Un duelo entre iguales

Líder y tercer clasificado se enfrentan –en unos Campos de Sport que, si no alcanzan el lleno lo rozarán– en un choque entre propuestas similares. Un solo punto les separa en la clasificación después de que el Elche arrebatara la semana pasada al Mirandés el liderato. Es la recompensa, para unos y otros, a un fútbol alegre, ofensivo y de circulación. Más incluso que de posesión, aunque la estadística visitante en este aspecto también es positiva.

Racing y Elche arrojan, más allá de los citados problemas en defensa, números muy similares. Son los dos equipos que más faltas reciben de toda categoría (exactamente las mismas: 441) y también de los que menos cometen: 177 el Racing y 175 el Elche. No les gusta interrumpir el juego.

En ambos casos rotan además entre dos sistemas. Los racinguistas, entre el 4-2-3-1 hasta hace muy poco tiempo de cabecera de José Alberto, que ahora alterna con el 4-4-2 para hacer a su equipo menos previsible a la hora del análisis previo. El Elche, entre el 4-3-3 y un 4-5-1 que en realidad no dista demasiado del 4-2-3.1 de JAL.

Quizá la gran diferencia –o la única, más allá de los matices– es la mayor pegada verdiblanca frente a la precisión ilicitana. En palabras de su entrenador, el «rocanrol» del que ha hecho su seña de identidad el equipo casi desde la llegada del asturiano al banquillo de los Campos de Sport. El Racing marca más goles que el Elche prácticamente con las mismas ocasiones generadas, pero no necesita tanta posesión como los de Sarabia para generar oportunidades.

A cambio, el Elche es uno de los equipos más seguros en la zaga. Y no porque su fútbol no sea ofensivo, sino por su gran rendimiento en defensa, la buena temporada del veterano Matías Dituro, su precisión y una posesión que evidencia un dato: mientras se tiene el balón no se reciben goles.

Precisamente esta solidez defensiva es la que ha permitido alElche encabezar la clasificación, rentabilizando al máximo unos 37 goles que constituyen un gran balance ofensivo, pero nada fuera de lo común para un equipo que aspire al campeonato.

Esta propuesta de fútbol alegre tiene además un claro peaje para unos y otros. Racing y Elche son los dos equipos que más faltas reciben de toda la categoría: exactamente las mismas 441, cerca del doble de las que cometen. JAL se ha quejado en numerosas ocasiones de esta situación; de lo mucho que le interrumpen el juego a su Racing y del escaso castigo que tiene esta estrategia. A tenor de los números y planteamiento, el del domingo será un partido más abierto y con mucho tiempo efectivo de juego. Más, al menos, del que están acostumbrados –o les permiten– unos y otros.

Con este contexto se presenta un duelo en el que Racing y Elche ponen en juego más que tres puntos: la posibilidad de impedir que sume un rival directo y, de paso, el liderato. De ganar los visitantes, lo tendrán asegurado una semana más. De hacerlo los cántabros, estarían en condiciones de recuperarlo siempre que unas horas antes el Real Oviedo no se imponga al Deportivo en el Carlos Tartiere.

Más complicado tienen los verdiblancos remontar el goal average particular: el 3-0 del Rico Pérez pesa mucho y condena al Racing, salvo sospecha mayúscula, a salir perjudicado en caso de empate a puntos a final de temporada. Una circunstancia que se debe tener muy en cuenta en una competición tan igualada como la actual; más incluso de lo que es norma en Segunda División.

La clave volverá a estar así, previsiblemente, en la defensa. Dos equipos que quieren el balón y con buenos índices ofensivos, pero con una diferencia crítica: los 21 tantos que ha encajado el Elche frente a los 33, alrededor de un 50% más que ha recibido el Racing. Si el problema es defensivo, y más en concreto de ganar duelos, JAL ya tiene dónde trabajar en una cita para marcar tendencias, máxime en un mes de marzo en el que los verdiblancos deben viajar después a Gijón y Miranda de Ebro.