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Mikel Martija camina hacia el campo base. El primer propósito de todo montañero es instalarse en el campo base y desde allí organizar el ataque a la cumbre. En ese lugar es donde se hace acopio de lo que se necesita, de lo prioritario ... y se prescinde de lo que no lo es. En ese trayecto está inmerso el director deportivo de un Racing que tiene un tercio de la plantilla esperando que le diga si continúa ascendiendo o deben cambiar de rumbo. Tras las salidas de Germán Sánchez y Juan Gutiérrez, existen tres grupos diferentes donde se incluyen los futbolistas cuyo futuro racinguista es incierto para seguir en la montaña. En uno se encuentran aquellos que ya no aparecen en la lista de 'efectivos necesarios' de la expedición. En ese están Clement Grenier y Roko Baturina. Los dos abandonarán el proyecto; el primero porque acaba contrato, queda libre y no hay interés de renovarle y el segundo porque no ha despertado el interés de los que deben decidir su futuro.
En un segundo grupo están los que merecen un estudio para convencerse si interesan o no. Allí están Iván Morante y Jordi Mboula. Los dos agentes libres y los dos del gusto de los jefes de expedición, pero con matices.
En un tercer apartado se encuentran los que finalizan contrato y ya se ha hablado con ellos pero sin mucho convencimiento, a la espera e llegar al campo base para tirar para delante o no: Marco Sangalli, Dani Fernández y Rubén Alves.
En una última mochila están los que aún teniendo cuerda para seguir en la montaña, porque sus contratos acaban en 2025, no está muy claro que aparezcan en la lista de aperos prioritarios; Ekain Zenatagioa y Lago Junior.
Ninguno de los dos ha rendido como se esperaba, si bien cada caso es diferente. Grenier estaba llamado a ser un jugador importante, pero no lo ha sido. Las lesiones le han impedido tener regularidad y, más aún, continuidad. El jefe del vestuario, José Alberto le demostró que lo quería en su cordada, pero no respondió. Después de 17 temporadas en Primera División, su estreno en Segunda División era una declaración de intenciones. No resultó. Disputó 24 partidos, pero solo nueve como titular y no completó ninguna actuación recordada. En las últimas jornadas volvió a reaparecer, pero de manera esporádica. A sus 33 años es difícil que entre en los planes de la dirección deportiva que busca acomodar su andadura sobre futbolistas jóvenes y con compromisos a medio plazo. Las virtudes del francés nunca estuvieron en duda, de hecho encajaban del todo en el plan de José Alberto, pero no se ha podido llevar a efecto. Era su primera tentativa fuera de la élite y no ha podido cumplir del todo.
En cuanto a Roko Baturina no hay mucho que decir. Se incluyó en la lista de efectivos necesarios y, realmente, no lo han utilizado así que para el próximo camino no estará. El croata impulso él mismo su regreso y tanto entrenador como director deportivo lo vieron con buenos ojos, pero no salió bien. Participó en doce partidos, uno tan solo de inicio, y su aportación ha sido mínima. Ni tan siquiera contó cuando la presencia de un delantero era vital. Pasó a ser el último de la fila y su regreso no fue tal y como se presumía. Volverá a Portugal, donde el Gil Vicente lo contrató hasta 2027.
Antes de marcharse de vacaciones, José Alberto dejó en su hoja de deberes una petición: convencer a Iván Morante. El leonés es agente libre y, por tanto, puede negociar con cualquiera. El Racing no tiene ninguna opción de compra ni derecho preferencial, pero sí está en disposición de comprometer al futbolista. Morante encaja en la filosofía de los responsable deportivos porque es joven, convence y sus características deportivas son las que se buscan en el proyecto. Morante y el club ya han hablado. Lo hicieron hace ya meses. Fue el primer acercamiento y siempre hubo buena sintonía. La negociación se detuvo ante la posibilidad de que el posible ascenso del equipo pudiera variar los acuerdos de un posible primer acuerdo. Ahora, deben retomar de nuevo desde cero, pero los deseos de ambas partes coinciden y por ello todo apunta bien.
Lo de Jordi Mboula y el Racing es diferente. Si se produce un acuerdo sería la tercera etapa del catalán en el equipo. Moboula está libre y después de cerrar una acuerdo anticipado con el Hellas Verona para desvincularse y venir a Santander, no anda apresurado. Para el viaje que emprende el Racing el próximo 11 de julio sí es atractivo, pero no a cualquier precio porque en este último tramo -llegó en el mercado de invierno- no ha dado una nota.
