Ya hay un detenido por la reyerta del sábado en El Sardinero «y habrá más»

«Los del Málaga estaban desayunando en una terraza y llegaron radicales del Racing a provocar. Después ya fueron ambos», denuncia la delegada, Ainoa Quiñones. En total, unos 20 o 30 violentos del conjunto racinguista y alguno más entre los llegados desde Andalucía (aproximadamente medio centenar y, según otras fuentes, radicales de otros clubes, algunos de ellos con simbología y tatuajes nazis).

Ya en los días anteriores los servicios de información del CNP detectaron que se estaban comprando entradas por un cauce «no habitual», que es entre los clubes, y por ello establecieron contactos en los accesos a la ciudad. De hecho, los violentos no se desplazaron en autobús, sino en coches de alquiler, para pasar inadvertidos, y consiguieron así llegar a la zona de la Avenida Castañeda sin identificar ni tener escolta policial.

Paralelamente, los servicios de información del CNP detectaron que los ultras se estaban retando en redes y se observó el movimiento hacia El Sardinero de pequeños grupúsculos embozados para dificultar su identificación. Ya en la terraza del 100 Montaditos se produjo el encuentro. Una agresión a la que respondieron los andaluces y que, por el momento, ha dejado un detenido de la peña Juventudes Verdiblancas, un herido leve entre los malaguistas y multitud de identificaciones.

El desafío y posterior pelea duraron entre uno y cinco minutos, según testigos presenciales, que acotan que los primeros en llegar fueron los efectivos de la Policía Municipal de Santander. Después, pero también en un lapso muy breve (Delegación habla de poco más de un minuto desde que se tuvo constancia), los agentes del CNP detuvieron la pelea, evitando mayores destrozos y heridos. En el momento no se pudieron efectuar detenciones porque la prioridad era disolver a los violentos, la protección ciudadana, prevenir nuevos destrozos y embolsar a los ultras malaguistas.

Ya hay un detenido y se anuncian más ya que se están investigando todos los vídeos y existen sospechas sobre la identidad de los protagonistas. Tampoco se descarta que puedan producirse detenciones entre los malaguistas y además el Racing endurecerá al extremo las medidas. Todo en medio de la condena general.

Según Quiñones, el encuentro no fue fortuito, aunque cayó en un lapsus que provocó, como el sábado, una «mala interpretación». «No hubo una quedada de la que supiéramos la hora; los aficionados del Málaga estaban desayunando en una terraza -el 100 Montaditos- y los radicales que se escudan detrás de una capucha negra fueron al lugar donde estaban, pero no hubo una quedada de la que supiéramos la hora», insistía.

El resultado es que por el momento ya hay un detenido de la peña Juventudes Verdiblancas. «Un joven de 22 años al que se le arrestó al intentar entrar en el campo el sábado. La policía sigue visualizando todos los videos, también los que ciudadanos han tenido a bien enviarles, y en unos días entendemos que habrá más detenciones», señala Delegación.

Además, «es falso que los malaguistas se desplazaran en autobuses, sino que lo hicieron en coches privados, y por eso se hicieron controles a la entrada de la ciudad». De hecho, se desplazaron en coches alquilados y no particulares, lo que llevó a la policía a sospechar que trataban de no ser identificados y a agudizar por lo tanto el operativo.

En cuanto a la duración del altercado, quiso destacar la «rápida intervención» del CNP (según los testigos, también la Policía Municipal llegó con gran celeridad, incluso antes que los agentes nacionales) y un «rápido trabajo que evitó que los violentos causaran más destrozos y heridos». Sí que tuvo que ser atendido un malaguista con un corte en la cabeza: «Dije un minuto y quizá fuera un minuto y veinte o cuarenta segundos. El caso es que -los violentos- se disolvieron por la presencia policial».

«La CNP hizo su trabajo y lo hizo muy bien. Había casi cien agentes trabajando en el partido y las horas antes, con controles en todas las entradas de la ciudad y cuando se detectó que estaban actuando, se desplazaron al lugar. Hasta que no llegaron los agentes no se disolvieron los violentos».

Según ha explicado el jefe regional de Operativos de la Policía Nacional, hubo identificados, aunque no detenidos, al menos por ahora, también entre la afición malaguista. «Está plenamente identificada y a partir las investigaciones se determinarán las responsabilidades de los aficionados en los hechos».

En cuanto a la batalla campal en sí, pormenorizó la actuación. «Las aficiones radicales tienen contactos entre ellas. Apreciamos un desplazamiento a un punto concreto y de manera dispersa de aficionados radicales de una peña concreta (del Racing). Detectamos que ese punto confluye con el lugar donde se encuentra la afición del Málaga y se produce el incidente».

Liga además los altercados a la agresión sufrida por los aficionados del Oviedo y concluye que en ambos casos medió agresión de los violentos locales. Sobre lo ocurrido el 28 de agosto en Peña Herbosa, es claro: «Los detenidos -de aquel día- pertenecen a una peña. Eso es un hecho». «El detenido -del sábado-, a la misma peña. Es otro hecho objetivo».

En el comunicado emitido el pasado sábado, la Delegación de Gobierno hablaba de «un enfrentamiento organizado y premeditado», «en el que alrededor de cincuenta personas habían quedado para agredirse en la zona de Piquío».

El documento es claro: «Tanto estos aficionados ultras -por los del Málaga- como los del Racing se habían citado por redes para pegarse, algo que sabían en la Policía Nacional gracias al trabajo de los servicios de información». E insiste, entrecomillando palabras de Ainoa Quiñones, «ambos grupos de aficionados radicales, tanto los que venían de fuera como los del propio Racing, se habían citado para pegarse».

Para anunciar el aumento de las medidas de seguridad de aquí en adelante, también se refirió a la quedada. «Dado que es la segunda vez que tenemos que ver imágenes lamentables causadas por aficionados radicales del Racing junto a otros con los que se citan para agredirse, he ordenado que se intensifiquen los controles, a todos los niveles, cada vez que haya partido, no solo durante la jornada, sino también en los accesos al estadio».