Un ejercicio de racinguismo

Ya antes de las once de la mañana, hora a la que estaban citados los futbolistas y que se abrían las puertas de las Instalaciones Nando Yosu, había una nutrida cola para acceder al campo Santi Gutiérrez Calle, un tapiz resembrado este verano y cosido en diciembre que permite por fin a la primera plantilla trabajar en óptimas condiciones (lo del campo 2 es otro asunto). Y como banda sonora, un coro que es un lema: «Ahora más que nunca, Racing Santander».

Con las peñas de la Gradona en la grada anexa al edificio multifuncional y mucho público y familias que respondieron a la propuesta han salido al césped los verdiblancos para una sesión de apenas una hora de trabajo. De activación y escasa intensidad, como corresponde a la previa de partido, pero mucho más animada de lo habitual. Y con un constante flujo de público. De las aproximadamente 200 personas que llegaron a la par que los futbolistas salían al césped al cerca de medio centenar que ha terminado siguiendo las evoluciones racinguistas.

El racinguismo en general y la Gradona en particular arropan al Racing en medio de una crisis de resultados a la que espera poner fin este mismo domingo ante el Eldense (Campos de Sport, 18.30 horas) en el último partido del año; el que cierra el calendario de 2024 y la primera vuelta y en el que los verdiblancos aún tienen opciones de ser campeones de invierno y casi garantizado irse de vacaciones en puesto de ascenso directo.

Cerca de 500 personas se han citado en las Instalaciones Nando Yosu respondiendo a la convocatoria de la grada de animación, que perseguía precisamente eso: apoyar al equipo en plena crisis de resultados, pero al mismo tiempo segundo a un solo punto del líder en su carrera por buscar el ascenso algo antes de lo que preveía la hoja de ruta de Sebastián Ceria y Manolo Higuera. No estaban en La Albericia (sí el director de comunicación, Roberto González), pero aun así pudieron comprobar que la conexión continúa intacta.

Por si alguien lo dudaba, que tenían que ser necesariamente pocos, el racinguismo más activo demostró que está con José Alberto. El del entrenador ha sido uno de los nombres coreados desde la grada del Campo Santi Gutiérrez Calle. Como los de Karrikaburu, Vicente, Arana, Parera, Manu Hernando... El objetivo: cerrar filas en una iniciativa promovida por la Gradona y que de paso contribuye a consolidar el racinguismo entre los más jóvenes, con muchas familias y adolescentes no solo en la grada, sino acodados en la banda del campo 1.

Dirigidos por Tomy, emblemático animador de la Gradona que recuperó para la ocasión el megáfono, el racinguismo ha demostrado que, pese a la lógica decepción por los últimos resultados (un empate y cuatro derrotas) el clima verdiblanco sigue intacto. Con el optimismo o la euforia rebajada, pero con una conjunción entre el equipo y su hinchada que no se ha resentido. La consigna, cerrar filas. Con el equipo y entre la propia masa social, cada vez más nutrida a punto de que el lunes se abra la nueva campaña de captación de abonados.

De ahí que se invitara a quienes seguían el partido en la banda o algo alejados del campo 1 a unirse a los cánticos. Los que marcaba el speaker y acompasaba el bombo. Los de los niños a los que Tomy cedió por un momento el megáfono para que fueran ellos quienes dirigieran a la Gradona en uno de los detalles que ha dejado la mañana.

Los jugadores con y sin peto, el rape de pelo de Mantilla, las cábalas sobre si, a tenor de lo visto y tras las palabras de JAL el viernes Suli Cámara puede ser titular y los guiños entre Arana y Ezkieta sobre el césped han aderezado la mañana. El clásico juego de tratar de adivinar la alineación a través del entrenamiento (o de lo que el míster decida dejar ver) recordaban a los tiempos en los que todas las sesiones eran abiertas al público, pero la de esta mañana tenía otro colro. Verde, por supuesto, pero también, en sentido figurado, de esperanza y comunión con el equipo. Y un ejercicio de racinguismo para quienes ya están, precisamente desde este sábado, de vacaciones escolares, lo que también ha contribuido a la buena respuesta.

Una vez concluido el liviano partidillo y antes de los últimos ensayos a puerta que han servido como epílogo a la sesión, los futbolistas cumplieron con el rito. Saludo a su afición abrazados y brincando al son de los cánticos de la Gradona. Como en un día de partido. Quizá sin esa alegría intrínseca a un final con victoria y en una jornada que ha destilado también la concentración propia de una previa, pero en un nuevo alarde de racinguismo.

Antes de terminar la mañana, Tomy anunciaba una nueva consigna. Una nueva petición de apoyo a los suyos. Será por eso que este domingo a las seis de la tarde, media hora antes del comienzo del partido, la Gradona estará ya llena y en plena ebullición. «Hay que apoyar al equipo hoy y también mañana, por eso vamos a estar todos desde las seis animando en el calentamiento», convocaba Tomy. Este domingo frente al Eldense, segundo capítulo. El último de 2024. Más que un examen (que también), una oportunidad.

Todavía hubo un epílogo; el más buscado por los niños. Tras la sesión los futbolistas no enfilaron el aparcamiento subterráneo, sino que regresaron a la grada para firmar autógrafos. Entre otros sitios, en los álbumes de la colección de cromos de Segunda División, que en su regreso después de tres décadas ha constituido un éxito, al menos en una Cantabria en la que por momentos los sobres estuvieron agotados, con una demanda que superó todas las previsiones de Panini. Una forma de recordar para siempre el día y de cumplir con una tradición que resiste tenaz al fútbol moderno.