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«Todo el mundo tiene un plan hasta que le sueltas la primera toba». Los royalties son de Mike Tyson, que acuñó la frase feliz en los noventa y que, por cierto, no fue precisamente 'toba' la expresión que utilizó. Parece aplicable al fútbol, porque ... Racing y Almería firmaron en su estreno un intercambio de golpes por fases que terminó con mucha emoción y reparto de puntos. Porque un partido al que los de Rubi llegaban con un plan muy claro se lo desarmaron Andrés y Arana con dos manotazos.
Lo que pasa es que los andaluces también saben pegar y tras coger aire en la esquina noquearon a los verdiblancos el tiempo suficiente para igualar la contienda y terminar intercambiando manos hasta que se desvaneció el tiempo sin que ni uno y otro, imprecisos como son la mayoría de equipos en agosto, remataran la faena. Fútbol vistoso conjugado con errores groseros para dar la bienvenida al regreso al espectáculo; al fútbol alegre incluso cuando las cosas no salen del todo bien, que promete ser esta temporada, en especial con JAL en el banquillo del Racing.
Racing
Ezkieta; Michelin (Sangalli, min. 82), Manu Hernando, Javi Montero, Saúl; Aldasoro (Íñigo, minuto 46), Vencedor; Andrés (Lago Junior, min. 72), Pablo Rodríguez Íñigo Vicente; Arana (Suleiman, min. 72)
2
-
2
Almería
Maximiano; Arnau (Arribas, minuto 61), Kaiky, Montes (Lopi, minuto 46), Centelles (Bruno Langa, minuto 76); Edgar, Robertone; Baptistao (Pubill, minuto 46), Melero (Baba, minuto 82), Ramazani; Luis Suárez
Equipo arbitral Moreno Aragón (Comité Andaluz).Asistentes: Blázquez Sánchez y Martín-Consuegra Díaz. VAR: Gálvez Rascón. AVAR: Mira García. Cuarto árbitro: Román Román.
Goles 1-0: Andrés, de penalti (minuto 5). 2-0: Arana (minuto 30). 2-1: Ramazani (minuto 64). 2-2: Luis Suárez, de penalti (minuto 69)
Amonestaciones Edgar (29), Íñigo Vicente (39), Vencedor (45+3), Aldasoro (45+5), Robertona (90+1)
Incidencias 19.697 espectadores en los Campos de Sport en la jornada inaugural de Liga
Así amenazaba un primer día de clase suele ser parsimonioso; de calma chicha. Como les ocurrió por momentos a Racing y Almería, que todavía con el recuerdo de las vacaciones y sabor a salitre en la boca cumplán con la hoja de asistencia mientras en otros momentos parecían incluso hiperactivos; como esos niños que quieren agradar desde el primer día.
El inicio de un curso en el que a los de José Alberto les gustaría estar en el cuadro de honor, pero en el que el profe tampoco les quiere insuflar demasiada presión después de comprobar hace apenas dos meses que se ponen nerviosos en los exámenes, por mucho que hayan estudiado. Aun así, las tablas firmadas mientras JAL termina de forrar los libros (alguno aún no ha llegado y Martija no deja de preguntar por él) deja conclusiones positivas: un empate ante un adversario que sentado en primera fila aspira a mucho, aunque quién sabe en la ciclotímica Segunda División, y la sensación de que el bloque está hecho, por mucho que falten rodaje –mucho–, ajustes –unos cuantos– y alguna pieza. Lo clásico de agosto. Un empate que deja las mismas expectativas e incertidumbres de principio de pretemporada: hasta dónde puede llegar el Racing 24-25, pero que a la vez permite arrancar puntuando, que siempre es importante para comenzar a marcar tendencias, ante un adversario temible.
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Leila Bensghaiyar
Marco García Vidart
Con cuatro recién llegados en el equipo titular y encomendado por lo demás a los del año pasado arrancaba la Liga. Un clásico del Racing casi desde el principio de los tiempos que se reponía de nuevo en el estreno ante el Almería, cuajado de expectativas pese al varapalo de no disputar hace apenas dos meses la fase de ascenso.
Pero el racinguismo está acostumbrado a los golpes y a recuperarse de ellos. El aula, la de siempre, pero después del trabajo contrarreloj del verano luce diferente; mejor. Buen acomodo para los más de 14.000 abonados en un estadio que no se llenó, pero sí mostraba con unas gradas muy pobladas la ilusión que rodea al equipo, pequeños desastres aparte, desde hace ya más de un año.
Javi Montero le ganó la partida en el central a Javi Castro y en el centro del campo Aldasoro y Unai Vencedor sentaban a Íñigo. El capitán, ese que siempre comienza como suplente y siempre termina jugando, le cedía así el brazalete al guipuzcoano, mientras que a Pablo Rodríguez le tocaba la papeleta de suplir a Peque y Karrikaburu se quedaba en el banquillo. El Almería, a cambio, daba la sorpresa dejando en el banquillo al campeón olímpico Marc Pubill.
