Disfrutad, incrédulos

Y ahí, en este punto del camino, entra en la ecuación el Burgos, que hoy visita los Campos de Sport. El conjunto cántabro tiene una posición envidiable en el campeonato liguero y se enfrenta al peor visitante de la competición: cero puntos en cinco encuentros lejos de El Plantío. Además, ha hecho viento Sur esta semana. Mucho. Vamos, ya saben, el hábitat preferido de ciertos peces que han poblado tradicionalmente El Sardinero. Pero, ¿saben qué? Hace tiempo que ya no se avista esta especie por el Abra. Quizá se haya extinguido. Tal vez. Lo que está claro es que José Alberto y los suyos han demostrado que no son sospechosos de dejar la compuerta de la relajación abierta y se vaya a colar el pescado.

Que nadie se deje engañar por los datos, que deben ser analizados en su conjunto. No sólo lo que interesa. Es verdad, el Burgos es un visitante paupérrimo. Pero lo que dice la clasificación, esa a la que apela José Alberto para valorar lo que está haciendo su equipo, es que los de Jon Pérez Bolo apenas están a dos puntos de los verdiblancos. ¿Por qué? Porque en El Plantío caminan cual rodillo. De hecho, el Burgos es el local más fuerte. Equipo de extremos que, cuando encuentre el equilibrio...

Ahí está la clave: que el Racing mantenga su desempeño habitual en los Campos de Sport para que su rival siga en la misma tesitura. Así que, de vuelta a de que el racinguismo no disfruta lo suficiente con lo que está haciendo su equipo... La afirmación es algo que choca de frente con el aspecto del estadio verdiblanco. No el de la infraestructura, que va cogiendo dignidad poco a poco, sino el de unas plateas que hoy volverán a mostrar una fantástica entrada, sinónimo de un gran ambiente que se ha instalado en el, otra vez temible, Huerto del Francés.

El equipo cántabro busca su tercera victoria consecutiva. La última vez que el Racing logró semejante hito en el fútbol profesional fue en mayo de 2011, en Primera División. Ha llovido unas cuantas veces. De ahí que tenga razón el míster cuando dice que lo que está haciendo el conjunto cántabro esta temporada es para valorarlo. Claro que sí.

No será fácil, pero lo cierto es que los verdiblancos han entrado en un terreno propicio para seguir en racha. Enfrentados ya los principales gallos de la categoría -de los siete primeros clasificados, los que se encuentran por encima en la clasificación, el Racing ya se ha visto la cara con cinco de ellos. Le restan Levante y Valladolid- ahora afronta dos partidos consecutivos en casa y, posteriormente, visitará a un Alcorcón que a día de hoy se encuentra en puestos de descenso.

Entonces, como lo que funciona no se debe cambiar. O, al menos, no se debe modificar mucho, no se esperan grandes cambios hoy en la alineación de José Alberto para recibir al Burgos. A lo sumo, se barruntan tres. Uno, dentro de la lógica: el retorno de Rubén Alves al centro de la zaga.

Podría haber alguna novedad también en el doble pivote. Después de varias alternativas, la sala de máquinas puede encaminarse a la composición que se antoja de cabecera. Con Grenier a los mandos y Aldasoro para las escenas peligrosas.

El otro posible cambio admite el debate. Porque Dani Fernández puede recuperar en propiedad la titularidad en el lateral derecho racinguista después de una lesión muscular más larga de lo esperado que le ha tenido en el dique seco desde la pretemporada hasta hace bien poco. El madrileño, ofensivo, rápido y profundo, se ajusta a la perfección a la idea futbolística del míster. Pero para dar entrada al nuevo hay que sacar a un Álvaro Mantilla que se ha ganado la titularidad por derecho. Ha aprovechado la oportunidad con creces. Esto es fútbol profesional y al entrenador le pagan para tomar decisiones. Pues ahí tiene una compleja.

No vamos a decir aquí desde cuando no pierde el Racing en los Campos de Sport, que luego se gafa y pasa lo que pasa. Lo importante de ese dato omitido es la necesidad de seguir haciendo las cosas, como local, igual de bien que siempre. Y valorar que el preparado que sale de mezclar al equipo de José Alberto con su entregada afición en su particular teatro de los sueños tiene un sabor potente.

Esta tarde, una nueva entrega. Si sale bien, el Racing seguirá mirando hacia arriba. Porque, ¿quién se acuerda de los puestos de descenso? Qué paz, no tener que estar todo el día pendiente del espejo retrovisor. Y si no sale bien, tampoco hay que alarmarse. Palabra de Sebastián Ceria y José Alberto: «Disfrutad, incrédulos».