Marco Sangalli es un caso aparte. Acaba de cumplir 32 años y finaliza contrato este mes, pero a José Alberto le gusta. Se trata de un jugador que quiere que siga y en los próximos días tratarán de llegar a un acuerdo. El futbolista y el Racing están condenados a entenderse, pese a que su perfil escapa a lo que se quiere en el despacho de Martija. Con el vasco se puede hacer una excepción, sobre todo porque están convencidos de que puede encajar en el futuro y, sobre todo, porque esta temporada desde un rol de segundo plano ha contribuido muy positivamente. Su experiencia y madurez entienden en el cuerpo técnico que no pueden faltar en la expedición que está en pleno proceso de construcción y Sangalli se lo puede ofrecer. La polivalencia del vasco es, precisamente, lo que le da muchas posibilidades de seguir adelante como verdiblanco. No se esperará mucho para anunciar por ambas partes el acuerdo para seguir o no, aunque está más cerca de continuar en la cordada que de volverse sobre sus pasos.
Lo de Dani Fernández está encima de la mesa de El Sardinero. El lateral interesa por muchas razones y solo la intromisión de un equipo por medio podría romper la continuidad. Fernández acaba contrato este mes y tan solo se han tanteado. La dirección deportiva no ha querido referirse a su posible renovación en ningún momento, fiel a su forma habitual de proceder. Los posibles contactos se están llevando de manera confidencial. Tiene 27 años y se encuentra en el momento de firmar un buen contrato en su carrera profesional. Puede que sea con el Racing. En los próximos días se determinará, pero de todos los que finalizan contrato es el que más interesa.
Rubén Alves está más fuera que dentro. La renovación del central sufrió un cambio inesperado a partir de las vacaciones de Navidad. El defensa y el Racing intercambiaron impresiones pero la firma de una extensión del contrato se pospuso y a partir de ahí se fue enquistando. Su trayectoria en el Racing ha pasado por nubes y claros Si bien el curso pasado fue su mejor temporada desde que es futbolista profesional, esta campaña desapareció y solo ha contado en casos puntuales y, aparentemente, sin que mediara una regularidad. Las lesiones detuvieron su regularidad y ha alternado estancias en la grada con incursiones en la titularidad. Pese a todo, tampoco ha rendido al nivel que se contaba y que, probablemente él mismo esperaba. Su ausencia en las convocatorias incluso con escasos efectivos en su demarcación hicieron surgir ciertos rumores sobre la falta de entendimiento sobre una posible oferta de renovación. Desde el club nunca han expresado nada al respecto, pero realmente no parece que sea uno de los jugadores prioritarios.
Los dos tienen contrato una temporada más, pero no está claro del todo que cumplan sus acuerdos. En principio ninguno de los dos ha pedido salir, ni mucho menos, ni tampoco el club les ha hecho llamar para llegar a un acuerdo. Sin embargo, la dirección deportiva sí tiene como prioridad la de potenciar ambas demarcaciones, la delantera y las bandas, y ahí se produciría una posible negociación paralela.
Ninguno ha sido protagonista. Ekain, sin ser delantero ha ejercido como tal. El guipuzcoano sin ser tampoco un fijo en los esquemas de José Alberto ha participado en 31 partidos, algo que le otorga una confianza que hace dudar sobre su salida. Solo la necesidad de liberar masa salarial para invertirla en mejorar la plantilla podría forzar su salida, previo acuerdo de rescisión, obviamente. La situación de Lago Junior ha cambiado. Así como en la primera parte de la temporada su salida parecía más cercana, pese a tener contrato, ahora todo puede ser posible. En invierno, incluso se le animó a salir, pero no quiso y no se forzó. El futbolista solo estaría dispuesto a cambiar de aires si es para regresar a Málaga, pero en La Rosaleda andan inmersos en un play off fatídico para volver a Segunda División. Ahora bien, el protagonismo que ha soportado en el último tramo de Liga ha enfriado la posible salida antes de tiempo del costamarfileño. No obstante, tanto Ekain como Lago Junior, de no continuar acarrearían un gasto al club al que deben estar dispuestos a soportar.
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