuenta con futbolistas para proponer ese tipo de juego.

Pero a juzgar por lo que ha demostrado hasta ahora no cabe esperar revoluciones, que apueste por jugar con tres centrales para asegurar la defensa o cualquier ruptura estilística.Al menos a priori, porque ahora le toca conocer a la plantilla.

De momento ya tiene una cabeza de playa en el equipo: Dani Toribio. Cristóbal le entrenó en su temporada en el Alcorcón y sin ser uno de los pesos pesado del vestuario el gerundense sí que tuvo protagonismo: 22 partidos como titular y un total de 30 de los 42 de la Liga regular. Un futbolista al que dadas las circunstacias del equipo puede sacar mucho rendimiento en el Racing. O al menos deberá, porque en La Albericia se encontrará otro corte de mediocentros que se ajustan menos a su juego, como le puede ocurrir también con unos centrales de calidad y experiencia, pero que esta temporada se han mostrado algo lentos. Eso sí, y de nuevo como ocurría con Iván Ania podrá echar mano de Luca Zidane en el inicio del juego, en el juego combinativo con el que trata de iniciar las jugadas, huyendo del fútbol directo. Pero todo deberá darlo a conocer en las próximas semanas y con muy poco tiempo, porque el Racing no tiene ya apenas margen de maniobra.