30 El segundo tanto del Racing desarbola a un Almería dueño del balón, pero que se topa con un -20.
46 Rubi cambia el equipo por completo con dos cambios y termina con las contras verdiblancas.
64 Un desafortunado intento de despeje desconcierta a un Racing al que poco después le empatan.
79 Karrikaburu marca el 3-2, pero Montero lo anula por fuera de juego. Acertó el colegiado.
El Almería, de veras que sí, llegaba con un plan. Con un once sorprendente pero poderoso salió decidido a monopolizar el balón ante un Racing quizá atenazado, pero con una vanguardia de lujo. Luis Suárez avisó cuando no se había cumplido el primer minuto y tuvieron dos aproximaciones más los andaluces, pero de pronto llegó el primer directo: Kaiky cometía un claro penalti sobre Arana que Andrés, nuevo lanzador de cabecera, convertía con frialdad, haciendo caer a Maximiano antes del disparo, en el primer tanto.
No se amilanaron ni cambiaron de estrategia los andaluces, que atacaban con Baptistao, con Luis Suárez, con Ramazani... Con todo. Pidieron incluso un penalti a los trece minutos, pero lo de Manu Hernando no fue ni falta, como reconoció Montero Aragón al levantarle, VAR mediante, la amonestación que le había mostrado mientras comprobaba si había sido o no penalti.
En media hora, los rojiblancos monopolizaban el balón y el Racing solo había tenido la del gol, pero entonces llegó la magia: la del Mago Vicente, que se sacó de la chistera un pase de tiralíneas para que Arana, que pronto vio un pequeño agujero en la espalda de Montes, regateara a Maximiano, en su salida desesperada del área, para marcar de disparo cruzado el segundo. Habían hecho falta dos tobas, no una, pero los de Rubi se quedaron de pronto sin plan, casi KO, y el Racing comenzaba a encauzar el partido –o al menos eso parecía– con solo media hora de juego.
A partir de entonces le bastó mantener el tipo, buscar la espalda a la defensa (Andrés tuvo el tercero a centro de Arana, y después tocaría acordarse de él) y contener (a veces con más tarjetas de las necesarias) para neutralizar a un Almería que ni siquiera aprovechaba los errores groseros (que también alguno hubo de los cántabros). La posesión era visitante, pero la ventaja, verdiblanca.
Rubi había cambiado muchas cosas para tratar de anular al Racing y casi todas le habían salido mal, así que modificó el guion con una doble sustitución que abrió un nuevo partido para que ocurriera lo mismo que en el primer tiempo, pero a la inversa. Para tratar de evitarlo, JAL cambió a un ambicioso 4-4-2 con Karrikaburu como compañero de Arana en sustitución de Pablo Rodríguez, pero la estrategia no funcionó. Esas desconexiones que en ocasiones atenazan a los racinguistas se hicieron evidentes.
Quince intrascendentes minutos habían precedido al primer gol en contra, una jugada desafortunada en la que Michelin marcó en propia meta (o eso parecía, porque Moreno Aragón se lo anotó en el acta a Ramazani), en un intento de despeje que Ezkieta se había lanzado bien para atrapar. O, de nuevo, eso parecía. Ya habían avisado antes los andaluces y de pronto se fundieron los plomos. En pleno desconcierto, Manu Hernando golpeaba con la mano en su caída el balón y Moreno Aragón señalaba un tan riguroso como justo penalti que Luis Suárez, de pronto omnipresente, convirtió en el empate.
JAL reaccionó bien, muy bien, con un doble cambio (Lago Junior y Suleiman por Andrés y Arana) que devolvió a los suyos el 4-2-3-1 y las ideas. De pronto el Racing se sabía de nuevo la lección y, aunque Suárez disparaba todo lo que se le acercaba, la entrada del catalán revolucionó el partido y Karrika, ya con la función de 'nueve' de referencia, estuvo a punto de marcar el 3-2 en el minuto 78. De hecho lo hizo, pero fue en fuera de juego, tan mínimo como correctamente indicado, para dejar claro a los andaluces que si se daban demasiadas alegrías podían quedarse sin eso punto que tanto habían bregado para recuperar.
Con algún susto en ambas áreas y la evidencia de que se medían dos equipos alegres y ambiciosos, pero a los que aún les falta rodaje, se llegó a un final que casi se pedía ya a gritos a uno y otro lado. El miedo a perder a veces atenaza y el partido transitaba por esos momentos de emoción que enganchan a la hinchada y tan poco les gustan a los entrenadores.
Recién terminado el debut, toca extraer las primeras conclusiones mientras se otea la última quincena del mercado estival. No hay tiempo para mucho más que para preparar la segunda lección del año, que tampoco es sencilla. La Liga comienza frenética, como lo es siempre, lo que no es una gran notica para una plantilla aún algo corta, y los de JAL se pondrán de nuevo a prueba este mismo viernes. De nuevo en casa y de nuevo ante uno de los aspirantes a los puestos de privilegio, el Eibar. La hiperbólica e hiperactiva Liga Hypermotion, que promete emociones desde el primer día, no da tregua y el racinguismo se ha quedado con ganas de más.
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