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No ha concluido la temporada, pero para el caso, igual da. Tres días antes del partido ante el Cartagena, el Efesé para el fútbol, el Racing celebró su fiesta de fin de curso. «Yo calculaba que iban a ser 46 puntos», decía Mikel Martija ... en la recepción del Milagros Golf. Relajado, hasta dicharachero. Cosas de liberarse de la presión. La II Gala Racinguista, esa que premiaba al socio número uno, Mauricio Gómez, y que no se perdió el número cuatro, Pepe Barros, un eterno en los desplazamientos y citas racinguistas, llevó a toda la plantilla a Mogro. El domingo, según termine el partido, la primera plantilla tendrá vacaciones, así que con la permanencia garantizada no era cuestión de demorar el asunto.
Así debieron pensarlo Alfredo Pérez y Pedro Ortiz, que tuvieron la idea de invitar a todos los expresidentes del Racing. A casi todos, porque Dmitri Piterman, Francisco Pernía y Ángel Lavín no lo estaban. Pancho Mora, en Madrid, no pudo asistir por motivos personales, Valentín Valle vive en República Dominicana pero envió un vídeo y Ángel Gutiérrez Coterillo estaba en Málaga. Sí les acompañaron en la mesa presidencial Manuel Huerta, Santiago Díaz y Manolo Higuera, ya pensando en el triangular de veteranos que le enfrentará a Real Madrid y Barcelona y para el que busca fichajes. «Que no se despisten, que igual les ganamos». Pedro Munitis jugará con el Racing. Emilio Amavisca, con el Real Madrid.
«Todo bien, ¿no?», saludaba al llegar Alfredo Pérez. Lo hizo un poco más tarde que sus futbolistas y el cuerpo técnico, encabezado por un José Alberto acompañado por su pareja, Laura. Era un día casi de familia, aunque vaya a haber muchos cambios en verano, y Fausto Tienza llegó empujando el coche de su hijo.
Para recoger el premio al Racing de los Bigotes estaba Manolo Chinchón. Un mito que no ha perdido ni un ápice de su marcado acento andaluz. Hoy estará con otros seis compañeros de aquella plantilla en la charla homenaje que protagonizarán en el Casyc. Mientras contaba viejas batallas con Manuel Huerta. No de fútbol, o no solo, sino de la época, Santiago Díaz observaba: «¿Tino?, Joder, claro. Pero no se le volvió a ver».
Estaba Chinchón preocupado, más que por sus rodillas, porque estuviera todo organizado para la cena de hoy con sus excompañeros. Cuando le propusieron venir a Santander, se compró él mismo el billete de avión. Si no llega a ser por un amigo, «un hermano» cántabro que le interceptó, habría reservado ese mismo día el hotel.
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El presidente de la Federación Cántabra de Fútbol, José Ángel Peláez, llegaba sin el uniforme de trabajo. También relajado. No hay que tratarle de vuecencia pese al título real que acaba de recibir la FCF, que por eso el reconocimiento en la gala. «Ha sido rapidísimo. Pensaba que iban a tardar meses, pero a las tres semanas nos han contestado», se ufanaba.
Los futbolistas se acodaron en una de las mesas. Lo normal. Cada cual, con quien ha convivido todo el año. Sekou Gassama y Jorge Pombo, de absoluto blanco. El aragonés, de traje y camisa y con su hija en brazos. El catalán, más moderno, con un aire tribal: «No me quiere saludar», reía mientras uno de los hijos de los más veteranos se mostraba azorado a la entrada a la cena.
Mientras David González Pescador charlaba en la puerta, la prensa entraba en debate, a Marcos Menocal, conductor de la gala, le tocó poner orden. Antes Pepe Barros se había acercado a la mesa de la prensa a saludar y preguntar cómo era el guion. «Veo que el racinguismo ha cumplido años porque hace unos años presentaba esto y no necesitaba gafas. Ahora sí», decía Menocal antes de anunciar una declaración de intenciones: «Lo vamos a pasar bien».
Los premiados
Valor racinguista Juan Carlos Unzúe, exentrenador del club
Leyenda racinguista El Racing de los Bigotes. Lo recogió Manolo Chinchón
Aficionado ejemplar Mauricio Gómez, abonado número uno
Asociación Tolerancia Cero al Bulliying
Patrocinador Hotel Milagros Golf
Mención especial Federación Cántabra de Fútbol por su centenario. La recogió José Ángel Peláez.
Para empezar, un vídeo con todos los goles de la temporada. Y la plantilla bromeando o jaleando alguno. Buen ambiente. Lo que tiene que las cosas vayan bien, como decía al entrar al comedor Pedro Ortiz. Está contento con el equipo técnico que ha formado. «Son buena gente». Porque el clima era optimista; alegre. Por primera vez en una década, dos años consecutivos que terminan bien. Tanto que Menocal se vino arriba para pedir el ascenso el año que viene.
Después, ya rozando la medianoche, los premios. Además del que recogió Chinchón en nombre del Racing de los Bigotes y el de Mauricio Gómez. Además, el Hotel Milagros Golf como patrocinador, la iniciativa Stop Bullying como asociación y el premio al valor racinguista a un efímero pero muy significativo, precisamente por esos valores, entrenador del Racing. Juan Carlos Unzué. No pudo viajar a Santander, pero envió un emotivo vídeo.
🥂 Juan Carlos Unzué, trofeo al ‘Valor Racinguista’, no ha podido estar hoy con nosotros, pero sí ha querido regalarnos este mensaje. Gracias a la @Asoc_CanELA por recogerlo y hacérselo llegar ☺️💚 #GalaRRC pic.twitter.com/DsJEsrosg3
— Real Racing Club (@realracingclub) May 25, 2023
Fue el prólogo a lo que será la fiesta de final de temporada que se espera el domingo ante el Cartagena (Campos de Sport, 16.15 horas). Allí se despedirá definitivamente al equipo hasta la próxima temporada y, a algunos futbolistas, ya de forma definitiva, porque algunos no seguirán en Santander. El club quiere crecer y tiene base sobre la que hacerlo. De momento ya ha comenzado a gestar su regreso a donde se siente cómodo. A Primera. Un objetivo a medio plazo. Los primeros pasos, ahora sí, están dados.
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