«Con cualquier error era significativo lo que venía después»

La bala no era para él, sino para Chuti Molina, pero Cristóbal se puso ayer en una situación muy incómoda. Durante su comparecencia en la sala de prensa de los Campos de Sport tras el partido ante la UD Las Palmas, señaló a la grada, que silbó ciertos errores y cantó el «Chuti, vete ya» en unas palabras que pronto tuvieron efecto, y no bueno, entre la afición racinguista. Y en cierto modo la culpabilizó. «Con cualquier error era significativo lo que venía después», se lamentó. E insistió en que sus jugadores «han tenido la personalidad suficiente para, a pesar de saber lo que viene después del error, no esconderse, de nuevo en referencia a la protesta del racinguismo, que sin embargo apoyó al equipo durante prácticamente todo el choque. «No era fácil jugar el partido. No es fácil estar ahí abajo y pedir el balón cuando la situación es la que es», reflexionaba.

«Solo había que ver cómo estaba el vestuario», reconocía el cordobés, que en la misma línea en que luego lo haría Moi Delgado no ocultó la tristeza del grupo: «Estamos tocados», comenzó señalando.«Nosotros también estamos fastidados y jodidos, añadía después». Su cara lo decía todo. Evidenciaba las circunstancias e incluso amenazaba lágrima. De preocupación, de impotencia o de tristeza, pero lágrima.

Por lo demás, reconoció el mal estado anímico de un equipo que una vez más se echó atrás –ya los cambios del propio Cristóbal lo evidenciaban–. «Yoda protegía el primer palo en las acciones a balón parado. Por eso no hemos hecho ningún cambio arriba», argumentó. La tristeza y la frustración. «A nosotros también nos daban ganas de llorar», contestó cuando se le cuestionó sobre la decepción de la masa social. «Hemos dejado de dominar porque el rival se ha ido con todo para arriba. Hemos generado transiciones en las que podíamos haber matado el partido, pero no lo hemos podido hacer».

Unas ocasiones y un empate final que, sin embargo, no hizo mella en la valoración final del míster respecto a la valoración de los suyos. «Me siento muy orgulloso de mis jugadores, del trabajo que han hecho, de la entrega. Lo justo habría sido que hubiéramos ganado».

En lo que sí tendrá influencia el tanto final es en la moral de la plantilla, ya afectada, según dejó ver el técnico, antes del pitido inicial. «Estamos tocados, jodidos, fastidiados, solo hay que ver el vestuario». Pese a ello, Cristóbal quiso mandar un mensaje de ánimo a la grada. «Nuestro trabajo es levantarnos otra vez y volver a estar en disposición de volver a competir».

El partido sirvió además para que los Campos de Sport vieran por primera vez de titular a Papu. Para encajarle en el once, el entrenador apostó por Yoda como delantero centro. «He intentado juntar a jugadores que tienen nivel técnico para poder hacer daño con balón».

En relación a los posibles fichajes del equipo, el técnico volvió a remitirse al director deportivo. «No voy a entrar en la situación de fichajes. Yo me limito a trabajar con los jugadores que tengo», decía el entrenador. «Vuelvo a decir una vez más que las preguntas que queráis hacer –sobre fichajes y planificación de la plantilla– se lo digáis al director deportivo, que os lo aclarará mejor». Una misión imposible, dado que Chuti Molina no ofrece ruedas de prensa, no atiende al teléfono y no concede entrevistas.