Un desplazamiento que gusta a la afición racinguista

Los datos puros y duros dicen que 500 peñistas y otros 500 abonados compraron sus entradas del millar que mandó el Burgos a Santander. Y entre los primeros han llenado ocho autobuses para viajar el sábado a la capital castellana. Más otro que llegará procedente de Madrid con los miembros de la Vindio-Sotileza. Ambas expediciones partirán de sus puntos de origen a las 9.00 horas.

El racinguismo organizado se ha citado desde las 11.30 horas en la plaza División Brunete, muy cerca del estadio de El Plantío. Allí, quienes deseen hacer grupo, pasarán las horas previas hasta comenzar la expedición hasta el estadio en forma de corteo por las calles aledañas.

Lógicamente, una ciudad como Burgos tiene atractivos turísticos y gastronómicos. Y gran parte de los racinguistas desplazados, especialmente gran parte de los que vayan por su cuenta en coches particulares, se concentrarán, como en ocasiones anteriores, en el casco viejo y la zona de la catedral, donde además la oferta hostelera es amplia. Sea como fuere, se espera una importante presencia de cuerpos de seguridad después de que el Comité Antiviolencia haya calificado el encuentro como de 'Alto riesgo'. Una adjetivación que, sorprendentemente, ha llegado cuando ya se habían vendido todas las entradas en las taquillas.

Incluso se espera la llegada a la ciudad de aficionados sin entrada, en busca de una última oportunidad para adquirir alguna localidad, u otros que, al no poder acceder al estadio, sí que se animarán a acompañar en la fiesta. Cualquier excusa es buena para celebrar y pasar un buen día alrededor del fútbol.

Burgos fue uno de los desplazamientos predilectos del racinguismo durante las temporadas en Segunda División B, junto con otras ciudades y localidades, como León, Gijón o Villaviciosa. Y esta campaña también lo será. Si el número de aficionados verdiblancos no es más numeroso será porque no ha habido más entradas disponibles en un estadio con capacidad para 12.642 espectadores. En ocasiones anteriores, además, la afición blanquinegra era mucho menos numerosa y dejaba más espacio libre, pero con el regreso a Segunda División la asistencia media ha crecido.

En lo que va de campeonato, con distancias más importantes en los desplazamientos del Racing, el equipo nunca ha estado solo. Siempre hay alguna bufanda verdiblanca por ahí. Sin embargo, otros estadios en los que ha habido una gran afluencia de aficionados racinguistas han sido, por ejemplo, El Molinón, en la visita al Sporting; Ipurúa, frente al Eibar; Mendizorroza, contra el Alavés o incluso Butarque, feudo del Leganés, gracias, en parte, a la gran colonia racinguista residente en Madrid.

Y de cara a este decisivo tramo de la competición, en el que el Racing aún se está jugando la permanencia en Segunda División, el sorteo del calendario quiso que la mayor parte de los viajes cortos estuviesen concentrados en esta parte final de la Liga. Así, además del choque de mañana en Burgos, a los cántabros les queda visitar Zaragoza, Miranda de Ebro y Oviedo.

En Burgos, en la campaña 2015-16, se reunieron en El Plantío más de 3.000 aficionados verdiblancos. Un partido en el que el Racing, entrenado por Pedro Munitis, venció por cero goles a uno gracias a un tanto del delantero argentino Facundo Pumpido. Un triunfo que le sirvió al conjunto cántabro en su persecución y posterior remontada al Racing de Ferrol para convertirse en campeón de Liga en Segunda División. Aunque, por desgracia, en el play off de ascenso todo se fue al garete.